AL FINAL, DECANTÓ LA OBVIEDAD
La lluvia de inversiones es un chaparrón: Vaca Muerta (¿alcanza?)
La lluvia de inversiones se ha ido concentrando con el correr de los meses en un chaparrón que se circunscribe al sector del petróleo y el gas y dentro de éste en Vaca Muerta, donde ya hay empresas internacionales posicionadas a la espera de precios y condiciones convenientes que dispararon el conflicto del gobierno de Macri con la sociedad en torno de las tarifas. Ya superada la prueba de la audiencia, el capítulo que sigue es cómo derivará la intimación de la Corte a YPF para que revele el contrato con Chevron, que en el establishment internacional lo consideran testigo para el resto de las inversiones. De todos modos, ya se da por sentado que disminuirán el riesgo a través de asociaciones y alianzas en cada proyecto, con lo cual convergerán con “perdigonadas” en cada proyecto para arrimarse a la meta de 20.000 millones de dólares en inversiones.
La atracción a las inversiones extranjeras que imaginó el gobierno de Mauricio Macri para derramar sobre la estancada economía que recibió de herencia del kirchnerismo comprendía en principio el agro, la minería, las telecomunicaciones, la construcción, los servicios financieros y la energía, tanto la renovable como la no renovable.
Arregló con los holdouts por la deuda que quedaba en default, tomó las medidas cambiarias que el mundo reclamaba, puso a las estadísticas en terapia intensiva, pero se encontró con un fuerte viento en contra hacia América Latina para las inversiones extranjeras directas.
No era sólo cuestión de hacer bien los deberes, sino que el año pasado los flujos mundiales, que aumentaron 36% hasta alcanzar su nivel más alto desde 2007, beneficiaron a los países desarrollados, donde fue a parar la mitad. Hacia América Latina, en cambio, recaló 9,1% menos que en 2014, año en el que también se había registrado una caída. En números, US$ 1,73 billón para los países desarrollados y US$ 179.100 millones para esta región, 10 veces menos, según surge del análisis sobre la inversión directa en el mundo y América Latina que sacó en setiembre la Universidad Nacional de San Martín.
Es que de este lado del mapa, la rentabilidad viene disminuyendo desde 2011. En 2015 fue del 5%, la más baja de los últimos 13 años, un comportamiento similar al que sufrieron las empresas locales. Más del 50% de las ganancias, de 82.000 millones de dólares, se repatrió y reinvirtieron sólo el 42%.
Sin embargo, el ingreso de inversión extranjera directa fue muy importante desde el punto de vista del balance de pagos, dado que representó el 70% de las entradas de capital extranjero.
La UNSM señala que la disminución de las inversiones en la región se debió a la reversión del ciclo favorable de las materias primas y la desaceleración económica, en particular la caída de Brasil (la IED se redujo en 23%), a pesar de lo cual sigue siendo el principal receptor. También hubo reducciones en los países con importantes recursos mineros. Después de Brasil, los que recibieron más IED fueron México, Chile, Colombia y Argentina.
Otras características observadas son la reducción del ingreso por fusiones y adquisiciones, el aumento de la salida por utilidades y la disminución de los préstamos entre compañías; los aportes de capital, que representan el 40% del total invertido, tuvieron un leve aumento.
En los pocos países que cuentan con registros sobre las inversión extranjera directa se redujo el ingreso y la participación destinado al sector de recursos naturales. Entre 2005 y 2015, la CEPAL estima que en extracción y procesamiento de recursos naturales disminuyeron del 74% al 13% del total. Dentro de la industria, el más dinámico fue el sector automotor que pasó de 4% a 15% del total.
Por su parte, aumentó la importancia de los servicios, que en promedio representó más del 50% de la IED, siendo las telecomunicaciones y energías renovables los sectores donde más aumentaron.
Entre los 10 países que más inversión han recibido se cuentan los 3 países en desarrollo más grandes, 2 ciudades-puerto, y 5 países desarrollados, señala el informe.
Baja participación argentina
Por cierto que Argentina no se encuentra entre aquellos. La inversión extranjera directa es mínima, y prevalece un clima de persistente incertidumbre sobre el rumbo de la economía real y de los conflictos distributivos, indica otro despacho originado en la Universidad Nacional de San Martín.
Puntualiza que en el segundo semestre no se observó un fuerte ingreso de capitales privados en la forma de Inversión Extranjera Directa: la obra pública continúa parada y la inversión en descenso, lo cual se juntó con el impacto de la inflación sobre los ingresos de la población y las expectativas que la fría demanda abona”.
Macri apostó a la importancia y la participación de las multinacionales, que siguen en ascenso toda vez que los aumentos de ventas, valor agregado y activos superan a la media mundial. Es una tendencia de larga data: entre 1990 y 2014 mientras el PIB mundial creció 228%, el valor agregado por las multinacionales aumentó 636%.
Hay alrededor de 100 mil empresas multinacionales con cerca de 900 mil filiales en todo el mundo. La UNCTAD estima que los impuestos pagados por estas empresas en los países en desarrollo representan el 10% de los ingresos totales de los gobiernos, recuerda la Universidad de San Martín, en su reporte internacional.
Lo que no ayuda para seducirlas, en este caso, es la elevada presión impositiva que rige en Argentina y el paupérrimo consumo actual, precisamente en un país que no se caracteriza por la escala de su mercado interno. Fue una de las apostillas que mencionó el Ceo de Unilever, cuya presencia no se puede negar que sea activa.
Uno de los grandes problemas que también aquejan a la región es en la productividad de las Pymes: mientras que en la OCDE es de entre 60 y 75% de la de las grandes empresas, en AL es de sólo 20 a 35%. Precisamente, una de las explicaciones de los malos resultados de las Pymes de la región es su falta de integración en cadenas nacionales o globales de valor.
En este contexto, la inversión extranjera directa podría marcar una diferencia.
Pero en el reciente foro de inversiones convocado en Buenos Aires, muchos de los asistentes se interesaron por la estabilidad política del actual gobierno, si en las elecciones parlamentarias del año que viene ampliará la cantidad de bancas en el Congreso y si el kirchnerismo tiene chances de volver a constituirse en factor de poder. Justo a cuadras del CCK, en la Usina del Arte, se realizaba una audiencia pública por las tarifas del gas, de la que estaban pendientes los representantes del sector petrolero. Si bien sabían que su trámite no era vinculante con las decisiones del Poder Ejecutivo, pusieron en la lupa la reacción que podrían engendrar en los funcionarios.
Sin embargo, de nuevo la cima de la Justicia le puso los puntos al Poder Ejecutivo, al intimar a YPF a que sacara a la luz el contrato firmado con Chevron en 2013 para la explotación conjunta en el megayacimiento de Vaca Muerta.
Tanto para la actual administración como para la de Cristina Kirchner, revelar la letra chica que permanece en secreto sería como cerrar de nuevo la puerta a la participación de las compañías internacionales en la explotación del megayacimiento.
Después de todo el despliegue realizado por el gobierno ante las multinacionales para interesarlas sobre las oportunidades de inversión que presenta Argentina, el foco se concentró en el sector energético, más precisamente en la explotación no convencional en Vaca Muerta, para la que inclusive se impone un fraccionamiento de las inversiones en varios jugadores.
Tanto el Gobierno nacional como la industria petrolera estima que aprovechar el potencial de recursos que tiene Vaca Muerta requerirá inversiones por unos US$ 20.000 millones al año, lo cual requiere de la participación de las grandes empresas globales,las que a su vez constituirán alianzas para cada proyecto.
El mismo Ceo de YPF, Miguel Gutiérrez, ratificó la semana pasada, en el marco de Foro de Inversiones y Negocios que se desarrolló en Buenos Aires, que la compañía continuará con la política de generar alianzas y acuerdos con compañías internacionales para atraer las millonarias inversiones que requiere el desarrollo de los recursos no convencionales en la Argentina.
Luego, en Nueva York, afirmó que "además de las alianzas que ya tenemos, debemos seguir sumando nuevos socios estratégicos para continuar desarrollando nuestros proyectos y poder alcanzar el autoabastecimiento", aunque sólo dejó trascender que "YPF está en conversaciones con tres grandes compañías de la industria". No es difícil imaginar que se trata del desarrollo de la parte inexplotada de Aguada Pichana y son Total, que es su socia, ambas con el 27,3%, Wintershall de Basf y PAE, que cuenta con un 18,1%.
Energía y punto
La lluvia de inversiones se circunscribe, así, a la energía, tanto en torno de Vaca Muerta como de las licitaciones del Estado para las renovables, principalmente solar y eólica.
"Tenemos confianza que vendrán las inversiones para el desarrollo de recursos", dijo Gutiérrez al participar del seminario que se desarrolló en la Bolsa de Valores de Nueva York y en el cual expusieron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el presidente Mauricio Macri.
En el marco de un panel de energía en el que se plantearon el potencial de desarrollo del país y las oportunidades de inversión en los distintos campos de su matriz energética, el presidente de YPF se refirió a la empresa rusa Gazprom y la posibilidad de avanzar en acuerdos para avanzar en distintos proyectos hidrocarburíferos en la Argentina.
"No puedo decir mucho aún pero hemos retomado las negociaciones", consignó ante un auditorio de centenares de empresas interesadas en conocer el escenario local, al referirse a un acercamiento con la rusa Gazprom que se retomó a principios de mes con el encuentro que mantuvieron en China, en el marco de la cumbre del G20, el presidente Macri y su par de Rusia
Del encuentro también participaron el vicepresidente de General Electric (GE), John Rice; el presidente de la filial argentina de Shell, Teófilo Lacroze, y sus pares de Pan American Energy, Alejandro Bulgheroni, y de Pampa Energía, Marcelo Mindlin. En el marco del encuentro Investing in the new Argentina, organizado por el Financial Times en Estados Unidos, GE anunció que seguirá invirtiendo, junto con empresas locales y extranjeras, hasta alcanzar los u$s 10.000 millones en 2026.