BONIFICACIÓN DE INVIERNO

Tarifazo II: Esperando el aumento del gas, la luz llega con subas de hasta el 240%

Todavía no llegaron a los porteños los fuertes aumentos en las tarifas de gas con subas de hasta el 640% -que en el interior motivaron amparos colectivos-, que se viene otro tarifazo: las facturas de energía eléctrica tendrán también fuertes incrementos que podrían llegar al 240%. Aunque no fue informado oficialmente, ya hay clientes de Edenor y Edesur que por haber consumido más de 1001 kilovatios en los últimos meses recibieron aumentos de entre el 30% y el 240% en sus tarifas de luz, aún cuando conserven el subsidio al consumo.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- En la Ciudad de Buenos Aires aún no llegó el fuerte tarifazo en el servicio de gas que registró aumentos de hasta el 640% en la provincia de Buenos Aires, provocando fuertes quejas de los usuarios que en varios casos tuvieron que apelar a la Justicia para frenar las subas. Pero los clientes de Edenor y Edesur empezaron a recibir tarifas de energía eléctrica con subas que oscilan entre el 30 y el 240 por ciento, aún cuando conserven el subsidio al consumo.

Los usuarios de Edenor y Edesur que consumieron más de 1001 kilovatios tuvieron aumentos en sus tarifas que oscilan entre 50% y 240% en el bimestre junio-julio, y de 30% al 100% en el período agosto-septiembre, en relación con los mismos lapsos del año pasado. Los porcentajes más altos corresponden a consumos muy altos superiores a los 2.800 kilovatios bimestrales, y en todos los casos, los incrementos se refieren a hogares que mantienen los subsidios, reveló este jueves (11/09) el diario Ámbito Financiero.

Pero los aumentos conocidos hoy no fueron anunciados oficialmente, se deben a que este año, el Gobierno no renovó las bonificaciones de invierno que rigieron sobre el valor del kilovatio entre 2009 y 2013.

Las sumas ingresadas por este concepto alivian el gasto del Estado en subsidios porque es en la práctica, un aumento en el precio mayorista de la energía que recibe subvenciones por más de $ 80.000 millones anuales. No obstante, como el Gobierno autorizó a Edenor y Edesur a descontar los mayores costos por el aumento salarial de este año de lo que deben pagarle mensualmente a Cammesa por la energía distribuida, el impacto fiscal queda neutralizado.

Hay otro antecedentes además del mencionado de mayo pasado: En noviembre de 2008, el Ministerio de Planificación de Julio De Vido autorizó un aumento en el precio de la energía en todo el país que osciló entre 70% y 400%, según el nivel de gasto y para consumos superiores a 1.000 kilovatios bimestrales.

Y en el invierno de 2009, acosado por las presentaciones judiciales adversas, el Gobierno decidió bonificar en un 100% el aumento para el bimestre junio-julio, y en el 70% para agosto y setiembre para las empresas de jurisdicción nacional (Edenor y Edesur actualmente, tras el pase de Edelap a la provincia). Esas excepciones o bonificaciones invernales no se autorizaron este año.

Un dato llamativo es que las bonificaciones de invierno sí se mantuvieron en el gas, por lo cual el costo del gas importado en junio-julio fue compensado totalmente por el subsidio.

El impacto de la eliminación de las bonificaciones en las facturas de electricidad se puede estimar de la siguiente manera, según Ámbito:

•Para un consumo de 1.001 kilovatios, el valor del kilovatio es de $ 0,101. En junio-julio del año pasado, el precio fue de $ 0,057 y para agosto-setiembre de $ 0,073.

•Para un consumo de 1.401 kilovatios, el kilovatio cuesta $ 0,149, pero en junio-julio de 2013, costaba $ 0,059, y en agosto-setiembre de ese año $ 0,086.

•Para un consumo de más de 2.800 kilovatios bimestrales, el precio del kilovatio es de $ 0,241. En tanto, en junio-julio de 2013, tenía un valor de $ 0,059 y en agosto-septiembre de ese año de $ 0,114.

En mayo pasado, el Gobierno de Cristina Fernández autorizó fuertes aumentos en las tarifas que cobran las empresas generadoras de energía. Los incrementos varían según los costos fijos y variables y el tipo y potencia de generación. Pero arrancan en el 23% y llegan a superar el 100%. A cambio, las empresas que los apliquen deben desistir de reclamos previos.