MUY COMPLICADO ESCENARIO PARA MADURO

Brasil anticipa default de Venezuela: Pago en especie

Ante los atrasos en el desembolso de dólares, autoridades brasileñas aceptarían eventuales pagos con coque, minerales o urea. En Brasilia preocupan, y mucho, los tropiezos de la economía venezolana. De los US$12.000 millones que Venezuela importa en alimentos cada año, el 30% le llega desde Brasil. Después de USA y China, Brasil es el mayor socio comercial de Venezuela, por lo que busca fórmulas para que el negocio continúe, ante un gobierno en jaque por la escasez de dólares que sólo paga deudas cuando puede.

S. PAULO (Brasil 247). "Queremos ampliar el mercado y poner a Brasil en una posición estratégica en la economía venezolana", dijo el secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio, Ricardo Schaefer, al diario Valor, tras pasar 3 días a fines de agosto en Caracas hablando de negocios con autoridades del gobierno de Nicolás Maduro, entre ellos el ex presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez.
 
Venezuela representa el 3er. mayor superávit comercial de Brasil, luego de China y Holanda, según cifras oficiales, y por eso la diplomacia brasileña se arma de paciencia para tratar con un cliente impredecible.
 
Entre enero y julio de 2014, Brasil vio crecer el superávit de su comercio con Venezuela un 8% respecto del mismo período del año pasado: US$1.900 millones. Las compras venezolanas se concentran en carnes y animales vivos, principalmente.
 
Schaefer se preocupa por lo mismo que todos los proveedores que tienen a Venezuela como cliente: los atrasos en los pagos. Pero estima que las buenas relaciones con el gobierno de Maduro le abrirán los caminos; tanto, que tras su visita se reactivó un grupo interministerial entre ambos países para dar curso a los atrasos en pagos y proyectos de cooperación. Sin embargo, no hubo garantía ni plazos por parte de los venezolanos para poner al día los pagos atrasados, aclaró el funcionario.
 
Las autoridades brasileñas perciben que el gobierno de Venezuela va rotando la liberación de dólares a ritmo de queja: el que más chille, obtiene los dólares, pero para darle a un sector le sacan a otro. Por eso la diplomacia -estiman- es la mejor opción para velar por los intereses de los exportadores brasileños.
 
En Brasilia no se informa cuál es el total de deuda atrasada de Venezuela con exportadores brasileños. Pero, según la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo, Fiesp, los atrasos en los pagos de los clientes venezolanos promedian los seis meses.
 
Por estas horas, una de las prioridades para el gobierno de Dilma Rousseff es que le liberen los dólares a la aerolínea Gol, afectada como todas las líneas aéreas con operaciones en Venezuela por una deuda conjunta que ronda los US$3.900 millones.
 
Según el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, en noviembre se reunirán en la ciudad amazónica de Manaos funcionarios de ambos gobiernos: los brasileños quieren establecer también un acuerdo de barreras no arancelarias para sumar previsibilidad al intercambio con su cliente caribeño.
 
Una de las fórmulas que podría usarse es el pago de deudas venezolanas a exportadores brasileños con derivados petroleros o minerales: acero, urea y coque, derivado de petróleo usado por siderúrgicas y cementeras.
 
Valor -que cita fuentes oficiales- confirma que también está en la mesa de negociación la puesta en marcha de proyectos industriales con Rusia, China o Irán que quedaron abandonados en diversos estados de Venezuela, pero esta vez bajo gerencia brasileña. Eso, si los proyectos se llevarían a cabo con importación de maquinaria brasileña y ayuda financiera del gobierno de Dilma.
 
Ante el caos que -a primera vista- parece haber tomado cuenta de la economía venezolana, el secretario ejecutivo del ministerio de Industria de Brasil advierte: "tenemos que ver esta situación con sangre fría y pensar en el mediano y largo plazo".
 
El intento del Ejecutivo en agosto tuvo otros antecedentes infructuosos: a fines de 2013 el asesor presidencial Marco Aurelio García y el entonces ministro de Industria, Fernando Pimentel, viajaron a Caracas a pedir a Maduro que libere los dólares para los exportadores, pero la comitiva volvió con promesas luego incumplidas.