HACKTIVISMO

Poco y nada: Lo que sabe la policía sobre Anonymous

Desalentador es el panorama para las fuerzas de seguridad del mundo en su intento de detener a miembros de Anonymous: claramente, los cabecillas del grupo disponen de conocimientos y redes de organización en la web que superan ampliamente a los recursos de las fuerzas de seguridad. Las policías del mundo no pueden más que esbozar perfiles genéricos de los miembros del colectivo mientras que los hacktivistas están, no sólo "en su salsa" sino que además protegen algo que ayudaron a construir: Internet.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - La realidad que enfrentan las fuerzas de seguridad frente a una agrupación como Anonymous es grave y sin dudas debe resultar preocupante: el grupo está compuesto por expertos en informática que en la mayor parte de las veces son los mismos creadores de los sistemas que "hackean". Además, cuentan con el apoyo de millones de usuarios que voluntariamente se pliegan a la causa contra la censura en Internet.

Si bien la policía de diferentes países intenta localizar a los principales cabecillas de Anonymous, la verdad es que no pueden más que tratar de asustar a los usuarios deteniendo a uno u otro activista identificable, como ya ha sucedido en Europa. Pero, obviamente, eso no está ni cerca de lograr detener un movimiento que parece imparable: los mismos técnicos que se dedicaron a tejer la tela de araña de la web están dispuestos a proteger su creación y sin dudasla aprehensión de los hacktivistas es un desafío que las fuerzas de seguridad no están en condiciones de enfrentar.

Así como la opinión de muchos especialistas acerca del tema de la piratería relata que tratar de detener las copias ilegales es como "tratar de tapar el sol con la mano", los analisis de las fuerzas de seguridad al respecto de los "hacktivistas" es igual de desesperanzadora: la mayoría de ellos superan ampliamente en conocimientos, redes de organización y capacidades técnicas a los "sabuesos" informáticos de la policía y los organismos de inteligencia.

Hay constancia policial de que vienen actuando desde el año 2008. Nadie se atreve a cuantificar el número de miembros que componen Anonymous pero desde la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de España se insiste en que "los autores materiales no son tantos". El problema, dicen, son los afines y los simpatizantes que también ayudan a ajecutar el delito.

Según fuentes policiales consultadas por Cadena Ser hay áreas muy activas que monotorizan estos ataques: Iberoamérica está a la cabeza junto con Norteamérica. En el ámbito de habla hispana, España ocupa un puesto importante y más en los últimos meses donde ha habido incluso tres detenidos por ejecutar ataques para revelar secretos. Concretamente sacaron a la luz las identidades de todos los escoltas y miembros de seguridad del ex presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.

¿Cómo se comunican para coordinar sus ataques? Según la Brigada de Investigación Tecnológica, lo hacen a través de chats cerrados y privados muy difíciles de detectar. Todo es a través de la red y actúan de forma cautelosa para evitar ser detectados. Son muy rápidos, dice la policía, y en menos de una hora pueden actuar.

Para la BIT, el secreto de su triunfo es el conocimiento que tienen de la red y de los sistemas informáticos. Su modus operandi es éste: lanzan programas que canalizan los anchos de banda y las conexiones, colapsan el sistema y lo tumban. En castellano lo que hacen es mandar a través de exhaustivos programas múltiples demandas y peticiones que colapsan el sistema y lo dejan fuera de juego. Son especialistas dice la policía en rediseñar programas que ya están en el mercado.

Su perfil es muy genérico: los hay de todas las edades y profesiones y en algunos países como América de todas las clases sociales. Es un movimiento dice la policía que "cuenta con arraigo social" y más en épocas de crisis económicas.

Según la Brigada de Investigación Tecnológica no hay estadísticas exactas del número de ataques perpetrados. La policía asegura que muchos ataques se quedan en intentos y éstos no están contabilizados. A nivel nacional los objetivos son entidades bancarias, academia de cine, juntas electorales y partidos políticos sobre todo en campaña electoral. También han atacado incluso a la propia Policía Nacional, en el caso español. A nivel internacional hay constancia policial de que además de multinacionales como Sony o Amazon han atacado Ministerios de Interior como el de Argelia y compañias petrolíferas ubicadas en Chile.

En otras palabras, la policía no cuenta con mayores datos sobre los hacktivistas y poco es lo que pueden hacer más que sembrar el miedo entre algunos "perejiles". La guerra abierta sigue adelante y aunque parezca que la censura en Internet (a través de iniciativas como la ley SOPA en USA o la ley SINDE en España) está ganando terreno, las autoridades tienen enfrente un hueso duro de roer, que será dificil de superar para tratar de imponer el control en una red que el mismo mainstream ha dado muestras de no comprender.