Boca ganó 2-1 en Mendoza pero no se pudo 'coronar' por el triunfo de Tigre

Ahora el título está a la vuelta de la esquina. Esta noche, Boca ganó en Mendoza con autoridad, con contundecia y ya se aseguró el primer puesto de la tabla, debido a que le sacó 9 puntos a Tigre cuando restan 3 partidos. Señores, ya está todo. ¿Alguien cree que esto no será así?. ¡Vamos!.

Un avance de Boca que comenzó con un rechazo,  terminó en el primer gol del partido. El de Darío Cvitanich antes de los 10’. En su primera jugada peligrosa del primer tiempo, Boca sacó la ventaja ante un Godoy Cruz que a partir de ese momento se desinfló por completo.

Lo que fue un despeje de apuro de Juan Insaurralde terminó en un gol muy bien concebido desde lo colectivo. La verdad es que a Boca le toca andar derechito y todo le sale redondo. Todo le sale bien y debe aprovecharlo.

Para que se de una idea, el gol comenzó con una ‘aguantada’ de espaldas del goleador cerca de la mitad de la cancha y culminó con su propia definición. La pelota pasó por Erviti, por Chavez y luego por Rivero, antes que Cvitanich la empujara al gol.

Jugadas como esta, Boca las repitió en algunas ocasiones y le dio mucho rédito, debido a que llegó varias veces hasta el arco de Godoy Cruz. Ha sido muy bueno el trabajo de desdoble de Diego Rivero en la banda derecha. Y esto fue clave en el desarrollo de la primera parte.

Godoy Cruz, que comenzó el juego con la intención de proponer, recibió un golpe que después le quitó confianza. El elenco mendocino buscó con avances masivos el empate pero no tuvo claridad y por eso no contó con posibilidades netas. Las aproximaciones al arco de Agustín Orion no lograron encender las alarmas del equipo puntero del Torneo porque carecieron de claridad.  

Lo de Boca fue lo conocido. Esperar bien parado en el fondo, mantener el orden y desdoblar el avance por los costados con las salidas de Rivero o Clemente. Esta vez fue determinante el sector derecho de Boca y por eso el ex San Lorenzo y Chacarita tuvo un papel destacado en Boca Juniors.

A los 35’, una 'apiolada de Cvitanich, que gambeteó buscando un roce dentro del área, generó el penal que Schiavi esta vez convirtió. Boca pasó a ganar 2-0 el partido en Mendoza y dio la sensación que todo estaba terminado.

Esta sensación fue natural y se debió porque Godoy Cruz jamás llegó con peligro y porque Boca mostraba contundencia. En el final de la etapa Boca hasta se dio el gusto de florearse, circular la pelota y generar el "ole, ole" de su gente.

Tras el descanso, el partido se tornó intrascendente en los primeros minutos. Godoy Cruz siguió mostrando impotencia mientras que Boca comenzó a regular el ritmo debido al extremo calor de la jornada. El puntero ganaba 2-0 y encima tenía pista para los contragolpes.

Diga que el calor frenó un poco esa idea de Boca porque, de lo contrario, el triunfo pudo haber sido por más goles. El equipo mendocino salió a jugar con línea de 3 defensores y eso fue muy tentador para Boca como para cualquiera.

Promediando la etapa el control de las acciones las tenía Godoy Cruz pero fue como si nada. No pudo generarle una sóla ocasión de gol a Boca que apostó a que los minutos se consumieran.

No pasó mucho más en los minutos finales además del gol del descuento de Rojas con un gran tiro de zurda. Sólo se puede contabilizar un tiro peligroso en favor de Godoy Cruz en los pies del panameño Cooper que pasó cerca del horizontal del Orion. O un tiro de libre Mouche para el puntero que hizo revolcar a Torrico.

Boca ganó bien en Mendoza y ahora espera por la coronación. Una consagración que no se sabe bien cuando se dará, pero sí se sabe que esta cada vez más cerca.