Sssssshhhh, que no lo lea Moreno

 

Sin embargo, él se encuentra equivocado en su análisis. Los molinos son propietarios de la mercadería que compran y luego de procesarla, venden.

 

Ni los bancos ni las casas ni agencias de cambio son los dueños ni de los pesos ni de los dólares estadounidenses que intermedian. Tampoco de los billetes de €500 que alguien vinculado al Frente para la Victoria demandaba tanto antes del 27/10/2010.

 

Los bancos y las casas de cambio vinculan al comprador y el vendedor, cobrando por ello, pero ni siquiera establecen la cotización porque ella surge de la oferta y la demanda.

 

Luego, para procesar los granos, convirtiéndolos en harina, se precisa de un molino, que es una infraestructura pesada y onerosa.

 

Pero para intermediar en la compra/venta de cambio, en el mercado no oficial que ha promovido el Frente para la Victoria, basta con un listado de clientes, un teléfono celular y un punto de encuentro.

 

¿Cuándo comenzó esta locura que viven los argentinos, 100 años después del corralito de 2001? (Aunque el peor fantasma llegará en enero, con los 10 años del corralón de Eduardo Duhalde, y la pesificación asimétrica de José Ignacio De Mendiguren).

 

 

Esta locura 2011 comenzó antes del 23/10 pero luego creció, a causa de una interpretación errada que hizo el Frente para la Victoria de su demoledor triunfo electoral (que antes vaticinara y confirmó el domingo 23/10, cuando obtuvo el 54,11% de los sufragios).

 

El FpV interpretó que ese respaldo lo habilitaba para llevar adelante un plan de gobierno 2011-2015 que sus voceros llamaron "profundizar el modelo" (Roberto Feletti, antes del 23/10) o bien "ahora vamos por todo" (Juan Manuel Abal Medina Jr., la noche de la victoria), etc. etc.

 

Sin embargo, el Frente para la Victoria no ganó solamente con los sufragios de sus partidarios sino también con el voto de electores independientes que son, en su mayoría, conservadores en su visión sobre la economía, la política y la vida en general.

 

Ellos votaron a Cristina Fernández el 23/10 para que ella mantuviera  la macroeconomía tal como se encontraba el viernes 21/10. Ellos aplaudían el consumo elevado y la venta a crédito, que les hacía recordar a Carlos Menem, a quien votaron en los '90, antes de elegir a Fernando De la Rúa en 1999.... Ellos le creyeron a Cristina frente a la acusación de sus rivales, quienes pronosticaban, aunque sin la convicción suficiente, que la coyuntura sufría de tiro corto.

 

Pero, en especial, esos electores que le permitieron a Cristina Fernández evitar la 2da. vuelta, no conocen de qué tratan las consignas de los militantes acerca de "profundizar el modelo", "ir por todo" e "incrementar la justicia distributiva".

 

Más bien, ese vocabulario les provoca incertidumbre. Y en el frenesí del festejo, el FpV abusó de consignas semejantes.

 

De la incertidumbre, se pasó a la cautela, que en la Argentina siempre equivale a salir de pesos hacia dólares, y los dólares fuera del banco.

 

 

En vez de mandar a callar a los voceros del FpV, aceptando el mensaje de reclamo que le enviaban espontáneamente los independientes, cobrándole por su voto, Cristina Fernández aceptó la equivocada lectura que de esos acontecimientos realizaron algunos colaboradores: el asunto consistiría en una conspiración en su contra.

Ni se mencionó que durante 4 años de Cristina se fueron US$ 64.000 millones o algo más. No. Solamente se identificó lo que ocurrió desde el lunes 24/10. Ridícula versión parcial de los acontecimientos.

Para algunos independientes, es una ruptura del compromiso preelectoral. Por ahora no conviene profundizar al respecto.

 

Lo cierto es que nunca hubo conspiración porque el triunfo del domingo 23/10 dejó a los políticos adversarios, destrozados. Y los banqueros y empresarios quieren seguir ganando dinero, tal como estaba ocurriendo hasta el viernes 21/11.

 

 

¿Por qué Cristina Fernández prefirió ese relato al otro discurso, más moderado, que le llegó a la Quinta de Olivos? Es una respuesta que, para que resulte fidedigna, deberían ofrecerla los conocedores de las intimidades presidenciales.

 

El escenario derivó en una situación preocupante porque potenció las otras debilidades que ya arrastraba la macroeconomía y que era/es preciso, con tiempo y prudencia, corregir durante el mandato 2011-2015.

 

La propia Cristina Fernández llegó a reconocer a los empresarios amigos suyos que le preocupaba la inflación y que por eso le impondría a los sindicatos -rechazó lo de "concertación"- un límite en el ajuste salarial a convenir en las próximas convenciones colectivas.

 

Los anticipos de un piso de ajuste del 24% para esas próximas convenciones colectivas 2012 obligan a reflexionar o que la Presidente cambió su enfoque o ella ya fue superada por los acontecimientos.

 

 

En la restricción cambiaria, el Ejecutivo Nacional forzó la creación de un dólar no oficial, mercado en el que no intervendría pero era el precio que aceptaba pagar a cambio de aliviar su endeble posición de reservas internacionales de libre disponibilidad, ante la demanda adicional de moneda extranjera.

 

Sin embargo, en cualquier economía el mercado no oficial es muy importante aún cuando se encuentre desrregulado (afuera de la economía oficial) porque es una de las variables que pueden definir la estructura de precios relativos.

 

Por eso la mayoría de los países prefieren no tener mercado cambiario no oficial.

 

El dólar no oficial a $ 5,00 es un obstáculo, por ejemplo, para los anhelos antiinflacionarios presidenciales porque la economía real, una sociedad argentina muy dolarizada por tradición, tiende a considerar como valor de referencia la cotización más elevada, que es la del dólar no oficial o paralelo, y eso es inflacionario.

 

Cuando tardíamente lo percibió el Frente para la Victoria, decidió intentar controlar el mercado que en teoría había desrregulado, otra contradicción ya que una vez promovido ¿cómo lo controlaría? 

 

Por estas horas, el FpV vive la ilusión de que sí lo ha conseguido, tan solo una ilusión provocada porque, por unos días, los operadores han dado un paso atrás, tomándose unas vacaciones no oficiales. Pero la semana próxima volverán al ruedo.

 

¿Dónde están comprando dólares muchos argentinos pudientes? En Uruguay, según lo informan los diarios de Montevideo, y los colocan en depósitos a la vista, que si bien no pagan intereses, permite retirarlos en el acto.

 

A Montevideo no llega el chiquitaje, que sigue intentando acceder al mercado no oficial local, pagando el precio que le indiquen.

 

En ese contexto, Moreno ha perdido la batalla del dólar paralelo y va camino a perder la de las importaciones de fertilizantes y agroquímicos. Y luego ocurrirán otras porque el concepto es equivocado.

 

Pero no importa Moreno. Sí importa que la derrota de Moreno arrastra a Cristina Fernández, quien no debería sufrir un desgaste político anticipado a su inicio del 2do. mandato presidencial consecutivo, el 10/12.

 

Toda esta situación podría evitarse con inteligencia para rectificar y conocimiento para normar y ejecutar.

 

Previamente a todo eso, y pese a sus obvios desconocimientos sobre economía, bancos y cambio, Cristina Fernández debería decidir hacia dónde desea dirigir su mandato 2011-2015. Es probable que ahí se encuentre el nudo del entuerto.

 

Persistir en el error fue lo que llevó a Néstor Kirchner a la derrota con la Resolución 125, fracaso que le endosó a su mujer, Cristina, y fue el trampolín hacia el fracaso electoral de 2009, que multiplicó los riesgos de su salud, y él terminó falleciendo en 2010.

 

Todovía no hay motivos para anticipar tragedias para el período 2011-2015 pero sí es necesario advertir que la interpretación que hizo Cristina Fernández de todo lo ocurrido desde el 23/10, es equivocada y que su 54,11% de los votos no le garantiza el éxito en la gestión que viene.

 

 

Intentando desandar el camino recorrido, el Ejecutivo Nacional decidió liberar los dólares solicitados por los bancos para su devolución a los clientes que los reclaman. Antes, anunció que cambiaría su política de pago de subsidios como ejemplo de que no es tan estatista como se dice y que bajará el gasto público.

 

Sin embargo, las medidas espasmódicas, aunque resulten correctas, pueden confundir.

 

A la vez, el Ejecutivo Nacional decidió acelerar la devaluación del dólar oficial, reconociendo que estaba atrasado.

 

Esa corrección le puede servir mientras el dólar no oficial no se aleje, pero nada hay que atente más contra eso que enviar a Moreno a apestillar a los cambistas. 

 

Luego, la más grave amenaza que hay para provocar la escapada del dólar no oficial es la sospecha de que el Banco Central miente acerca de su verdadera posición de reservas de libre disponibilidad. Existe la versión de que el monto es inferior al informado.

 

En cuanto a las minidevaluaciones periódicas o crawling peg, tampoco hay que exagerar porque el Banco Central vendió dólares a futuro, durante la campaña electoral, que fue cuando comenzó a escaparse la demanda de divisas (no ocurrió el lunes 24/10, vale la pena recordarlo, o sea que en nada influyó el 54,11% ni a favor ni en contra), a una paridad inferior a la que existe hoy (¿por qué no habrá comenzado antes su crawling peg?). Esto quiere decir que cuando pague lo pactado, deberá absorber la pérdida de la diferencia entre la cotización a que vendió y la actual.

 

En fin, ya habrá tiempo para seguir con el tema.