CÓRDOBA. Las tarifas eléctricas de Córdoba sufrirán un cambio histórico en las próximas semanas cuando la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) implemente la diferenciación por bandas de consumo. La modalidad ya fue aprobada por el Ente Regulador de los Servicios Públicos (ERSEP).
El nuevo sistema será aplicado, en un primer tramo, a los consumidores con medidores digitales. Esa tecnología, expandida en ciertas zonas de Córdoba capital, permite monitorear datos de consumo con mayor precisión, registrando picos de demanda de potencia y permitiendo la comprensión del comportamiento eléctrico de los usuarios.
A partir de esos aparatos, instalados a 267.000 usuarios, EPEC podrá diferenciar los momentos de mayor consumo y, en consecuencia, aplicar costos mayores o menores. Todo ello a partir del establecimiento de “bandas” horarias que dejarían al consumo diurno con un costo mayor de tarifas que el consumo nocturno.
Para Córdoba, las bandas de consumo estimadas serán de 18 a 23 horas como horario pico y de mayor costo, de 23 a 5 horas como horario “valle” siendo el de menor costo y de 5 a 18 horas como una banda de costo intermedio.
Córdoba divide el valor según la hora
Así, la madrugada será el momento del día con oferta más “barata” de energía en comparación al resto de los horarios. Mientras tanto, la tarde y la noche serán las partes más caras del día para el consumo de energía eléctrica.
Para EPEC, el objetivo a mediano plazo es poder alcanzar al millón de usuarios con medidores “inteligentes” y poder establecer el sistema de consumo en bandas en el 100% del tendido eléctrico. Sin embargo, la idea es comenzar a implementarla entre los usuarios que ya cuentan con la tecnología disponible.
La intención del nuevo sistema es alentar el consumo en horarios de baja demanda de potencia. Se trata de una tendencia sostenible, que aporta no solo a cuestiones medioambientales, sino también a la balanza energética del país.
Por otra parte, la división horaria apuntaría a poder redireccionar el criterio de cobro a la potencia demandada y no a la cantidad de electricidad que se utiliza en cada medidor. En ese sentido, EPEC plantea que los contratos prevén una potencia de consumo que muchas veces es excedida por los usuarios.
Precisamente, esos excesos de demanda de potencia, dispares entre los usuarios que pagan “lo mismo”, son los que estresan al sistema y obligan a EPEC a realizar inversiones constantes para poder agrandar las capacidades.
Los aumentos de EPEC siguen
Cabe recordar que durante 2024, ERSEP aprobó un nuevo mecanismo para dar curso a los aumentos tarifarios sin audiencias públicas ni mayores trabas para las empresas. Todo ello en el marco de la estampida inflacionaria que se produjo durante el verano de ese año y que más tarde cesó con la consecuente baja del índice de aceleración de precios.
Desde entonces, y casi todos los meses, ERSEP dio luz verde a la fórmula de adecuación mensual (FAM) para las subas del valor agregado de distribución (VAD), índice que empuja los costos para los usuarios cordobeses.