Vaticano sin Francisco: Qué pasa cuando muere un Papa y quiénes podrían sucederlo

Cuando muera el Papa Francisco, inicia un proceso milenario para elegir su sucesor. Entre ellos, suena fuerte uno africano, ¿el primer Papa africano en siglos?

Por GERMÁN MOLKUC

Cuando un Papa muere, se activa un protocolo milenario con rituales precisos, que incluye la confirmación de su muerte y la elección de su sucesor en un cónclave secreto. Con Francisco y su salud en la cuerda floja, surgen dudas sobre quién tomará su lugar, entre nombres como el de Peter Turkson y teorías sobre el enigmático "Papa Negro".

El adiós al Papa: cuáles son los protocolos y cómo es la transición

Con la muerte de un pontífice, se pone en marcha un procedimiento que se mantiene casi intacto desde hace siglos. La confirmación oficial del fallecimiento está a cargo del camarlengo, actualmente el cardenal irlandés Kevin Farrell, quien antiguamente golpeaba la frente del Papa con un martillo de plata y lo llamaba por su nombre tres veces. Hoy, este gesto es puramente simbólico, ya que la muerte es certificada por médicos.

Una vez confirmado el deceso, se destruye el anillo del Pescador, el sello con el que se autentican los documentos papales, para evitar falsificaciones, se sellan los departamentos papales y se informa oficialmente a los cardenales y al mundo.

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Cuando muere un Papa, se confirma su fallecimiento, se destruye su anillo y empieza un duelo de nueve días llamado "Novendale". Pasado ese tiempo, la Iglesia entra en sede vacante hasta la elección del sucesor mediante un cónclave secreto.

Lo que sigue es un período de duelo de nueve días llamado "Novendiale", donde el cuerpo del Papa es vestido con sus vestiduras papales y exhibido en la Basílica de San Pedro. Es ahí donde acuden miles de fieles, dignatarios y líderes de todo el mundo para darle su último adiós. Pero tengamos en cuenta que, a diferencia de sus predecesores, el papa Francisco pidió un funeral austero y que su cuerpo sea sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, en lugar de la tradicional cripta del Vaticano.

Mientras tanto, la Iglesia entra en sede vacante, un período en el que no se pueden tomar decisiones importantes. El poder pasa temporalmente al Colegio de Cardenales, quienes tienen la responsabilidad de organizar el cónclave para elegir al nuevo Papa.

¿Quién será el próximo Papa y cuál es el favorito?

El cónclave, la elección secreta del nuevo pontífice, es uno de los eventos más enigmáticos de la Iglesia. Se celebra en la Capilla Sixtina y solo participan cardenales de menos de 80 años de edad (en esta ocasión serían alrededor de 120). Los cardenales votan hasta alcanzar una mayoría de dos tercios y, entre cada ronda de votación, los votos se queman y el mundo espera la señal de humo: negro si no hubo consenso, blanco si hay nuevo Papa.

Aunque en teoría cualquier hombre católico bautizado puede ser elegido Papa, en la práctica siempre fue un cardenal. Entre los principales candidatos para suceder a Francisco se barajan los nombres de Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano; el filipino Luis Tagle, y el ghanés Peter Turkson, el cual es considerado por muchos el favorito y, de ser elegido, se convertiría en el primer Papa africano en más de 1.500 años (después de Gelasio I, que nació al norte de África y asumió en el año 496 d.C.).

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Peter Turkson es un cardenal ghanés relativamente joven para ser el nuevo Papa (tiene 76 años), pero aun así es uno de los favoritos para suceder a Francisco. De ser elegido, sería el primer Sumo Pontífice africano es más de mil años aunque su postura conservadora mantendría la línea doctrinal tradicional de la Iglesia.

Ahora, acá es donde surge la conexión con la profecía del "Papa Negro" de Nostradamus, una interpretación que algunos relacionan a Turkson por su origen africano, aunque el término "Papa Negro" históricamente hace referencia al Superior General de los Jesuitas, conocido por su sotana negra.

En términos doctrinales, Turkson es un conservador clásico y se diferencia bastante de Francisco: se opone al aborto, el matrimonio igualitario y el fin del celibato sacerdotal, aunque tiene un estilo más cercano y dinámico que el de muchos de sus colegas europeos. Habla siete idiomas y lo describen como muy carismático y con una gran capacidad para la comunicación. Si fuera él el elegido, cambiaría enormemente la representación geográfica de la Iglesia, mostrando el crecimiento del catolicismo en África y Asia.

Con Francisco en el último tramo de su papado, la Iglesia ahora tendrá que decidir si sigue con un Papa europeo o si vuelve a poner al frente un Papa africano en más de un milenio.

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