Mark Carney se impuso ante el conservador Pierre Poilievre en las elecciones en Canadá. Su victoria significa una resurrección del partido liberal tras el colapso gubernamental de Justin Trudeau.
DEL ABISMO A LA VICTORIA
Canadá: Resurrección liberal con Mark Carney ante el caos Trump
La victoria de Mark Carney se debe mucho a Donald Trump. El liberal es la primera persona en convertirse en primer ministro de Canadá sin ser legislador.
Con más del 95% de los votos escrutados, los liberales se han hecho con el 43,4% de los sufragios, mientras que el Partido Conservador de Pierre Poilievre ha logrado el 41,5%. Mientras, el 6,5% de los votos fueron al soberanista Bloque Quebequés, el 6,2% a los socialdemócratas del NDP y el 1,2% al Partido Verde.
Sin embargo, los resultados, publicados este martes (29/04) por la mañana, sugirieron que los liberales se quedaron lejos de formar un gobierno mayoritario y, por lo tanto, necesitan el apoyo de sus rivales políticos para gobernar. Según supo The Guardian, los liberales lograron 168 escaños y los conservadores 144. 172 escaños son necesarios para la mayoría absoluta en el Parlamento.
Trump ayudó a liberales
Los liberales parecían encaminarse a una derrota aplastante. A finales de diciembre, Chrystia Freeland, ministra de finanzas de Trudeau y una de sus aliadas más cercanas, dimitió tras enterarse de que su jefe quería sustituirla por Carney para pulir las credenciales económicas de su impopular gobierno. Carney rechazó al funcionario y la mordaz carta de dimisión de Freeland sumió al partido en una profunda crisis.
El Partido Liberal había estado aproximadamente 20 puntos por detrás del Partido Conservador de Canadá, durante un año y medio, un reflejo del profundo desdén por Trudeau y la incapacidad de su gobierno.
Hasta que Trump a principio de este año comenzó a atacar la economía de Canadá y amenazar su soberanía, insinuando que debería convertirse en el estado 51 de Estados Unidos. Sus amenazas crecieron hasta el lunes electoral.
Las actitudes del republicano enfurecieron a los canadienses y avivaron un incremento del nacionalismo que ayudó al partido del primer ministro a cambiar la narrativa electoral y ganar un cuarto mandato consecutivo liberal.
Carney, sin experiencia como legislador, moldeó su candidatura electoral en función de las intimidaciones de Trump posicionándose para un rol global como defensor del multilateralismo frente a las políticas más proteccionistas del presidente estadounidense Donald Trump .
Su rival Pierre Poilievre, cuyo lema "Canadá Primero" y su estilo a veces mordaz provocaron comparaciones con Trump que podrían haberle costado la elección. Durante meses, los conservadores mantuvieron una amplia ventaja en las encuestas, que se desvaneció después de que Trump impusiera aranceles a Canadá y amenazara con anexar el país. Como respuesta, los canadienses rechazan los productos y viajes estadounidenses.
Carney apenas esperó un mes tras ser nombrado primer ministro para convocar elecciones anticipadas clamando el fin de la "relación especial" que unió a ambos países durante décadas.
Su primer discurso tras la victoria:
"Como he estado advirtiendo durante meses, Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua. El presidente Trump está tratando de quebrarnos para poder adueñarse de nosotros, pero eso nunca sucederá.
También habló de su intención de fortalecer las asociaciones con otros países, incluidos los de Europa. "Si Estados Unidos ya no quiere estar a la vanguardia del liderazgo mundial, Canadá lo estará", añadió.
Según analistas, la actitud tranquila de Carney y su experiencia financiera pueden provocar una respuesta más constructiva de Trump que la que el presidente dirigió a Trudeau, a quien menospreció como "gobernador".
Mark Carney
Tal como contó Urgente24, Carney ha prometido reducir los impuestos a la clase media y limitar el gasto público y el tamaño de la burocracia federal. Sostiene que Canadá debe combatir los aranceles de Trump con represalias dólar por dólar y diversificar las relaciones comerciales a mediano plazo.
Formado en la Universidad de Harvard y Oxford, en 2013 se convirtió en el primer gobernador no británico en los tres siglos de historia del banco central y la primera persona en dirigir dos bancos centrales del G7.Llegó a ello después de haber guiado a su país a través de la gran recesión de 2008 como gobernador del Banco de Canadá.
Esa experiencia en la gestión de crisis económicas internacionales se convirtieron en su mayor activo en la campaña electoral e hizo que su falta de experiencia en política no supusiera un inconveniente para quienes lo apoyaron.
Después de dejar el Banco de Inglaterra en 2020, Carney se desempeñó como enviado de las Naciones Unidas sobre finanzas y cambio climático. También formó parte del directorio de Brookfield Asset Management y fue presidente del directorio de Bloomberg.
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