Durante gran parte de 2025, el Gobierno de El Salvador, encabezado por Nayib Bukele, insistió en redes sociales que el país seguía comprando un Bitcoin por día. Mensajes oficiales, publicaciones de la Oficina Nacional de Bitcoin y reportes de holdings crecientes parecían confirmar una estrategia de acumulación constante, reforzada el pasado 4 de marzo, cuando Bukele aseguró que el programa seguía vigente y los fondos estatales superaban los 6.102 BTC.
INFORME CONTUNDENTE
¿El Salvador compró Bitcoin? El FMI demuestra lo contrario
Un contundente informe del FMI pareciera sugerir que, contrario a lo que se predicaba por X, El Salvador no estuvo comprando Bitcoin desde diciembre de 2024.
Sin embargo, tal como destacan desde BeInCrypto, la verdad detrás de los tweets quedó brutalmente expuesta: el Fondo Monetario Internacional (FMI) desmintió en su reciente revisión oficial que existieran nuevas compras desde diciembre de 2024. De acuerdo al informe publicado el 15 de julio (Artículo IV y primera revisión del programa EFF), “el stock total de Bitcoin mantenido por el sector público ha permanecido sin cambios desde la aprobación del programa”.
El truco detrás de Bitcoin
El FMI fue contundente, el aumento en los saldos de las billeteras públicas de Bitcoin no respondía a operaciones de compra, sino a movimientos internos entre distintos monederos estatales. Es decir, se consolidaron varias carteras en una sola, generando la ilusión de compras, pero sin desembolsar ni un solo dólar extra del Estado. La operatoria fue suficiente para mantener activa la narrativa en la comunidad cripto y medios internacionales, pero no pasó el filtro técnico del Fondo.
Esta maniobra fue confirmada por el propio FMI: “Los saldos reportados reflejan consolidaciones de monederos del sector público, no nuevas compras”.
Fin del estatus legal
La presión de los organismos multilaterales terminó marcando el rumbo: en enero, El Salvador eliminó el estatus de moneda de curso legal al Bitcoin y asumió el compromiso de no utilizar recursos públicos para nuevas adquisiciones.
Este giro representa una ruptura con la narrativa oficial de años anteriores, cuando El Salvador se posicionaba como el “experimento Bitcoin” ante el mundo.
Chivo en la mira y la promesa de transparencia
Otro punto caliente del informe del FMI apunta directamente contra el sistema Chivo, el monedero oficial promovido por el gobierno. El documento habla de “desviaciones menores” en el cumplimiento de los criterios de desempeño debido a irregularidades detectadas en la operatoria de Chivo.
Ante la presión del Fondo, el gobierno salvadoreño se comprometió a terminar totalmente la participación estatal en Chivo para finales de julio de 2025, desmantelar el fideicomiso público Fidebitcoin y avanzar con la publicación de la información financiera de las empresas estatales involucradas.
El futuro de la narrativa Bitcoin
La cuenta regresiva para la privatización de Chivo ya empezó y la comunidad cripto global mira de cerca si El Salvador cumplirá la palabra dada o volverá a priorizar el relato sobre la realidad. La presión para que el país adopte estándares de transparencia y disciplina de mercado es máxima.
El caso salvadoreño deja en evidencia que, en la pulseada entre relato y hechos, los números mandan. El FMI no solo desmintió la estrategia de “compra diaria” sino que puso fin —al menos por ahora— al experimento de usar fondos públicos para apostar al Bitcoin.
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