CONFIDENCIAL

REELECCIÓN EN RIESGO

Vidal y la gran paradoja del proceso electoral

La gobernadora sigue conservando altos niveles de popularidad. Sin embargo, el desprestigio de Macri en la provincia que gobierna le pone un techo a su intención de voto, incluso por debajo de su propio potencial.

El escenario electoral se volvió tan volátil en las últimas semanas que lo que parecía más factible ya no lo es, y viceversa. A partir de la estabilidad cambiaria que provoca un leve repunte de las expectativas económicas, Mauricio Macri comenzó a mejorar en las encuestas, lo que revitaliza su proyecto reeleccionista.

De acuerdo a los sondeos que se consulten, el Presidente protagoniza un empate técnico con la dupla Alberto Fernández-CFK o, al menos, se ubica a una distancia no muy lejana de la fórmula kirchnerista, lo que lo deja en una situación de competitividad.

Sin embargo, la recomposición de Macri no logra despejar la que es por estas horas la mayor incertidumbre. Esta es sí María Eugenia Vidal logrará su propia reelección como gobernadora de la provincia de Buenos Aires. Se trata de la mayor paradoja de este proceso electoral: Vidal, que sigue siendo la dirigente mejor valorada del país, podría enfrentar una derrota que no tendría tanto origen en su propia gestión como en el rechazo que despierta Macri en el principal distrito electoral

Se puede poner de esta manera: Vidal retiene todos los votos de Macri, pero Macri no retiene todos los de Vidal. O sea, es el Presidente el que le pone un techo a la intención de voto de la gobernadora, un límite que está muy por debajo de su potencial. Esto explica los fallidos intentos por desdoblar los comicios y vuelve una necesidad casi inexpugnable un masivo corte de boleta a favor de la mandaria provincial. 

Vidal podría ganarle en el mano a mano a su principal rival, Axel Kicillof. Pero al compartir ambos boletas con sus referentes nacionales, se producen 2 fenómenos simultáneos: por un lado, Kicillof se ve traccionado hacia arriba por la popularidad de CFK; por el otro, Vidal sufre el efecto inverso merced al desprestigio de Macri.  

El drama de Vidal es que, a diferencia de Macri, ella no tendrá un balotaje, una instancia de revancha en una 2da vuelta. Su suerte quedará sellada en octubre, en el comicio general.  Macri, en cambio, podría perder en ese turno, pero conseguir su reelección en noviembre. 

Es por eso que el consultor Carlos Germano se atrevió a aventurar que un escenario probable sería la de la reelección de Macri y la elección de Kicillof como gobernador.  La repercusión de esta mirada, consignada por Urgente24, habría motorizado la difusión de una supuesta encuesta que llegó al Instituto Patria y que expone una presunta recuperación de la gobernadora que puso nervioso al comando de campaña kirchnerista.

Vidal se encuentra en una encucrucijada. Por más obras, decomiso de drogas,  indicadores positivos que exponga o ayuda extra que reciba (se habla del desembarco de Martín Lousteau como parte de la campaña), no sería sino una recuperación de Macri en la provincia la que apuntale sus chances de reelección.  

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