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DOMINGO SIN FÚTBOL

TV insiste con carpinchos: pero no hay misterio: se multiplican en Nordelta porque allí no se los comen

El campeonato de fútbol no empezó y el mundial de clubes tiene descanso. Franco Colapinto decepcionó. Entonces, hablemos de carpinchos en Nordelta.

Aparecieron carpinchos muertos en Nordelta y se desató una nueva pelea entre vecinos y ambientalistas: 3 crías murieron por el bajo nivel del agua y eso causó un nuevo conflicto de propietarios contra defensores de los animales.

Los ecologistas sostienen que el lujoso barrio privado donde viven más de 50.000 vecinos (una verdadera ciudad en sí misma) ha avanzado sobre humedales y por ello los carpinchos regresan a su habitar natural.

Los “real state”, los que compran y venden las costosas unidades habitacionales del exclusivo conglomerado tienen una explicación mucho más terrenal y concreta:

Los carpinchos se quedaron a vivir en Nordelta porque aquí los vecinos no se los comen. Cuando nadan hacia el río abierto o hacia otras islas los pescadores y cazadores los liquidan de manera casi inmediata. Los carpinchos se quedaron a vivir en Nordelta porque aquí los vecinos no se los comen. Cuando nadan hacia el río abierto o hacia otras islas los pescadores y cazadores los liquidan de manera casi inmediata.

Un animal adulto puede pesar entre 35 y 65 kilogramos.

Se trata del roedor más gigantesco del planeta.

Embed - Los carpinchos se instalaron en el jardín de una casa de Nordelta y la dueña estalló

3 carpinchos perdidos por la bajante

El hecho ocurrió en la localidad de Rincón de Milberg, partido de Tigre, donde 3 crías murieron debido al bajo nivel de agua.

Por ese motivo, los vecinos más sensibles criticaron la construcción de los tablestacados de hormigón sin rampas porque impedirían que los animales puedan trepar.

Los preservacionistas dicen que la fauna está permanentemente en riesgo por culpa de Nordelta pero ocurre todo lo contrario.

Embed - ¿LOS CARPINCHOS INVADEN NORDELTA?

A ningún vecino de la sofisticada urbanización se le ocurriría matar un animal de este tipo y comerlo luego en un asado. Todo lo contrario ocurre con los isleños, acostumbrados a llevarlos a la parrilla desde hace muchos años. A ningún vecino de la sofisticada urbanización se le ocurriría matar un animal de este tipo y comerlo luego en un asado. Todo lo contrario ocurre con los isleños, acostumbrados a llevarlos a la parrilla desde hace muchos años.