El presidente saliente, Mauricio Macri, y el entrante, Alberto Fernández, se reencontraron en la Basílica de Luján, invitados por la Conferencia Episcopal Argentina para rezar por la Patria.
MISA POR LA PATRIA EN LUJÁN
Con Francisco de fondo, la Iglesia pidió a Macri y Alberto F. "no parcializar o desfigurar su mensaje"
En el marco de la Misa por la Patria en Luján, los presidentes saliente y entrante, Mauricio Macri y Alberto Fernández, respectivamente, Monseñor Jorge Eduardo Scheinig pidió dejar atrás las diferencias: "Todos sabemos que lo que está pasando en el mundo y en América latina no es fácil". Tomando como referencia constántemente a Francisco, Scheinig remató: "Dios nos dé la gracia a todos, especialmente a los gobernantes y dirigentes, de unirnos para que los pobres sean los más cuidados, a los que más queremos acompañar para que puedan conseguir su propia tierra, su techo, su trabajo".
En el marco del 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen, Monseñor Jorge Eduardo Schenig, obispo de Luján, llamó a "tomar conciencia. Somos conciente que estamos en un momento delicado del mundo, de la región y de nuestra Nación. Queremos caminar con los argentinos para consolidarla cada día más para que nuestra democracia se afirme".
"Agradecemos la presencia de todos ustedes, especialmente de usted presidente y de usted, presidente electo. Gracias. Gracias a gobernadores, funcionarios, sindicalistas, movimientos sociales. Es mucha la responsabilidad que les han dado. Ninguna persona en grupo o en soledad es la Patria. Todos somos la Patria.
En este lugar sagrado y con la confianza que nos da Luján, los invito a la unidad de los argentinos y las argentinas.
Somos un pueblo que siempre pone el hombro cuando se lo llama al esfuerzo.
Le hemos dado ideas al mundo y un Papa, el primero de nuestro continente.
La unidad es una tarea que nos compromete porque es muy frágil y la rompemos con facilidad", comenzó.
"La pelea que tenemos que dar todos es una pelea que entraña un compromiso muy serio que implica dar una batalla en la que muchas veces podemos ser sutilmente tentados por ese mal.
En la Patria, el otro es mi hermana y mi hermana. El odio se convierte en un sentimiento poderoso, oscuro y eficaz, que nos va carcomiendo. Debemos extirparlo urgentemente de nuestro corazón y del alma del pueblo porque hipoteca el futuro.
Todos sabemos que lo que está pasando en el mundo y en América latina no es fácil.
Nadie sobra en esta Nación. Si alguien o algunos viven tomados por el resentimiento y el odio, corremos el riesgo de ser funcionales a quienes no buscan el bien común.
Estamos agotados de tantos desencuentros y peleas. No se trata de una unidad homogénea sino de una unidad necesaria.
El Papa Francisco nos invita a pensar en la figura del poliedro para una unidad que integra armónicamente las diferencias.
Necesitamos escucharnos y volver a dialogar las veces que sean necesarias, un pacto social que perdure mucho más allá de lo que les toque gobernar.
En nuestro pueblo, los pobres son para nosotros, los cristianos, son personas que nos hablan de Dios. Por eso, nos oponemos a que sean reducidos a un hecho sociológico o macroeconómico. Deseamos que recuperen los derechos y las oportunidades a la que está llamada toda persona humana.
Dios nos dé la gracia a todos, especialmente a los gobernantes y dirigentes, de unirnos para que los pobres sean los más cuidados, a los que más queremos acompañar para que puedan conseguir su propia tierra, su techo, su trabajo.
Cuánto bien nos haría conocer el pensamiento del Papa de manera directa y no por quienes lo parcializan o desfiguran su mensaje.
Les pido un favor, decía Francisco, caminen juntos y cuídense. No se hagan daño, cuiden la vida, la naturaleza, los niños, los viejos, que no haya odios ni peleas ni envidia. No le saquen el cuero a nadie.
'No se olviden de este obispo que está lejos pero los quiere mucho. Recen por mí', decía Francisco", disparó.
Por su parte, el presidente electo, Alberto Fernández, también partició de la homilía ofrecida por el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, y la misa conducida por el titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, que se realizó frente a la Basílica de Luján.
Fernández estuvo acompañado por su pareja, Fabiola Yáñez. De la ceremonia participaron también varios dirigentes que acompañarán a Fernández en el gobierno: Santiago Cafiero, Felipe Solá, Marcela Losardo, Daniel Arroyo, Gustavo Béliz, Juan Cabandié, Gabriel Katopodis y Nicolás Trotta, entre otros. Además, participó el ex candidato presidencial Roberto Lavagna.