CÓRDOBA. El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, lanzó un ambicioso plan de financiación para los 426 intendentes y jefes comunales de la provincia habilitando recursos frescos ante la caída histórica de la recaudación. Sin distinción política, el mandatario provincial salió a asistir a los referentes municipales, la última línea estatal que ha quedado postergada ante el ajuste del Gobierno nacional.
CAMPAÑA
Martín Llaryora fideliza intendentes con recursos que Milei no les da
El gobernador Martín Llaryora anunció un plan de inversiones para todos los municipios de la provincia. Aguan en el desierto para los intendentes.
En ese orden, Llaryora puso a disposición de estos últimos un pacto fiscal (Acuerdo Federal) que comprende la disponibilidad de recursos por 112.881 millones de pesos. Ese monto se divide entre fondos de giro directo y un plan de financiación de deudas por 13.000 millones de pesos.
Con ese dinero en caja, la mayor parte de los intendentes y jefes comunales podrán darle algo de calor a sus respectivas gestiones que en su mayoría vienen frenadas hace tiempo. Cabe recordar que los municipios apenas registraron el arribo de algunos recursos nacionales en más de un año y medio, cuestión que se suma a la suspensión casi total de la obra pública y una caída interna de la recaudación local en el marco del frío económico generalizado.
Martín Llaryora se acerca
Además, Llaryora ponderó que los recursos disponibles podrán ser gestionados a necesidad por los intendentes, independientemente de sus banderas ideológicas. Esto implica que el Gobierno provincial no señalará cuál deba ser el destino de los fondos que cada jefe comunal disponga.
Durante el acto oficial de presentación del plan, el gobernador cordobés hizo hincapié en la eliminación de la discrecionalidad política a la hora de repartir el dinero disponible. Para ello, acercó a los intendentes de otros partidos como el PRO y la UCR, a quienes felicitó por su participación en el acto.
Dentro de los beneficiados con el plan estuvo el intendente de Río Tercero y presidente de la UCR Córdoba, Marcos Ferrer. Se trata de un aliado directo de Rodrigo de Loredo, diputado que pretende ser el polo opositor en la provincia y que en el marco de la campaña disparó una fuerte arremetida contra el Gobierno provincial.
De esa manera, Llaryora ampliaría su apuesta para consolidar su gestión como una “plural” en términos ideológicos, pudiendo entablar diálogos y alianzas con todos los partidos presentes en la provincia, aunque con el límite puesto en los polos kirchneristas y libertarios.
Córdoba capital no
El Acuerdo Federal de Llaryora abarca a todos los municipios y comunas de la provincia a excepción de la capital. En esa ciudad, comandada por Daniel Passerini, el PJ intenta dar un golpe de efecto a la gestión para poder retomar el rumbo de aprobación entre los vecinos.
Para ello, el aliado de Llaryora dispuso un cambio rotundo tras casi un año y medio de administración. El pasado lunes (28/4), el intendente avanzó con un pedido de renuncia abierta masivo a sus funcionarios y dispuso una reducción de la planta política en un 30%.
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