SUBCULTURAS JUVENILES
Qué hay después del fenómeno Wachiturro
Emos, floggers, turros. Las subculturas juveniles cambian con el tiempo. Qué es lo que viene.
07 de mayo de 2012 - 13:16
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Cada vez que ocurre un fenómeno masivo hay opiniones de diferente indole, algunas en contra otras a favor. El suceso musical del 2011 que continúa en 2012 aunque con menos éxito, son los Wachiturros. Que ahora fueron nuevamente noticia no por un nuevo hit, sino porque uno de sus integrantes, fue denunciado por la madre de una niña de 13 años por intento de abuso en la ciudad de Las Termas de Río Hondo, Santiago del Estero.
En el caso intervino el juez del Crimen de Segunda Nominación, Raúl Santucho, quien explicó a la prensa que la madre de una menor de edad radicó la denuncia en una sede policial por "el supuesto delito de abuso sexual sin acceso carnal".
"La causa está en una etapa preliminar. El individuo acusado del hecho está demorado en sede policial y estoy esperando los testimonios de las partes para evaluar y actuar en consecuencia, con esos elementos se buscará avanzar en la causa", explicó el magistrado, según el diario provincial El Liberal.
Testigos dijeron que la chica que denunció la agresión se encontraba con una amiga esperando, junto a otros fanáticos, en las afueras de un hotel céntrico la salida del grupo para sacarse una foto y pedirles autógrafos.
Aparentemente, al salir, la chica se acercó con ese objetivo a uno de los integrantes del grupo, cuya identidad no fue informada, quien la invitó a subir a la combi que iba a trasladarlos.
Habría sido allí, según la denuncia donde intentó abusar de ella, pero la chica se resistió y logró zafarse y escapar del vehículo.
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En minutos llegó al lugar la madre de la menor de edad y una policía, mientras la adolescente sufrió un shock nervioso.
La chica fue llevada al Hospital Zonal por una ambulancia donde fue revisada por un médico de guardia, a la vez que intervino la Oficina del Menor y la Mujer.
Este hecho salpica al grupo, ya que ellos se jactaban de diferenciarse del relato de la cumbia villera por proclamar un mensaje 'sano'.
Sin embargo, más allá del episodio particular de este grupo, los Wachiturros fueron emblema de una subcultura que emergía en la sociedad actual.
En septiembre de 2011 los 'turros' aparecían como el lado B de las tribus urbanas, un intento entre los extintos floggers y los cumbieros.
Los turros son un derivado de estas dos corrientes populares muy resistidas en general por casi todos los que no son cumbieros o floggers. La diferencia es que los turros mueren por el reggaeton tecno -tienen pasos de baile como en su momento tuvieron los floggers- y se visten con ropa de marca como La Martina, Lacoste, Kevingston y Nike.
Al principio, o sea hace apenas un año, eran en su mayoría chicos de hogares de clase media baja del norte del conurbano bonaerense que solían reunirse en el Unicenter Shopping, en Martínez.
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Esos encuentros terminaron por llamarse: Uniturros .
"Son muy nuevos... Veo que son chicos de sectores populares y creo que la utilización de ropa de marca es una identificación con la clase alta y que tiene que ver con este momento de alto consumo", opinó el sociólogo del Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Marcelo Urresti.
Al igual que los ex floggers utilizan los foros de Internet y los smartphones para exhibirse y comunicarse.
Podrían definirse como los "Pibes Chorros sensibles" o la evolución 3.0 de los seguidores de la cumbia villera.
En Internet abundan las fotos de chicos del mismo sexo besándose a contramano del perfil machista de otras tribus relacionadas con la cumbia o el reggaeton.
En realidad, los turros, de apariencia algo atemorizante o marginal, sólo se aglutinan para bailar y conocerse.
Los mensajes escritos casi en jeroglíficos, con faltas de ortografía a propósito, potencian aún más esa imagen "conurbana" que exageran en transmitir.
El lenguaje, sin duda, merece un párrafo aparte.
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"Todo piola" (todo bien), "ea gato" ( hey, vos), "alta yanta" (buenas zapatillas) y "wacho con ruedas" (chico con auto) son algunas de las muletillas que utilizan todo el tiempo.
"Los wachiturros se llaman wachis , por wachines , en referencia a su juventud. Y turro no es una mala persona como se definía antes, sino alguien que está a la moda", expresó Hooft, en una aproximación al significado del nombre de esta corriente juvenil.
"Hoy, un turro , o un wachiturro, es alguien que quiere tener muchos amigos, un grupo de pertenencia distinto al de la cumbia como si fuera un peldaño desde donde ascender socialmente", expresó María José Hooft, investigadora, autora del libro Subculturas juveniles, que se editó en 2008. Ella ubica el nacimiento de los turros hacia finales de 2009.
Los turros , con los wachiturros como expresión masiva, ya están entre nosotros. Y está visto que lograron hacerse visibles. Ahora, deberán 'meter' un hit en breve y reformular 'el pasito', sino pasarán al olvido como muchas otras bandas.