CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) La investigación por la muerte del exgobernador de Río Negro Carlos Soria tendrá hoy una jornada clave ya que brindarán declaración testimonial Martín Soria, hijo, intendente de general Roca y heredero político de Carlos, y la hija del mandatario fallecido, María Emilia, y el novio de ella, Mariano Valentín, quienes se encontraban en la chacra el día del hecho.
La hija de Soria y Valentín dormían en otra habitación de la chacra el domingo último cuando ocurrió la muerte del gobernador a causa de un disparo en el rostro. Los familiares del matrimonio “están muy dolidos, me dijeron que quieren declarar, que quieren contar lo que realmente pasó”, aseguró Alberto Ricchieri, abogado defensor de Susana Freydoz, única imputada en el caso que aún no prestó declaración. La viuda del mandatario provincial, en tanto, sigue bajo atención médica, en el domicilio de un familiar en la ciudad de Allen.
Los hijos prestarán declaración ante el juez Juan Pablo Chirinos, quien hasta ahora recibió el testimonio de los custodios del entonces gobernador que se encontraban en la chacra de General Roca la madrugada del 1 de enero.
El yerno sería el primero que llegó a la habitación matrimonial, quien habría evitado que Freydoz se quitara la vida y quien dio aviso pidiendo la ambulancia a los custodios.
Por otra parte, Martín Soria fue el primero en llegar a la escena del crimen desde el exterior de la chacra. Además, Soria tenía otros dos hijos: Mariano y Germán.
Fuentes judiciales señalaron que sólo ellos tres y los médicos que dieron las primeras atenciones al exgobernador estuvieron en la habitación matrimonial.
En una entrevista realizada por el diario Río Negro, Luis Di Giácomo, psiquiatra de Susana Freydoz reveló detalles desconocidos.
“No eran la familia Ingalls”, lanzó. También se refirió al actual estado de Freydoz, de quien dijo que se encuentra “perturbada”.
“En los momentos en que tiene conciencia clara de lo sucedido es invadida masivamente por el pesar, la angustia. Es decir: está situada en un estado de labilidad emocional muy profundo”, señaló.
El profesional se autodenominó como “un bombero en este caso, un profesional llamado por la familia de Carlos y Susana a fin de tratar una situación puntual”.
Además de atender a Susana, sobre quien reveló que se automedicaba con ansiolíticos, Di Giácomo era amigo personal de Carlos Soria y respondía a su voluntad política al frente del Concejo Delibertante de la ciudad de General Roca.
Así describió el vínculo que unía a la pareja:
–No era la familia Ingalls, que sólo existe para la televisión y los mundos idílicos que busca vendernos. No, nada de eso. Carlos y Susana conformaban una familia con mucha personalidad, con independencia de los contenidos que le dieron. Pero eran hacedores, personalidades fuertes, firmes en sus posturas... proactivos, con compromiso político que, en el caso de Carlos, tenía dictado genético desde sus padres, y que Susana había asumido y acompañado desde cuando conoció a Carlos, muy pibes. Era una pareja donde no había sometedor y sometido...
Y agregó: "Y aquí estoy hablando desde el conocimiento personal que a modo de experiencia tengo de la amistad que supimos construir. En consecuencia, por su naturaleza misma, en la pareja no necesariamente era ajena la conflictividad... Y criaron a sus cuatro hijos en ese marco cultural de ser protagonistas, de tener opinión, de decir lo que se piensa... Y los pibes hoy son identidades firmes, nítidas. En dos de sus casos, protagonistas decididos de la política, de lo público. Y Emilia y Germán, dedicados a sus profesiones, con opinión, convicciones. Susana fue una madraza de los pibes cuando Carlos, por las ausencias mismas de proyección política nacional –16 años– estaba muy ausente de Roca... Cuidó la tribu, curó, educó, los acurrucó. Y él jamás desprotegió... Fue, como todo gringo, muy familiero, caliente...".
Al preguntarle si Freydoz estaba muy medicada, Di Giácomo respondió.
–Sí. Automedicada... Fundamentalmente ansiolíticos. Típica cultura argentina: la banalidad del remedio con independencia de lo que el remedio puede generar en materia de dependencias, adicciones, etc., etc.
–¿Por qué se automedicaba?
–No es mi tema. Intervengo sí a partir de esa realidad: la automedicación. Es posible que dado que la familia venía de un año muy intenso, ansioso, excitante fundamentalmente desde lo político, bueno, ella buscara una respuesta por el lado de la automedicación. Pero reitero: soy bombero.