Elon Musk ya tiene su Mar-a-Lago y se llama Starbase

A unas 1.500 millas (2.414 Km.) de la Casa Blanca de Donald Trump, Elon Musk está a punto de dejar su sello en un nuevo gobierno tecno feudal, dijo Bloomberg. En Texas, SpaceX y Elon Musk consolidan una ciudad corporativa con la aprobación de empleados en polémica votación. Es su propia Mar-a-Lago, o mucho más porque controla el poblado entero, no sólo un club de campo.

Los residentes de Boca Chica, área adyacente al centro de lanzamiento de SpaceX en el sur de Texas, votaron ayer sábado 3/5, para convertir la zona en la ciudad de Starbase, Texas, un enclave controlado casi en su totalidad por empleados de la empresa de Elon Musk.

Con una población de 500 personas —el 90% vinculado a SpaceX—, la nueva municipalidad otorga a la compañía autoridad sobre zonificación, desarrollo urbano y regulaciones locales, marcando un hito en la expansión de modelos de gobernanza corporativa en USA.

No es poco que lo afirme Bloomberg, la agencia de noticias que nació de ex Salomon Brothers: gente del corazón de la Gran Manzana que, sin embargo, cuestionan a Musk. Probablemente por su rol de gran contratista del Estado en nombre de la influencia y la sinergia tecnológica.

Tanto The Wall Street Journal como Bloomberg son críticos de Musk. Ufff.

Elon Musk en una presentación de Space X.

Elon Musk y su visión de colonias espaciales autónomas hecha realidad por extraña votación

El nuevo poder de SpaceX en Starbase

Control regulatorio. La incorporación libera a SpaceX de depender del condado de Cameron para aprobar proyectos de construcción y comerciales. Ahora, un gobierno municipal de tres miembros —elegido sin oposición— administrará normas de ruido, tráfico y desarrollo, con Musk como principal propietario (posee 2,7 km2, incluyendo su casa en la "calle Memes").

La medida busca acelerar la construcción de viviendas para empleados (actualmente hay 3,100 trabajadores que viajan diariamente desde Brownsville) y consolidar infraestructura para el cohete Starship, proyecto clave para misiones a Marte.

Límites legales. Aunque Texas permite amplia autonomía a ciudades bajo 5.000 habitantes, Starbase no puede redactar sus propios estatutos. Además, la FAA y agencias estatales mantienen supervisión en lanzamientos y permisos ambientales.

Starbase, la ciudad corporativa

Starbase se suma a una tradición histórica estadounidense —desde las fábricas textiles del siglo XIX hasta los campus de Silicon Valley—, pero con un enfoque más agresivo: SpaceX ya patrulla la zona con seguridad privada, enfrentada antes a acusaciones de suplantar autoridades públicas.

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Starbase, el "condado" de Elon Musk

Resistencia local. Antiguos residentes como Homer Pompa (75 años) denuncian un "hostigamiento" para comprar sus tierras, mientras críticos como María Pointer alertan sobre restricciones a derechos de propiedad. Solo el 1% de la población actual es anterior a la llegada de SpaceX en 2019.

Influencia de Musk en Texas: El magnate ha trasladado sedes legales de sus empresas al estado, donado millones a distritos escolares y fundado escuelas propias. Su rol como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental federal amplía su peso en políticas públicas.

En relación al financiamiento, el gobierno de Starbase deberá generar ingresos vía impuestos —SpaceX es el mayor contribuyente— o donaciones, pero no ha detallado prioridades. Servicios como policía, bomberos o parques requieren fondos que podrían ligarse a la empresa.

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La ciudad que Musk está a punto de poseer en Texas

Relación con el condado

Eddie Treviño, juez de Cameron, admitió que la convivencia ha sido un «proceso de aprendizaje», pero advirtió incertidumbre sobre cómo manejarán conflictos futuros, como el control de la playa de Boca Chica —vetado por la legislatura estatal—. Aunque los funcionarios electos deben cumplir leyes de registros abiertos, SpaceX mantiene hermetismo: ni Musk ni los candidatos han revelado planes específicos, y la prensa enfrenta restricciones de acceso.

Este caso reaviva el debate sobre el poder de las corporaciones en la gestión pública. Alan Bojorquez, experto en derecho municipal, subraya que "una ciudad pequeña en Texas tiene más autoridad en zonificación que el estado", lo que podría incentivar a otras empresas a seguir el modelo. Para Musk, es un paso más en su visión de colonias espaciales autónomas, mientras críticos ven riesgos de un "feudalismo tecnológico" sin contrapesos democráticos.

Con Starbase, Elon Musk no solo redefine el futuro de la exploración espacial, sino que escribe un nuevo capítulo —polémico y pionero— en la intersección entre capital privado y gobierno local en USA.