El video de vigilancia de la celda de Jeffrey Epstein que el FBI y el Departamento de Justicia presentaron como "completo y sin editar" es en realidad un montaje profesional editado con Adobe Premiere Pro. Todo esto pone el dedo en la llaga de un caso sin resolver que guarda más misteriosos que cualquier otra cosa. Preparate.
VACÍO DE INFORMACIÓN
El video del FBI sobre Epstein es un montaje editado y le faltan 3 minutos
Los metadatos revelan que la filmación sobre Epstein estuvo manipulada con software, un hecho que la invalida como prueba judicial. Escándalo en el FBI.
Un análisis devastador de la revista WIRED no solo confirmó la manipulación, sino que destapó algo más grave: se recortaron deliberadamente casi tres minutos y el archivo fue "ensamblado desde al menos dos clips fuente, guardado múltiples veces, exportado y luego subido al sitio web del DOJ".
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Evidencia contaminada: el veredicto lapidario de los expertos sobre el caso Epstein
El hallazgo de la edición no es un mero tecnicismo. Los especialistas en análisis forense fueron contundentes: un archivo con estas características de manipulación jamás sería admitido como prueba válida en un tribunal. La cadena de custodia de la evidencia se rompió de manera irreversible.
Lo más inquietante es que el video presenta un salto abrupto en el timestamp que va de las 11:58:58 p.m. directamente a las 12:00:00 a.m., omitiendo un minuto completo. Pero ahora sabemos que no es solo un minuto: el análisis de metadatos reveló que el archivo había sido procesado y no era una exportación directa del sistema de vigilancia de la prisión.
Fuego amigo: la rebelión que no puede controlar ni Trump
El escándalo provocó algo sin precedentes: una guerra civil dentro del movimiento trumpista. Figuras mediáticas de la derecha y activistas conservadores apuntaron sus cañones directamente contra la fiscal general Pam Bondi, designada por Trump, acusándola de liderar un encubrimiento y exigiendo su cabeza.
La presión fue tan intensa que Bondi tuvo que salir a dar explicaciones durante una reunión de gabinete, donde intentó justificar: "El video no fue concluyente, pero la evidencia previa mostraba que se suicidó". Una explicación que convenció a pocos y enfureció a muchos.
La furia de las bases obligó al mismísimo Donald Trump a intervenir desde su red Truth Social, defendiendo a su funcionaria y pidiéndole a sus seguidores que "no pierdan el tiempo" con un caso que él mismo había prometido resolver durante su campaña. La polémica se convirtió así en un problema que ni el expresidente puede controlar, demostrando que la sombra de Epstein es más poderosa que cualquier lealtad política.
El misterio que persiste
El FBI aseguró que "mejoró el material relevante aumentando su contraste, equilibrando el color y mejorando su nitidez para mayor claridad y visualización", pero nunca mencionó que había sido editado con software profesional y ensamblado desde múltiples clips.
¿Por qué el FBI necesitó usar Adobe Premiere Pro para un simple video de vigilancia? ¿Qué contienen esos casi tres minutos que fueron deliberadamente recortados? ¿Quién fue el usuario "MJCOLE~1" que figura en los metadatos como el responsable de la edición?
La pregunta que ahora todos se hacen es si este video manipulado es el producto de una negligencia imperdonable o de algo mucho más siniestro. El tiempo dirá si la administración Trump tiene el coraje de investigar a fondo o si este escándalo quedará, como tantos otros, en la oscuridad de los archivos clasificados.
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