Dos días después de que el Papa Francisco ascendiera al Reino de los Cielos, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, el actual patriarca latino de Jerusalén, tomó un vuelo a Roma para sentarse en los aposentos de la Capilla Sixtina por el cónclave de los próximos días que elegirá al nuevo mandamás de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
CÓNCLAVE ABIERTO
Cardenal italiano como nuevo Papa: El Patriarca de Jerusalén pro-Palestina
Pierbattista Pizzaballa, el patriarca de Jerusalén, es uno de los favoritos a suceder al Papa Francisco. Está al frente de una comunidad de árabes palestinos y se ofreció a entregarse a Hamás.
Pierbattista Pizzaballa, de 60 años, es uno de los 135 cardenales que decidirán el nuevo rumbo del Vaticano y que podría ser elegido como el nuevo Papa a suceder a Francisco.
El Cónclave del que forma parte Pizzaballa, escogerá en estas semanas a un nuevo Pontífice, quien podría abrirse a un mundo atravesado por las tecnologías y por los movimientos LGTB (como lo ha hecho Francisco) o bien volver a un enfoque más tradicional para preservar los preceptos cristianos frente a la diversidad cultural y al crecimiento del extremismo en Europa.
Pizzaballa, figura indiscutida de la curia de Medio Oriente, ha sido nombrado patriarca de Jerusalén en el año 2020 tras haber sido custodio del Santo Sepulcro durante más de doce años.
Ahora mismo, su nombre resuena como uno de los favoritos a coronarse de gloria en el Cónclave. De convertirse en el nuevo Papa, el pueblo palestino tendría a un aliado en el sillón de San Pedro.
Con su llegada al Vaticano, si Dios y al menos 40 cardenales le conceden el honor, podría ayudar a mediar en el conflicto palestino- israelí y contribuir a que Gaza finalmente vea una luz al final del túnel.
En ese sentido, Pierbattista Pizzaballa, el Patriarca de Jerusalén, tiene contacto directo con la Sagrada Familia de Gaza, a la que el Papa Francisco llamaba por teléfono, pero a la vez mantiene una relación estrecha con miembros importantes de la comunidad judía de Jerusalén.
En octubre del 2023, ofreció entregarse a Hamás a cambio de los niños tomados como rehenes.
"¿Si estoy listo para un cambio? Cualquier cosa si puede ayudar a la libertad y a regresar a sus casas a esos niños. Ningún problema, tengo disponibilidad absoluta para hacerlo", dijo Pizzaballa, el patriarca latino.
Italiano, futbolero y que vela por los Palestinos: El posible nuevo Papa
Cuando el cardenal Pierbattista Pizzaballa, el Patriarca de Jerusalén, recibió la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, canceló todas sus citas y arregló sus maletas para dirigirse a la ciudad de El Vaticano.
Ese lunes 21 de abril, al salir de la sede del Patriarcado Latino de Jerusalén donde ha guiado a la congregación católica desde hace una década, un grupo de fieles y de asesores se le acercaron para rezar en árabe.
Pizzaballa, visiblemente conmovido, observó cómo rezaban en árabe por la muerte del Papa Francisco, pero también oraban por él.
“Que el Señor guíe tus pasos con su sabiduría, llene tu corazón con su Espíritu y esté contigo si es su oración que guíes su Iglesia”, le dijo uno de los fieles.
Aquella serenata improvisada y aquellos rezos, sin dudas, tuvieron para el cardenal un sabor agridulce de despedida. Es que los fieles sabían perfectamente de la posibilidad de que Pizzaballa, de 60 años, no retorne a ciudad Santa por convertirse en Papa.
Quién es Pizzaballa: abierto a entregarse a Hamás y por la paz en el Golfo
Pizzaballa nació en 1965 en la pequeña comunidad de Castel Liteggio en Bérgamo, la misma provincia en donde llegó al mundo de los vivos el Papa San Juan XXIII, apodado como el "Buen Papa Juan".
El cardenal italiano, que es uno de los favoritos a suceder a Francisco, sintió desde niño un profundo llamado a predicar en nombre de Dios. Por ello ingresó al seminario menor, donde finalmente se convirtió en miembro de la orden franciscana.
Fue precisamente en Bolonia, mientras estudiaba filosofía y teología, donde llamó la atención del cardenal Giacomo Biffi, un ultraconservador quien ordenó a Pizzaballa como sacerdote en 1990.
Unos años después de ello, Pizzaballa se dirigió a Jerusalén, donde estudió en el Studium Biblicum Franciscanum y se licenció en teología bíblica. Más tarde, estudió hebreo moderno y lenguas semíticas en la Universidad Hebrea de Jerusalén antes de incorporarse a la Custodia Franciscana de Tierra Santa, siendo el principal responsable de la población católica de habla hebrea.
En el 2020, finalmente, fue nombrado patriarca de Jerusalén tras haber sido custodio del Santo Sepulcro durante más de doce años. La iglesia que dirige está formada por palestinos y está abierta al diálogo interreligioso con el judaísmo.
Hace un tiempo, tras aquel fatídico 7/10/23 cuando Hamás atentó contra Israel, dijo que estaba dispuesto a entregarse al grupo terrorista si a cambio devolvían a los niños secuestrados.
El líder católico de Jerusalén, condenó en más de una ocasión al terrorismo, pero a la vez criticó los bombardeos de Israel en Gaza. De hecho, ha hablado a favor de la comunidad palestina, y a la vez, se ha mantenido en diálogo interreligioso con la comunidad judía.
En enero del 2024, dijo que con el Papa Francisco se habían "puesto al día sobre la situación humanitaria de la comunidad cristiana en Gaza, pero más en general de Tierra Santa, y sobre las posibles perspectivas, para ver si hay posibles canales de diálogo, para ver al menos cómo detener esta deriva que es cada vez más preocupante".
En cuanto al plano más mundano del cardenal, su familia ha estado ligada al fútbol ya que el primo de su padre fue Pierluigi Pizzaballa, un mítico portero italiano que llegó a jugar en la Selección.
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