River venció a Racing por 1 a 0 en los cuartos de final de la Copa Argentina y clasificó a semis, donde se medirá ante Independiente Rivadavia. En el Estadio Gigante de Arroyito, cancha de Rosario Central, el Millonario se impuso con gol de nada menos que Maxi Salas.
River 1- Racing 0: Salas no perdonó, y un Millonario opaco fue suficiente para la Academia
En la inexorable "Ley del Ex", Maxi Salas le facturó a Racing. River no brilló, pero fue inteligente para jugarle a una Academia poco creativa.
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20:12
Final del partido: River venció a Racing por 1 a 0
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20:10
Friccionado y pausado: el final es un reflejo de la tónica que tuvo todo el partido
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20:00
TARJETA ROJA EN RACING: Maravilla Martínez ve la segunda amarilla por un manotazo en la cara de Martínez Quarta
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19:59
Se adicionan 14 minutos por la demora previa a causa del humo de las bengalas
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19:51
El área Millonaria es una danza de agarrones: choques, sujeciones y jugadores caídos en el suelo, Racing y River se hacen sentir el rigor
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19:45
Los centros llovidos son un problema para el Millonario y la Academia, cada vez que puede, pone la pelota en alto
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19:37
El humo se disipa y el árbitro reanuda el partido
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19:35
Se sumaron las bengalas en las tribunas y el estadio se llena de humo por completo: ya van casi 10 minutos de demora
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19:27
Los inadaptados de siempre: cayeron bengalas al campo desde la tribuna, y el partido se detiene porque el arquero Cambeses no tiene visibilidad en su arco
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19:22
Racing va en busca del empate y los contragolpes son una tentación para River
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Comienza el 2T
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Final del 1T
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18:51
Por qué Juanfer Quintero no gravita en River
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18:43
Los pelotazos altos son muy incómodos de defender para River: o gana Martínez y Conechny, o la Academia gana las segundas pelotas
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18:39
El sector derecho de Racing es un problema y el Millonario encuentra espacios peligrosos constantemente
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18:30
¡Armani le ganó el mano a mano a Maravilla! VIDEO: El delantero estuvo a punto de convertir pero el arquero puso el brazo
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18:22
Gallardo abandona dogmatismos y River no presiona alto: espera y deja jugar a Racing, para que la Academia choque con sus propias limitaciones
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18:10
¡GOL DE RIVER! VIDEO: Salas le pone un moño a un buen contragolpe del Millonario
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Comienza el partido
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17:57
Maravilla Martínez vs. River: el duelo personal que tendrá el delantero con el Millonario
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17:40
Maxi Salas, Juanfer Quintero, Huevo Acuña, Marcos Rojo, Agustín Almendra, Bruno Zuculini: el partido de los "ex" que le pone picante a la semifinal
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VIDEO: "El que no salta es un traidor", el fuerte canto de la hinchada cuando Maxi Salas salió al campo de juego
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Realidades opuestas: de los 4 partidos sin ganar por un lado, a las 4 victorias del otro
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"Es una final y tenemos que ganarla": Racing llega con el cuchillo entre los dientes
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El único antecedente de Racing vs. River por Copa Argentina: aquella semifinal de 2012
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Equipos confirmados en Racing y River
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TV: Dónde ver Racing vs. River por Copa Argentina
En un marco espectacular, lo que sucedió dentro del campo terminó desentonando porque se movió demasiado en el terreno de la fricción y el rigor físico. Fue un duelo chato en términos futbolísticos, donde primó la velocidad, el juego en largo y el choque de cuerpos y las individualidades.
Era un duelo especial por los pasados de varios futbolistas: Maxi Salas, Juanfer Quintero, Bruno Zuculini y Huevo Acuña, todos ex Racing, y Agustín Almendra y Marcos Rojo, ambos ex Boca.
Fue un partido muy emocional, aunque no solo por eso. El Millonario llegaba muy dolido por la reciente eliminación de Copa Libertadores y por el cabildo abierto que fue el Monumental en el cotejo ante Deportivo Riestra.
Marcelo Gallardo, quizás por primera vez desde su regreso, tomó nota y abandonó los dogmatismos. Reconoció las falencias de su equipo para jugar con la vehemencia ofensiva que a él le gustaría, que se potenciaban, claro, con la desconfianza que acarreaban los jugadores Millonarios.
Así, adoptó una postura distinta a la que acostumbra (y que, hasta ahora, no le ha dado resultados). Más reactivo, decidió cederle la iniciativa a Racing para que sea la Academia quien avanzara con la pelota. El argumento, además de lo mencionado más arriba, escondía otra razón: llevar a que el equipo de Gustavo Costas se choque con sus propias limitaciones.
Racing necesita frenesí. Necesita partidos de ida y vuelta, explotar espacios, velocidad. Frente a eso, River buscó limitarle los huecos y se cerró en su campo, más cerca de su arco. Era un Millonario distinto. Y le funcionó.
La Academia careció de la creatividad suficiente para buscar otras vías que no fueran las de la pelota larga y los centros llovidos. Aun así, lastimaba. Con Maravilla Martínez (que al minuto 91´se fue expulsado por doble amarilla) y Conechny, también con las segundas pelotas, lograba ganar yardas y merodear cerca del arco de Armani. No era una mala idea tampoco, dadas las flaquezas que presenta todo el bloque defensivo de River en la actualidad.
Pero abusó de ese recurso. Con pocos espacios, le costó demasiado. El Millonario, por su parte, apostaba a los contragolpes y a explotar esos espacios que sí dejara una Academia que muchas veces se desordena. Así vino el gol del encuentro, tras una corrida de Colidio, un pase al medio y el gol de Salas, al minuto 5´.
Un tanto tempranero, que Salas no gritó por respeto a la Academia. A pesar de las provocaciones de la tribuna racinguista (al principio le cantaron "traidor" y durante el partido hasta le arrojaron una zapatilla), el delantero se mantuvo estoico; imperturbable.
"Para mí fue normal. Siempre estoy tranquilo, en las buenas y en las malas mi tranquilidad nunca cambia", aseguró Salas al final del cotejo.
A pesar de algunos acercamientos, ninguno de los dos brilló en su juego. La tónica que se mantuvo fue la del choque, el de la fricción. El de los agarrones en las áreas en cada córner o tiro libre, con el árbitro haciendo una pausa para lanzar advertencias.
Se jugó muy poco. Fue un partido opaco. En términos simbólicos pero también literales, porque a mitad del segundo tiempo las bengalas se prendieron en las tribunas y el humo copó todo el estadio. El cotejo debió detenerse durante unos 10 minutos. Tal fue así que el árbitro adicionó 14 minutos luego de los 90´regulares.
El final del encuentro tuvo algunos altercados. Empujones, zamarreos entre jugadores de ambos equipos. Las cámaras detectaron cómo Balboa le propinó un escupitazo al Huevo Acuña, despertando la furia del defensor. El propio Marcelo Gallardo tuvo que ir a separar, y también se vio cómo el Muñeco tuvo algún intercambio con el hijo de Costas, Gonzalo. Salas y Almendra también se dijeron algunas cosas.
Para River fue negocio. Era un partido que tenía que ganar. Debía ser pragmático. No importaba si no brillaba y no triunfaba con una lluvia de goles, tal como su cultura histórica se lo exige. Importaba ganar.
Colidio lo explicó tras la victoria. "Veníamos de un golpe muy duro. La Copa era el objetivo máximo. Sabíamos que hoy teníamos que ganar como sea, lo jugamos de esa manera", dijo.
"Sabíamos que teníamos que sacar todo lo que teníamos adentro guardado, la bronca que veníamos masticando. Ahora hay que apuntar a ganar todos los torneos que nos quedan, como el club lo demanda. Hoy era un partido muy importante para dar un primer paso para lo que viene. Nos sentimos en deuda con la gente porque la gente nos da mucho", añadió.









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