La reciente baja de tasas del 40% al 35% TNA por parte del Banco Central (BCRA) "pinchó las gomas" de la bicicleta financiera (carry trade) que se estuvo realizando en los últimos meses con el ancla cambiaria llevada a cabo por el Gobierno de Javier Milei.
CARRY TRADE
Se le pincharon las gomas a la bicicleta financiera (pero todavía sirve)
La reciente baja de tasas del 40% al 35% TNA por parte del Banco Central (BCRA) pudo haber provocado el fin del carry trade.
El carry en pocas palabras trata de aprovechar la estabilidad del dólar para hacer rendir los pesos a tasas altas y una vez el inversor crea conveniente tomar ganancia (desarmar su posición en pesos) compra dólares.
La reciente baja de tasas afectó el rendimiento de nuestra moneda local, lo que podría haber marcado el fin del carry trade; sin embargo, esto no sucedió.
Si seguimos de cerca la evolución de las Lecaps, bonos a tasa fija, podemos ver como la tasa (tanto TNA como TIR) fue comprimiendo con el pasar de los días. Al 25 de octubre, las Lecaps, Letras del Tesoro Capitalizable en pesos, rendían a una TNA superior al 48%, como el caso del S12S5.
Al 31 de octubre, 1 día antes del anuncio de baja de tasas del BCRA, estos bonos tenían un rendimiento (TNA), como en el caso del S12S5, de hasta el 43,34%.
Tras el anuncio los rendimientos bajaron todavía más
Para este viernes (15/11) las Lecaps rendían como mucho a una TNA del 35,36% (como el caso del S13D4)
Hoy, a pesar de que diciembre, estacionalmente, es un mes de estrés para Argentina, en los últimos días se dieron un par de circunstancias que nos permiten creer que al carry puede seguir a pesar de la baja de tasas. Los motivos principales son:
- Efecto blanqueo y la enorme cantidad de dólares que ingresaron al sistema
- El alto volumen de compras del BCRA en el MULC (octubre récord)
- La victoria de Donald Trump (y con amplia diferencia) como presidente de Estados Unidos
- Riesgo país por debajo de los 800 puntos básicos
- Un dólar financiero (MEP y CCL) que no cambió su tendencia bajista con el anuncio de la baja de tasas.
- La continuidad de la euforia del Merval y los bonos a pesar del golpe que se llevó Brasil y emergentes con el dólar fortalecido de Trump.
Un riesgo país que permite soñar con entrar el mercado de capitales internacionales a tasas razonables.
Un dólar MEP que sigue bajando a pesar de la reducción de las tasas de interés, llegando a perforar incluso el piso de los $1.100.
Un Merval inalterado por la turbulencia en Brasil y emergentes
Tal como informó Urgente24 en: Cambio de flujos, devaluación en Brasil y su impacto en Argentina
Los flujos de capital hacia los mercados emergentes registraron en octubre su nivel más bajo desde abril, la devaluación en Brasil lo reflejó, y alcanzaron apenas US$1.900 millones netos, según el Institute of International Finance (IIF).
Esto contrasta marcadamente con el promedio mensual superior a US$40.000 millones observado en meses anteriores.
Este descenso subraya la fragilidad del sentimiento inversor en un contexto de mayores riesgos geopolíticos y de mercado, marcado por las elecciones presidenciales en Estados Unidos y la escalada de tensiones en Medio Oriente.
La fuerte devaluación del real brasileño está comenzando a generar inquietud en los países vecinos, al abaratar los precios en Brasil para los ciudadanos de naciones fronterizas. Este fenómeno podría desencadenar un nuevo desvío de consumo hacia las zonas limítrofes, especialmente en regiones con conexiones terrestres, replicando el éxodo de consumidores uruguayos hacia Argentina experimentado en 2023 debido a la brecha cambiaria.
En lo que va del año, el real acumula una depreciación superior al 19% frente al dólar estadounidense, pasando de 4,8407 reales por dólar en diciembre de 2023 a 5,7648 reales al cierre del viernes, según el Banco Central do Brasil. Esta caída representa una pérdida de 0,9241 reales frente a la moneda norteamericana.
La debilidad del real también se refleja en su comparación con otras monedas regionales. Frente al peso uruguayo, el real se depreció un 7,19%, cayendo de 8,41 pesos por real a 7,805 pesos en la última jornada registrada. El mínimo del año se alcanzó el 1 de agosto, cuando cotizó a 7,218 pesos según el Banco Central del Uruguay.
El carry trade en la historia argentina
Tal como informó Urgente24 en: ¿Cómo terminaron las bicicletas financieras que vivió Argentina en los años 70, 90 y 2018?
1-“El que apuesta al dólar, pierde”
José Martínez de Hoz, primer ministro de Economía del dictador Jorge Rafael Videla. fue inventor de una "tablita cambiaria".
“Joe” pudo controlar temporalmente la inflación tras abrir de manera indiscriminada la importación lo que motivó un aguda desindustrialización y pérdida de fuentes laborales.
Las tasas de interés treparon por encima de la inflación pero Martínez de Hoz armó un esquema de devaluación planificada (el crawling peg de los 70) lo que impulsó a muchos empresarios a tomar dinero y ponerlo a plazo fijo para disfrutar de la “plata dulce”.
En caso de no ser abonada, contaba con la garantía del 100% por parte del Banco Central. Todo lo perdería el Estado.
El sistema era inviable: y significó el nacimiento de la "Patria Financiera" que coexistía con un notorio atraso cambiario.
En 1981 Martínez de Hoz abandonó la "tablita" y devaluó, poco antes de dejar el cargo.
El nuevo presidente militar golpista, el general Roberto Viola, nombró como Ministro de Economía a Lorenzo Sigaut quien descerrajó la célebre frase: “el que apuesta al dólar, pierde”.
Sin embargo, el fin de la bicicleta significó que se desatara una escalada hasta entonces inédita de devaluaciones seguidas por altísima inflación.
2-“Los depósitos en dólar, garantizados por una Ley del Congreso Nacional”
El Plan de Convertibilidad consistió en un sistema monetario lanzado en marzo de 1991: su creación tuvo como foco detener la hiperinflación que había arrasado la última etapa del gobierno de Raúl Alfonsín y los casi dos primeros años de Carlos Menem.
Mientras un peso era convertible por un dólar y el país llegó a tener deflación, en Estados Unidos, tras el colapso de la Unión Soviética la economía volaba y por ello la tasa Libor no paraba de subir.
Buscaba también la Reserva Federal de USA enfriar una economía que volaba durante los dos mandatos de Bill Clinton.
Resumen: garantizada la convertibilidad, se podía ganar 8 ó 9 % anual en dólares colocando el dinero fuera del país.
Fue una bicicleta con cambio fijo y suculentos dividendos en la que entraron también muchos inversores locales y extranjeros. Una fiesta del “uno a uno” en la que nadie quería quedarse afuera.
Como en los 70, hubo apertura de importaciones y eso le permitió a la población acceder a productos internacionales a muy bajo precio durante un tiempo hasta que sobrevino otra depresión y una desocupación del 15% de los argentinos.
El derrumbe fue más lento que con los militares, pero terminó con una de las peores crisis de nuestra historia: el colapso de 2001.
3-La Bicicleta del dólar y el fin de Juntos por el Cambio
La tercera gran bicicleta ocurrió en 2018, cuando los inversores que habían adquirido bonos en pesos perdieron la confianza en el gobierno de Mauricio Macri y huyeron en estampida tras varios meses de obtener ganancias siderales.
El Banco Central llegó a vender en un solo día casi U$S 1,500 millones de sus reservas para contener el valor de la moneda, pero todo resultó infructuoso.
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