Xi Jinping se prepara para fortalecer su motor económico interno mediante una batería de políticas destinadas a apuntalar el consumo doméstico. Según un artículo de China Daily, el lanzamiento de una nueva tanda de bonos de muy largo plazo forma parte de una estrategia que apunta a proteger la recuperación de la demanda en el segundo semestre del año.
PARA SOSTENER EL CRECIMIENTO
El plan de Xi Jinping para aumentar el consumo en China
Con un ambicioso programa de estímulos fiscales, el gobierno de Xi Jinping busca consolidar la recuperación a través del gasto de los hogares.
Un plan de consumo y estímulos fiscales
El gobierno chino reservó 300.000 millones de yuanes (US$ 42.000 millones) en bonos especiales para financiar programas de intercambio de bienes (trade-in), que incluyen desde electrodomésticos hasta artículos electrónicos y automóviles.
El primer tramo, de 162.000 millones, se distribuyó entre enero y abril, con más bonos previstos en julio. Zhao Wei, economista de Shenwan Hongyuan Securities, indicó al medio que de agotarse estos fondos, no se descarta incrementar más las asignaciones este mismo año.
Las ventas ya muestran impacto real
Los datos oficiales indican que el comercio minorista registró en mayo la mejor performance mensual desde 2024, con un avance del 6,4% anual. Las ventas minoristas urbanas crecieron 6,5% y las rurales 5,4%.
Las familias aprovecharon los beneficios para renovar electrodomésticos (+53%), productos de comunicación (+33%), suministros de oficina (30,5%) y muebles (+25,6%).
Liquidez continua para sostener la demanda
Para acompañar el impulso al consumo, el Tesoro emitirá 11 bonos “ultra-largo plazo” en el tercer trimestre, y el Banco Popular de China respaldará el programa con liquidez dirigida a fabricantes y distribuidores. Además, se impulsarán herramientas de crédito para empresas de renovación del hogar y línea de financiamiento rápida para productores tecnológicos.
Contexto de consumo en ascenso
La expansión del consumo es la respuesta a un desgaste en otros motores económicos. Con la manufactura debilitándose—PMI de junio en 49,7—, este giro hacia lo interno busca compensar la caída del sector exportador. Además, el primer trimestre cerró con un crecimiento del PBI del 5,4%, impulsado por el consumo y las ventas minoristas, aunque los analistas advierten que los estímulos deberán fortalecerse para sostener este ritmo.
Riesgos y sostenibilidad del plan de crecimiento
Pese al impulso, persiste el temor de que el consumo se impulse a corto plazo y luego se desacelere si no hay respaldo continuo. Además, el avance hacia una economía más orientada a los servicios y menos dependiente de bienes físicos requerirá subsidios más estructurales en sectores como salud, turismo y atención a personas mayores.
Por su parte, el índice de confianza entre consumidores mostró mejoría sostenida en el primer trimestre de este año: un 54% de los encuestados se sienten financieramente mejor que el año pasado, según Deutsche Bank. El consumo en línea también creció un 7,3%, representando casi un cuarto de las ventas minoristas totales.
China da pasos decididos para consolidar un modelo económico más autónomo, centrado en fortalecer el consumo interno como eje del crecimiento. Inyecciones fiscales vía bonos, incentivos a renovación de bienes y respaldos financieros apuntan a dinamizar una demanda que será crucial ante un escenario externo desafiante.
Aunque los primeros resultados son alentadores, la sostenibilidad dependerá de mantener políticas consistentes a medio plazo, extendiendo el apoyo al sector servicios y reforzando la seguridad social.