Donald Trump y Wilson Fisk: Dos caras de la misma moneda

Donald Trump y Wilson Fisk, el villano de "Daredevil", comparten más de lo que parece. ¿Casualidad o guiño de Marvel? Un análisis que te va a sorprender.

Por GERMÁN MOLKUC

¿Donald Trump y Wilson Fisk son la misma persona? Obviamente no, pero los parecidos entre el presidente de EE.UU. y el villano de Daredevil son tantas que parecen dos gotas de agua. Entre su historial delictivo y sus seguidores ultra fieles, Marvel prácticamente convirtió a Kingpin en una versión ficticia de Trump, y las coincidencias son imposibles de ignorar.

Criminales, outsiders y dueños de su propia torre

Lo primero que salta a la vista: los dos tienen prontuario. Trump hizo historia como el primer presidente de EE.UU. condenado penalmente, algo que hasta hace poco parecía impensado. ¿Lo frenó para postularse de nuevo? Para nada. Fisk, por su parte (interpretado por Vincent D'Onofrio), pasó varias temporadas preso en Daredevil, y sin embargo terminó siendo electo alcalde de Nueva York en la nueva serie de Marvel, Daredevil: Born Again. Lo loco es que en ambos casos, su pasado delictivo no solo no les jugó en contra, sino que hasta los hizo ver como víctimas del sistema.

Y si hablamos de popularidad, los dos tienen una hinchada feroz. El trumpismo es una de las fuerzas políticas más leales y radicalizadas en EE.UU., con seguidores dispuestos a todo, como se vio el 6 de enero de 2021 cuando atacaron el Capitolio. Fisk, en el MCU, no se queda atrás: sus seguidores lo bancan a muerte y creen que solo él puede devolverle el orden a Nueva York. No importa qué tan turbio sea, su gente lo defiende con uñas y dientes.

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Tanto Trump como Fisk tienen un pasado criminal, pero lograron ser electos a pesar de ello. Además, llegaron a la política como outsiders, prometiendo "arreglar" el sistema y captando una base de seguidores leales.

Encima, los dos llegaron a la política como outsiders, sin experiencia pero con un discurso populista. Trump vendió la idea de que iba a "drenar el pantano" de Washington, y Fisk prometió terminar con la corrupción de los políticos tradicionales. Sus campañas fueron parecidas, con un eslogan pegadizo: "Fisk Can Fix It" ("Fisk puede arreglarlo", con gorritas incluidas), un primo cercano del "Make America Great Again" de Trump. Y a la gente le copó la idea de un líder fuerte, dispuesto a hacer lo que sea necesario.

Para cerrar con broche de oro, los dos tienen su propio rascacielos en Nueva York. La Torre Trump es un ícono del imperio del expresidente, su ex hogar y la sede de sus negocios. En los cómics, Fisk tiene su propia torre, símbolo de su poder como jefe del crimen. En el MCU todavía no se la dieron, pero no sería raro que aparezca en algún momento.

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Trump y Fisk usan eslóganes similares, como "Make America Great Again" y "Fisk Can Fix It". Además, ambos poseen torres representativas de su poder y son líderes en ciudades clave como Nueva York.

Escándalos familiares, enemigos y balas en la cara

Otro punto en común: sus mujeres prefieren mantener distancia. Vanessa Fisk, en Daredevil: Born Again, deja claro que no le interesa la vida pública ni la exposición que conlleva ser la esposa del alcalde. Con Melania Trump pasa algo parecido: en la mayoría de los actos importantes, brilla por su ausencia, y cuando aparece, su lenguaje corporal dice todo. Como si fuera poco, las dos mujeres tuvieron que lidiar con las infidelidades y escándalos de sus maridos, otro motivo para no querer estar al lado de ellos demasiado tiempo.

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Tanto Vanessa Fisk como Melania Trump prefieren mantenerse al margen de la vida pública. Ambos enfrentan escándalos matrimoniales y distanciamiento, mientras lidian con las implicaciones de estar al lado de sus maridos.

Después está el tema de cómo eliminan a sus rivales. Fisk, en cuanto asumió, empezó a mover los hilos para sacarse de encima a cualquiera que pudiera hacerle sombra. Ya en el segundo episodio de Born Again, lo vemos amenazando y chantajeando a un comisario que está obsesionado con bajarlo del poder. Trump, por su parte, no usó puños ni sicarios, pero sí destruyó a sus enemigos políticos con campañas de desprestigio, amenazas y despidos fulminantes a funcionarios que no le eran 100% leales.

Pero si hay algo que realmente los une es que ambos se obsesionaron con ciertos grupos y los convirtieron en su enemigo público número uno. Fisk, en Born Again, hizo de los vigilantes su blanco: no quiere saber nada con héroes enmascarados y está decidido a erradicarlos. Trump, por su parte, apuntó contra los inmigrantes, endureciendo políticas y usando discursos que incentivaron el odio contra las minorías. En ambos casos, vendieron la idea de que estos grupos eran el problema y que ellos eran la solución.

Ahora, la coincidencia más llamativa: ambos recibieron un tiro en la cabeza… y sobrevivieron. Fisk fue baleado en Hawkeye por la superheroína Echo, pero salió vivo, aunque perdió la visión de un ojo. En la vida real, Trump sufrió un atentado en 2024, cuando un francotirador le disparó durante un mitin. La bala o una esquirla le rozó la oreja, y aunque fue una herida leve, la usó para fortalecer su imagen de líder indestructible.

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Fisk y Trump se enfrentan a rivales con tácticas sucias, apuntando a enemigos específicos. Además, los dos sobrevivieron a un intento de asesinato, reforzando su imagen de líderes indestructibles e invulnerables.

Al final del día, tanto Fisk como Trump creen que son los únicos capaces de salvar a su gente. Convencidos de que solo ellos tienen la visión y la fortaleza para cambiar las cosas, construyeron un relato en el que son héroes incomprendidos, atacados por los poderosos, pero amados por el pueblo. ¿Casualidad que Marvel haya hecho a Fisk tan parecido a Trump? Puede ser, pero cuando ves todas estas coincidencias, es difícil no pensar que hay algo más detrás.

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