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ELECCIONES TRASCENDENTALES

Groenlandia decide su futuro ante la amenaza Trump y el Ártico en juego

Entre la marea independentista resucitada, tensiones con Dinamarca y temor por Donald Trump, Groenlandia celebra elecciones parlamentarias cruciales.

Este martes (11/03) Groenlandia celebra elecciones parlamentarias ante la atenta mirada de todo el mundo. Principales temas que giran en la mente de los votantes: independencia desarrollo económico, expansionista Donald Trump y relaciones con Dinamarca y Estados Unidos.

Los comicios en la isla son los más significativos en años. El presidente norteamericano provocó la resurrección del espíritu independentista groenlandés con su intención de adquirir el territorio autónomo “para efectos de seguridad nacional y libertad en todo el mundo” utilizando la fuerza militar y económica si fuera necesario.

Groenlandia, fue colonia danesa hasta 1979 cuando se convirtió en territorio autónomo asociado al estado de Dinamarca. Desde hace años que busca la independencia total. Desde 2009, Groenlandia tiene derecho a declarar su independencia mediante referéndum.

La visión expansionista de Trump condujo a todos los partidos, excepto uno (Atassut), a prometer activar el proceso de independencia, que difieren en la velocidad a la que creen que debe lograrse.

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6 partidos disputan las elecciones parlamentarias de Groenlandia.

6 partidos disputan las elecciones parlamentarias de Groenlandia.

Hay 6 partidos en la papeleta electoral. Con 12 escaños en el Inatsisartut, el parlamento de Groenlandia, el partido más importante en las elecciones es Inuit Ataqatigiit (IA), que, liderado por el primer ministro Múte Egede, dirige la coalición gobernante.

El partido Siumut, liderado por Erik Jensen, es el segundo más importante, con 10 escaños. Durante los dos últimos años, ambos partidos han formado una coalición de gobierno.

Jensen, apoyado en las encuestas diarios nórdicos que revelan un rechazo rotundo (85%) a una anexión de Estados Unidos, prometió que si gana las elecciones, el partido activará el artículo 21 de la Ley de Autonomía, que prevé negociaciones entre los gobiernos de Groenlandia y Dinamarca sobre la posible independencia de la isla.

Hay una pieza clave para que la independencia sea posible: la autosuficiencia económica, que de momento está muy lejos de ser una realidad. En virtud del acuerdo actual, Dinamarca paga al territorio una subvención de 4.300 millones de coronas (580 millones de euros).

Pero el gobierno de Nuuk tiene pleno control sobre áreas estratégicas como sus recursos naturales, claves para el desarrollo de los dos futuros motores de crecimiento: la minería y el turismo.

Con 4 escaños, Naleraq es el mayor partido de la oposición de cara a las elecciones. El partido, liderado por Pele Broberg, ex ministro del gobierno. Es el partido más abierto a colaborar con Estados Unidos. Naleraq también ha prometido realizar una votación anticipada sobre la independencia.

Los otros son los Demócratas, con tres escaños, Atassut, con dos, y un partido relativamente nuevo, Qulleq, que se centra principalmente en la independencia.

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El primer ministro groenlandés, Múte Egede juno a su homologa danesa Mette Frederiksen.

El primer ministro groenlandés, Múte Egede juno a su homologa danesa Mette Frederiksen.

La mayoría de partidos y de la población defienden la separación de Dinamarca, pero la mitad del presupuesto de la isla depende de la ayuda anual de Copenhague y los intentos por aumentar los ingresos con su riqueza mineral y petrolera han fracasado de momento por las dificultades y el elevado coste de extracción.

La disputa entre USA y Dinamarca por Groenlandia ocurre en un momento de creciente tensión entre la isla y Copenhague, que sigue controlando su política exterior y de seguridad. La realidad es que Groenlandia no quiere estar bajo el yugo de nadie.

Expertos sostienen que Groenlandia intenta renegociar su relación con Dinamarca dentro del reino. El cambio en el escudo de la casa real de Dinamarca que reafirma soberanía sobre la isla demuestra que el nuevo reino apoya la política del estado, que es preservar la unidad del reino.

El primer ministro groenlandés, Múte Egede, acusó recientemente a Dinamarca de genocidio en respuesta a las investigaciones del escándalo de los anticonceptivos forzados de los años 1960 y 1970. En el discurso de Año Nuevo de Egede, aceleró los llamados a la independencia de Groenlandia y pidió que se eliminen los "grilletes de la era colonial".

Ártico

Múte Egede, sostiene que Groenlandia "no estaba en venta y nunca lo estará". De hecho, recientemente acusó a Trump de ser “impredecible” y dijo que no había tratado a los groenlandeses con respeto luego de su nueva insistencia desde el Congreso en ante el que dijo que adquiriría Groenlandia “de una manera u otra”.

Sin embargo, acoge con satisfacción el interés empresarial estadounidense en la minería y el turismo. Incluso ya ha iniciado un diálogo y empezado a explorar las posibilidades para cooperar con Trump.

El Ártico, rica en recursos naturales y ubicación estratégica, se ha convertido en un escenario de creciente hostilidad entre las principales potencias mundiales. La obsesión de Donald Trump por Groenlandia parece deberse a la ventaja de Rusia en la región en la carrera para dominarlo.

Rusia goza de superioridad en varios ámbitos. Ha remodelado antiguas bases soviéticas en el Ártico, es líder en la explotación de las riquezas de allí, tiene puertos y docenas de buques rompehielos muchos de ellos de propulsión nuclear, y otros chinos y barcos de ambas armadas que patrullan conjuntamente.

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Moscú usa a su favor la desventaja norteamericana en el Ártico para seducir a Donald Trump con proyectos conjuntos en la región.

Moscú usa a su favor la desventaja norteamericana en el Ártico para seducir a Donald Trump con proyectos conjuntos en la región.

Moscú usa a su favor la desventaja norteamericana en el Ártico para seducir a Donald Trump con proyectos conjuntos en la región en medio del deshielo creciente entre Rusia y USA con la condición de alcanzar una tregua favorable a Moscú en la guerra de Ucrania.

Rusia y Estados Unidos ya están discutieron una posible cooperación en proyectos energéticos en el Ártico que empezarían con un alto el fuego permanente en Ucrania.

Tal como contó Urgente24, el director del Fondo Ruso de Inversión Directa, Kirill Dmitriev, dijo a los periodistas antes de las conversaciones en Arabia Saudita que Moscú considera inevitable el regreso de las empresas estadounidenses.

Dmitriev recordó que las grandes petroleras estadounidenses alguna vez prosperaron en Rusia y que sería imprudente que no volviera a ocurrir. Esta certeza ya ha convertido a las petroleras en las grandes socias de Vladimir Putin en el lobby ante Donald Trump.

Si bien Putin ha ordenado el desarrollo de tecnologías nacionales de perforación y exploración, los expertos rusos admiten que el país sigue dependiendo de los equipos occidentales. La tecnología de fracturación hidráulica, vital para aumentar la producción de pozos, todavía se obtiene de países hoy "hostiles", y los componentes clave, como los sistemas rotativos direccionales, son 100% importados.

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