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DATOS DEL INDEC

La línea de pobreza en junio fue de $1.128.398 para una familia "tipo"

Se publicaron las canastas básicas, que miden la línea de indigencia y de pobreza. Aumentaron 1,1% y 1,6% respectivamente intermensual.

Aumentaron en junio 1,1% y 1,6%, respectivamente.

La línea de indigencia para un hombre adulto fue de $163.757. Por su parte, la línea de pobreza fue de $365.177.

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La CBA marca la línea de indigencia y la CBT, la de pobreza.

La CBA marca la línea de indigencia y la CBT, la de pobreza.

Tanto la CBA como la CBT aumentaron interanualmente menos que la inflación, las canastas acumularon 28,7% y 29,2% respectivamente, contra un índice de precios de 39,4% interanual.

Los salarios, desde junio del año pasado hasta abril pasado (último registro publicado por el INDEC) llevan acumulado un incremento del 48,7%.

En el acumulado anual, la CBA acarreó un crecimiento de 12,6%, mientras que la CBT acumuló en el primer semestre 10,1%.

La CBA de junio para una familia tipo de dos adultos y dos menores fue de $506.008, mientras que la CBT ascendió a $1.128.398.

Inflación

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró en junio un aumento del 1,6% mensual, según los datos oficiales publicados por el INdEC, marcando así un leve repunte frente al 1,5% de mayo. Si bien la inflación se mantiene en niveles considerablemente más bajos que los de fines de 2024, el dato refuerza una señal que preocupa al equipo económico: la desinflación parece haber encontrado su piso.

En el desglose por rubros, Educación (3,7%) y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (3,4%) encabezaron los aumentos, seguidos por Bebidas alcohólicas y tabaco (2,8%) y Recreación y cultura (2,5%). Por debajo del promedio general, se ubicaron Transporte y Comunicación (1,6%), Bienes y servicios varios (1%), Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,6%), y Prendas de vestir y calzado (0,5%), estos últimos con fuertes desaceleraciones.

La inflación núcleo —que excluye precios regulados y estacionales— habría mostrado una dinámica aún más moderada, aunque no fue informada de manera separada en este informe gráfico. No obstante, el rebote del índice general, tras tocar su mínimo en mayo, siembra dudas sobre la sostenibilidad del proceso de desaceleración que el Gobierno venía mostrando como uno de los principales logros de gestión.

El recorrido mensual confirma la pérdida de impulso en el sendero de baja: después de un marzo que cerró en 3,7%, la inflación descendió a 2,8% en abril y luego a 1,5% en mayo, pero junio interrumpió esa secuencia bajista.

¿Qué rubros presionan la inflación?

El aumento más significativo en junio provino del sector educativo, con una suba del 3,7%, probablemente explicado por ajustes en cuotas de colegios privados o cursos extracurriculares. También sobresalieron los incrementos en tarifas de servicios públicos, agrupados dentro del rubro de vivienda y energía, que subió 3,4% en el mes.

Otro dato relevante es el alza en bebidas alcohólicas y tabaco (2,8%), una categoría que, por su carga impositiva y hábitos estacionales, puede reaccionar con sensibilidad ante correcciones fiscales o aumentos de costos.

Por el contrario, alimentos y bebidas no alcohólicas, el rubro de mayor peso en la canasta básica, anotó una suba de apenas 0,6%, lo que colaboró a contener el avance del índice general. También el rubro de prendas de vestir y calzado, con un marginal 0,5%, ayudó a moderar la medición global.