El Merval cae 0,5% y en dólares retrocede un 1,4%, perforando nuevamente la barrera de los 2.000 puntos. El retroceso ocurrió pese a que el Tesoro logró colocar la totalidad de los vencimientos, pero el mercado leyó entre líneas: la tasa convalidada fue tan alta que generó más preocupación que alivio.
Venta de acciones y presión sobre bonos
En el panel líder, los bancos volvieron a quedar en la mira: Banco Macro cayó 3,5%, Supervielle perdió 2,7%, BBVA retrocedió 3,3% y Galicia protagoniza con una baja del 2,4%. En el panel general, Banco Hipotecario se desplomó 4,45%, arrastrando consigo a buena parte de las cotizantes financieras.
Los ADRs en Wall Street replicaron esa tendencia: Supervielle se hundió 5,3%, Macro 4,5%, Galicia 4% y Edenor 2,9%. Ni siquiera un clima externo más favorable logró contrarrestar la desconfianza que generó la última licitación del Tesoro.
Bonos en dólares
La deuda soberana bajo legislación extranjera también sintió el impacto. En la jornada, los títulos más operados cerraron con bajas: el GD35D perdió 0,9%, el AL35D y AL30D retrocedieron 0,5%, y el GD30D cayó 0,3%. Solo el AL41D y el GD46D se mantuvieron levemente positivos.
A pesar del traspié del día, los bonos acumulan subas mensuales considerables: el AE38D gana 3,3%, el GD46D avanza 2,6% y el GD30D suma 2,4%. Pero en el balance anual, el deterioro sigue siendo evidente. El AL29D muestra una pérdida acumulada de casi 11%, y varios papeles siguen en terreno negativo desde enero.
La licitación del Tesoro
El Tesoro logró adjudicar $8,56 billones, cubriendo el 100,12% de los vencimientos, pero el verdadero costo fue político y reputacional. Para tentar a los inversores internacionales, el Ministerio de Economía convalidó una tasa del 31,68% anual en dólares en el nuevo bono Bonte30, un nivel que el mercado interpretó como excesivamente elevado, incluso con una cláusula de rescate anticipado en 2027.
Con esta colocación, el Gobierno consiguió u$s 1.000 millones de dólares para reforzar las reservas, pero al precio de mostrarle al mercado cuán caro le resulta hoy conseguir financiamiento externo. El resultado fue inmediato: desarme de posiciones, suba del dólar financiero y baja generalizada de los activos locales.
Dólar financiero en alza
El MEP subió 1,3% y cerró en $1.179,45, mientras que el CCL avanzó 1,4%, hasta $1.192,07. La brecha entre ambos se desplomó a apenas 90 centavos, un mínimo técnico que no pasaba desapercibido: el spread cayó un 10% en la jornada y acumula un retroceso de más del 35% en el año.
El dólar oficial se mantuvo en $1.195, el mayorista en $1.180, y el dólar tarjeta subió 1,7% hasta $1.553,50. Las cotizaciones financieras reflejan un equilibrio precario, donde la desconfianza vuelve a presionar sobre la estabilidad cambiaria.
El recuerdo de Caputo
La tasa convalidada en el Bonte30 resucitó una vieja herida del mercado: la historia de los Botes emitidos durante la gestión de Luis Caputo. En octubre de 2016, el entonces secretario de Finanzas logró colocar US$ 5.000 millones en títulos TO23 y TO26. Aunque en los primeros meses los bonos llegaron a estar 20% arriba, su rendimiento total —asumiendo reinversión— fue desastroso: -82% en dólares.
Ese track record negativo todavía pesa. El mercado no olvida que fue Caputo quien estructuró aquellos bonos que terminaron en pérdida catastrófica para los inversores.
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