Hace dos años, se hablaba en casi todos los medios de la Unión de un “tsunami rojo” (el color de los republicanos) para las elecciones de medio término debido a la debilidad de los demócratas.
NINGUN "JARRON CHINO"
Los demócratas recurren al "viejo truco" de subir a Barack Obama en el final de la campaña
En 2022, en USA lo demócratas iban hacia una derrota parlamentaria segura. Apareció Barack Obama y lograron un empate. En 2024, repiten la fórmula.
Ese año, USA había llegado a una inflación superior al 9% anual: el galón de combustible en algunos estados había superado los 5 dólares y ese valor volvía impensable una victoria de los candidatos de Joe Biden.
Ante semejante panorama, la dupla Biden-Harris se aprestaba a convertirse un verdadero “pato rengo” ya que cada una de sus iniciativas podrían ser frenadas por un capitolio hostil.
Pero, una hábil jugada de los demócratas ayudó a cambiar las expectativas.
Barack Obama dejó su rol de “jarrón chino” (una pieza muy valiosa que nadie sabe dónde poner) y se metió de lleno en una contienda donde marchaban claramente en desventaja.
¿Resultado?
La irrupción del primer mandatario afro americano de USA, más errores groseros de Trump (prefirió candidatos mediáticos a políticos profesionales), permitieron el milagro. Los republicanos conquistaron la cámara baja pero perdieron en el Senado, donde la mayoría pasó a ser color azul (demócrata).
El carisma del Premio Nobel de la Paz inclinó la balanza en las semanas decisivas.
“El viejo truco de sacar a Obama de la repisa”
En 2024, ante una elección aún más crucial, el progresismo norteamericano no tuvo reparos en recurrir, una vez más, al poder estelar del ex presidente para que contagie a Harris en los metros finales de una carrera que nunca se detuvo a lo largo de cuatro largos años.
Estos mitines estridentes han sacudido a los votantes ya que compartieron escenario Kamala y Barack haciendo delirar a los propios.
Ambos, desempolvaron el “Yes, we can” (Si, podemos) que acompañó al primer presidente negro sentado en el Salón Oval de la White House en 2007.
En términos futbolísticos, estamos ante dos escenarios posibles:
1-Los demócratas se sienten seguros con su ventaja y ponen un delantero más para “cerrar” el partido
2-Los progresistas se sienten inseguros y mandan al arquero a cabecear un corner cuando faltan pocos minutos para terminar el match.
Kamala Harris busca sumar alegría que compense mensajes negativos de Trump
La popularidad de Obama es duradera, no se apaga, sigue siendo el único presidente desde Ronald Reagan que ha ganado dos elecciones presidenciales con más del 50% de los votos.
Mantiene intacto su ascendencia sobre las masas, es el ancho de espadas que todo partido político quiere tener en sus manos. Su sola presencia asegura la participación de otras “vacas sagradas” como el director de cine Spike Lee, el consagrado actor Samuel Jackson o la estrella del pop Beyoncé.