El corte deliberado del suministro de gas a Alemania a través del gasoducto Nord Stream I -de la empresa estatal rusa Gazprom- debido a supuestas “fallas técnicas” junto con el retraso de la inauguración de Nord Stream 2 y el incremento de la tasa mensual inflacionaria, impactan de lleno en sectores claves de la industria germana. El Estado alemán se está preparando para una recesión económica, según lo indicó el Institut fuer Wirtschaftsforschung (IFO) y el Banco Central.
En este 2022, la inflación alemana acumulada ha llegado a alcanzar un 6,9%. Mientras que la variación mensual del Índice de Precios al Consumo (IPC) ha sido 0,3%, siendo agosto el mes con un vertiginoso incremento de 4 décimas y superando en creces al anterior, según datos oficiales. Ello sumado a la disminución de la entrada de gas butano a Alemania cuando dicho Estado importa un 55% desde Rusia.
La interrupción voluntaria de Nord Stream I, excusada en problemas técnicos, es una venganza económica del gobierno de Putin ante las medidas de la UE y G7 como la fijación de un tope al precio al petróleo ruso como sanción de la invasión bélica a Ucrania. Nord Stream 2 aún no se halla en servicio por una estrategia geopolítica de Putin, dicho gasoducto conecta Rusia con Alemania y aportaría unos 110 mil millones de metros cúbicos de gas anuales.
El pasado 16 de agosto, el precio de la electricidad en el mercado mayorista alemán por megavatio-hora (MWh) superó los 500 euros y en el resto de Europa alcanzó los 250 euros: se vaticina que alcanzará los 1.000 en el 2023, según lo indicó Europa Press.
Del mismo modo, la reconocida empresa de gas y energía alemana, Trading Hub Europe, anunció, un día antes de la escalada del precio del megavatio, un nuevo impuesto sobre el precio del gas en 2,419 céntimos de euro por kilovatio hora (kw/h).
A pesar de una incipiente crecida en el salario real de los trabajadores alemanes en un 2,9 % interanual, entre abril y junio de este año, no pudo hacer frente al promedio de inflación en 7,6% en ese período. Asimismo, el IFO pronostica una caída del 0,4 % del PBI para el primer trimestre del 2023.
En relación a ello, Jörg Krämer, el jefe y economista de Comerzbank, cuarto banco más importante de Alemania, sostuvo que "el peligro de que se produzca una recesión aumenta". Coincidiendo con ello, el director de estudios coyunturales del IFO, Timo Wollmershäuser, afirmó que su nación se dirige hacia una "recesión invernal".
De igual forma, el Bundesbank advierte que el PBI puede disminuir debido a la actual crisis energética, trayendo una recesión en este último trimestre o en el 2023.
Recientemente, el Estado alemán había aprobado un paquete de medidas económicas tendientes a mermar la situación inflacionaria y la pérdida del poder adquisitivo. La comisión tripartita compuesta por el Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y el Partido Demócrata Liberal (FDP) habían acordado una ayuda de 650.000 millones de euros destinadas a empresas y estudiantes.
Por su parte, la presidenta de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB), Yasmin Fahimi, ha venido advirtiendo del colapso económico por la escasez de reservas de dicho hidrocarburo, con su consecuente afectación a las industrias de aluminio y vidrio.
En una entrevista para la agencia de noticias WELT, Yasmin Fahimi, la presidenta del DGB remarcó la necesidad imperante de una intervención estatal en materia tarifaria energética y en control del régimen de alquileres:
En tanto, la OTAN saca de la "galera" alternativas financieras y represalias ante las estrategias geopolíticas del Kremlin, y espera la estocada final de Putin, quien ha venido utilizando organismos públicos para propaganda política. Como el caso de la publicidad de Gazprom que muestra a Europa bajo hielo: "El invierno será largo", dice la melodía rusa.
Más contenido en Urgente 24:
Desde Intrusos, el Grupo América dispara contra Antonio Laje
¿Qué pasa en Radio Rivadavia? Cayó y sorprende La Red
El único hotel argentino elegido entre los mejores del mundo