FOCO Aron Ralston > alpinista > montaña

ENTRE LA PIEDRA Y LA PARED

Aron Ralston, el escalador que se cortó el brazo para liberarse de una piedra e inspiró "127 horas"

El alpinista Aron Ralston se cortó el brazo para liberarse tras quedar atrapado en un cañón en Utah en 2003. Su historia inspiró la película "127 horas".

Cinco días de agonía

Ralston era un apasionado alpinista que se encontraba explorando el Parque Nacional Canyonlands en Utah en abril de 2003, cuando ocurrió el accidente que cambiaría su vida para siempre. Aquel día soleado, al descender por el cañón, una roca de gran tamaño se desprendió, atrapando su brazo derecho entre ella y la pared de la cañada. Estaba lejos de cualquier ayuda: estaba a más de 30 metros de profundidad, solo y no le había avisado a nadie a dónde iría ese día.

image.png
Arol Ralston pasó cinco días a 30 metros de profundidad, con una roca apisonándole la mano derecha contra las paredes de la cañada. La poca comida y agua que tenía le permitió sobrevivir hasta verse obligado a beber su orina.

Arol Ralston pasó cinco días a 30 metros de profundidad, con una roca apisonándole la mano derecha contra las paredes de la cañada. La poca comida y agua que tenía le permitió sobrevivir hasta verse obligado a beber su orina.

Sin posibilidad de ser rescatado inmediatamente y agotando sus escasas provisiones, Aron Ralston grabó una especie de diario en video con su cámara de mano, e incluso dejó un mensaje para sus seres queridos en caso de que muriera (además de tallar su epitafio en la piedra para que la gente supiera cuándo murió).

Tomando pequeños sorbos de su botella de agua y racionando su poca comida (dos burritos y algunas golosinas): así pasó Ralston los siguientes cinco días en la cañada, incluso viéndose obligado a beber de un charco con agua sucia y, finalmente, de su propia orina para sobrevivir.

Epifanía y trágica decisión

Una noche mientras dormía, tuvo un sueño en el que se vio a sí mismo sin su brazo derecho y jugando con un niño (que él interpretó como una señal de que se liberaría y tendría una familia). Amputarse el brazo siempre había estado entre las opciones, pero su navaja suiza estaba muy desafilada y no servía para cortar el hueso.

Sin embargo, el sueño que tuvo de una futura familia le dio la respuesta que estaba buscando: en lugar de cortarse los huesos del brazo, debía rompérselos.

Utilizando el torque de su brazo atrapado, logró romper su cúbito y radio, y con su navaja logró cortar piel, músculos y tendones. Finalmente, cortó las arterias y se hizo un torniquete con su botella de agua para evitar desangrarse. Como él reveló más tarde, "Todos los deseos, alegrías y euforias de una vida futura me invadieron. Tal vez así es como manejé el dolor. Estaba muy feliz de poder actuar".

Fue una hora de intensa agonía y mucho dolor, pero en cuanto se dio cuenta, era un hombre libre. La alegría era tan inmensa que no pudo evitar sonreír.

Un nuevo comienzo para Aron Ralston

Ralston logró salir de la cañada y caminar casi diez kilómetros, hambriento y deshidratado, hasta encontrar a una familia holandesa que lo ayudó y avisó a las autoridades. Cuatro horas después de amputarse su brazo, estaba en un hospital, donde los médicos le dijeron que su decisión de esperar el momento adecuado para amputar le salvó la vida: si lo hubiera hecho antes se habría desangrado, y si lo hubiera hecho después, habría muerto en la cañada.

Tras el traumático episodio, Aron Ralston se sometió a una intensa rehabilitación y aprendió a adaptarse a su nueva vida con un solo brazo sin perder su pasión por la naturaleza y el alpinismo. Incluso llegó a tener dos hijos como le había anunciado su sueño.

En cuanto a su antebrazo amputado, fue retirado del lugar del accidente, cremado y devuelto a él, quien decidió esparcir las cenizas en el mismo lugar de la tragedia cuando cumplió 28 años. Podría decirse que era su manera de "hacer las paces" con la montaña y cerrar ese capítulo que lo marcó para siempre.

image.png
La historia de Aron Ralston inspiró la película

La historia de Aron Ralston inspiró la película "127 horas", basada en su libro "Between a Rock and a Hard Place", donde cuenta detalles de su experiencia.

Su historia inspiró la película "127 horas", dirigida por Danny Boyle y protagonizada por James Franco, que retrata de manera fiel su increíble lucha por sobrevivir. Aron Ralston demostró que los límites del cuerpo humano pueden ser superados por la fuerza del espíritu.

-------------------------------

Más contenido en Urgente24

La Conspiración de los Pazzi: El magnicidio fallido que afianzó a los Médici

Día Mundial de la Propiedad Intelectual: Fomentando la innovación para un futuro sostenible

Chernóbil: 38 años después del desastre nuclear que marcó la historia

Dejá tu comentario