El poder político en Polonia podría virar a ‘hermanarse’ con el bloque europeo (UE) e impactar de lleno en la geopolítica regional y en la guerra en Ucrania, tras las elecciones de este domingo. Si bien la jornada de sufragio otorgó la victoria ‘técnica’ al oficialismo, la cantidad de nuevo escaños más los ya existentes dieron el triunfo a la Oposición liberal liderada por el expremier -y ex presidente del Consejo Europeo- Donald Tusk.
QUÉ DIRÁ PUTIN
Elecciones en Polonia: Inminente regreso de Tusk/UE al poder
Coalición Cívica, partido opositor de Polonia proeuropeo y aliado a Ucrania, logra la mayoría necesaria en el Parlamento en estas elecciones.
La coalición de centroderecha Plataforma Cívica (PO) del ex primer ministro Donald Tusk, obtiene 248 escaños: 160 nuevos legisladores que se suman a los 126, allanando el camino a la presidencia de este exmandatario euroaliado —más que nada con dos posibles pequeños aliados que son la Izquierda y la Tercera Vía—
Mientras que el partido gobernante Ley y Justicia (PIS) pese a que ganó en las elecciones con 200 nuevas bancas, no alcanzarían la mayoría parlamentaria, según el boca de urna.
El PiS liderado por el expremier Jarosaw Kaczyski y el actual Mateusz Morawiecki alcanzó el 36,6 % de los votos, frente al 31 % de la Plataforma Cívica de Tusk, pero posiblemente perdió en insuficiente bancada para formar una coalición de gobierno.
Quizá si el Pis forma coalición con Confederación, un partido de extrema derecha anti financiación de Ucrania/antiinmigrante/euroescéptico, podría tener la mayoría necesaria para que el presidente Andrzej Duda (Pis) encargue la fuerza de gobierno a quien sea la más votada y se inicie el proceso de investidura -sistema de elección indirecta-.
“Este es el fin de los malos tiempos. Este es el fin del gobierno del PiS”, dijo Tusk. “Lo hicimos, de verdad. Ganó Polonia, ganó la democracia”.
Sin embargo, el triunfo lo posee la coalición de centro derecha-liberal que pone en jaque al actual gobierno populista que chocó numerosas veces con Ucrania, la Unión Europea y al cual el propio Tusk denunció por supuestamente querer salirse del bloque europeo.
Recordemos que hace poco, el actual gobierno polaco desacató a la UE al no levantar la restricción a la importación de granos ucranianos (impuesta inicialmente para proteger a los agricultores locales).
Es más, el actual presidente Andrzej Duda llegó a decir que Ucrania se comportaba “como una persona que se ahoga y se aferra a cualquier cosa disponible".
Además las relaciones de la actual administración polaca con Bruselas y Alemania se tornaron tensas desde que el bloque le pidió “aclaraciones” por el escándalo de la concesión irregular a extranjeros de visados -válidos para la zona limítrofe Schengen-.
Es más, el Oficialismo euroescéptico y populista solicitó este año a Alemania que le pagara en reparación por daños y perjuicios de la Segunda Guerra Mundial. Desde las filas del actual gobierno incluso habían desplegado un operativo de desacreditación y fake news sobre Tusk, al que señalaron como un “felpudo” de Alemania progresista.
Tal como contó Urgente 24, agentes fronterizos destaparon un entramado de funcionarios polacos que vendían visados falsos para la zona de Schengen por hasta US$ 40.000, que desató mayores controles fronterizos de Alemania para con Polonia y perjudicó a los habitantes limítrofes que se mueven para trabajar al otro lado.
“Este es el día más importante en la historia de nuestra democracia desde 1989 (...) Votaremos para que Polonia permanezca en la UE. Polonia es el corazón de Europa”, soltó Tusk durante la jornada electoral, en la cual la participación ciudadana fue una de las más altas en democracia, con un 72,9%.
Apogeo en Polonia de retórica antiAlemania y protesta social
El establishment y los medios de Polonia embisten contra el líder de la oposición Donald Tusk, acusándolo de supuesto 'títere' de los políticos germanos y crece la contienda entre países.
Este domingo (04/10) miles de ciudadanos de Polonia salieron a las calles contra el actual gobierno conservador Ley y Justicia (PiS) al que acusan de violar el Estado de Derecho y por la actual inflación de dos dígitos, tal como contó U24, en una marcha liderada por partidos de la Oposición — como el de Plataforma Cívica del expremier Donald Tusk que creció abismalmente en las encuestas—.
La masiva movilización sucede justo a pocas semanas de las elecciones que definirán el futuro del país que ‘ahora se apartó de Ucrania’ y cuya prensa estatal empezó una opereta para truncar al líder opositor al que inculpan de ser un “felpudo” de Alemania progresista.
De hecho, en un reciente spot en el marco de la campaña pre-elección, a modo de parodia aparece el actual primer ministro Jaroslaw Kaczyski hablando por teléfono supuestamente con un funcionario alemán e instándolo a aumentar la edad de jubilación. "Ya no existe Tusk y estas cosas se acabaron", le dice.
De hecho, en un reciente spot en el marco de la campaña pre-elección, a modo de parodia aparece el actual primer ministro Jaroslaw Kaczyski hablando por teléfono supuestamente con un funcionario alemán e instándolo a aumentar la edad de jubilación. "Ya no existe Tusk y estas cosas se acabaron", le dice.
Claramente, la intención de la publicidad es presentar al político de Centroderecha, Tusk, como un ‘títere’ de Alemania, que trabaja contra los intereses de la ciudadanía polaca.
Siempre el PiS (partido que ahora gobierna) ha intentado figurar a Tusk como alguien ‘no polaco’ haciendo referencia -por ejemplo- al hecho de que su abuelo sirvió en la Segunda Guerra Mundial y desertó luego para luchar contras los propios nazis.
"Alemania es claramente un objetivo de esta campaña", dijo Micha Baranowski, investigador principal del Fondo Marshall Alemán en Varsovia. “Vincula a Tusk con Alemania y luego ataca a Alemania. La campaña es fusionar los dos”, añadió.
Es que el actual gobierno polaco empezó a tomar de punto al expremier -y ahora candidato- Tusk cuando éste fue designado por la exmandataria alemana Angela Merkel (y otros mandamases de la UE) para presidente del Consejo Europeo en 2017, a pesar de las objeciones de Varsovia.
La actual gestión polaca sugiere que por culpa de Tusk el país ha establecido vínculos estrechos en materia energética con Vladimir Putin, antes de la guerra. Así, el partido gobernante asegura sin pruebas contundentes que Tusk serviría a los intereses de Moscú con lazos off the record con el progresismo alemán.
“El principal ejecutor del pacto Merkel-Putin fue Donald Tusk”, declaró el mes pasado el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki:
Las relaciones bilaterales entre Alemania y Polonia se han tornado pésimas, sobre todo desde el 2022, año en el que Varsovia presentó un reclamo al Estado germano por 1,3 billones de euros en concepto de reparaciones por los crímenes de lesa humanidad cometidos por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Otro factor que incidió en las actuales relaciones turbulentas (aunque históricamente esten en disputa por las delimitaciones) fue el reciente caso de visados fradulentos, por el que la Unión Europea (UE) le exige explicaciones al gobierno polaco.
Todo comenzó cuando agentes fronterizos destaparon un entramado de funcionarios polacos que vendían visados falsos para la zona de Schengen por hasta US$ 40.000, que desató mayores controles fronterizos de Alemania para con Polonia y perjudicó a los habitantes limítrofes que se mueven para trabajar al otro lado.
La campaña caliente y las protestas contra la actual administración polaca pintan el panorama político-social en ebullición, a poco de las elecciones parlamentarias previstas para el 15 de octubre.
Ello sumado a la situación caótica en materia económica, ya que Polonia absorbió a refugiados ucranianos –que le disputan puestos de trabajo de su mercado laboral estrecho–, enfrenta el encarecimiento de la energía –tal como sus compatriotas europeos– y se encareció el costo de vida dado los altos índices inflacionarios actuales.
Ahora bien, el actual premier Mularczyk también acusó a Berlín y la UE de incitar una disputa entre su país y Ucrania tras que Polonia frenó el suministro de armas poco después de las declaraciones feroces de Volodymyr Zelenskyy por las restricciones polacas a las importaciones de cereales.
Recordemos que la restricción a la importación de granos ucranianos fue impuesta inicialmente por la propia UE para proteger a los agricultores locales (dado los bajos precios del cereal ucraniano), pero hace poco el bloque levantó tal medida. Sin embargo, Polonia, Hungría y Eslovaquia mantienen tales restricciones.
"Ahora tenemos una situación muy tensa con la UE porque están pensando políticamente, cooperando con la oposición y creando problemas al gobierno", soltó Arkadiusz Mularczyk, secretario de Estado polaco, al Financial Times.
Este elemento conspiranoico versus la inflación/mala gestión económica actual son parte de la contienda de cara a las elecciones que determinaran si sigue o no el gobierno nacionalista-euroescéptico PiS o vuelve el expremier centrista derechoso Tusk que gobernó del 2007 al 2015. Es decir, Polonia al margen de Ucrania/UE o se ‘baja los pantalones’ ante el bloque.
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