Una latente guerra entre naciones miembras de la UE por la inmigración ilegal lentamente se está desencadenado. En medio de la emergencia migratoria actual, que supone una amenaza a los sistemas de acogida europeos por su inminente colapso, y posible desestabilización, Polonia y República Checa de común acuerdo establecieron controles a lo largo de sus fronteras con Eslovaquia.
INMIGRACIÓN ILEGAL
Polonia: Refuerzos y más control en la frontera con Eslovaquia
En medio del pánico europeo por la inmigración ilegal, Polonia y República Checa de común acuerdo establecieron controles a lo largo de sus fronteras con Eslovaquia.
Este martes (03/10) el ministro checo del Interior, Vit Rakusan, en X (antes Twitter) explicó:
"Se trata de una medida necesaria para luchar eficazmente contra los grupos de contrabando y la inmigración ilegal ", Los controles se realizarán de forma aleatoria a lo largo de toda la frontera con Eslovaquia, con el fin de limitar al máximo el tráfico transfronterizo y no aumentar innecesariamente el tráfico de mercancías o de pasajeros”.
Estos controles reforzados comenzarán este miércoles y tendrán una duración de diez días, con posibilidad de prórroga, según medios locales.
Por su parte, el ministro del Interior polaco, Mariusz Kaminski, afirmó haber comunicado la decisión oficial a sus homólogos alemán, eslovaco, austriaco y checo, así como a la Comisión Europea, sobre los nuevos controles, en consonancia con las normas Schengen de la Unión Europea relativas a la exención de visados.
“En las últimas semanas hemos detectado y arrestado a 551 inmigrantes ilegales en la frontera con Eslovaquia. Esta situación nos anima a tomar medidas decididas”
Es que Eslovaquia registró un considerable aumento de inmigrantes este año, en su mayoría procedentes de Serbia, a través de Hungría. Durante los primeros ocho meses de 2023, el país detectó alrededor de 24.500 inmigrantes que entraban ilegalmente en su territorio, frente a los casi 10.900 de todo 2022 y unos cientos por año anteriormente, según la policía eslovaca, según supo Le Monde.
Los inmigrantes usan estos países como puerta a Alemania y Europa occidental. Los inmigrantes, predominantemente hombres jóvenes de Oriente Próximo y Afganistán, en su mayoría transitan por la llamada ruta de los Balcanes, entrando en Hungría desde Serbia haciéndose pasar por sirios, que según las normas internacionales no pueden ser detenidos ni deportados, y por tanto continúan su camino hacia Europa Occidental.
La respuesta de Eslovaquia no se hizo esperar. Ludovit Odor, primer ministro del Gobierno saliente, anunció que tomará las réplicas necesarias: "La migración necesita una solución europea para las fronteras exteriores . Cuando un país comienza a vigilar más su frontera, se producen efectos en cascada, todos pagaremos el precio y el resultado será muy incierto".
Pánico en Polonia
En medio del pánico europeo por la inmigración ilegal, la semana pasada Olaf Scholz sugirió que quizá fuera necesario exigir controles fronterizos en su frontera con Polonia tras el escándalo de venta de visados de embajadas polacas del que se aprovecharon 250.000 personas.
Tal como contó Urgente24, según medios locales, el gobierno efectuó una supuesta concesión de visados bajo soborno en consulados polacos de África y Asia, en el contexto de la actual ola de entradas ilegales de migrantes en Alemania por las fronteras polaca y checa.
Mateusz Morawiecki, anunció el 29 de septiembre que Polonia mantendrá su veto a un pacto migratorio de la UE, mientras el bloque busca un acuerdo para repartir la responsabilidad de los solicitantes de asilo que llegan a Europa fuera de los pasos fronterizos oficiales. Varsovia sostiene que ya cumplió su parte al acoger a los refugiados de Ucrania.
Asimismo, Polonia, hasta ahora aliada de Ucrania y miembro de la OTAN y la Unión Europea, teme por la seguridad en su frontera oriental con Ucrania y Bielorrusia, aliada de Rusia. Su miedo ha crecido desde que mercenarios de Wagner se instalaron en Bielorrusia. Sobre todo por un problema geopolítico anterior a la guerra en la frontera polaco-bielorrusa: las olas inmigratorias de Medio Oriente y África a Polonia y Lituania para entrar a la UE.
El Gobierno polaco considera a la migración una forma de guerra híbrida y por eso erigió un muro alto en parte de su frontera con Bielorrusia. Acusa a Rusia y Bielorrusia de usar a los migrantes para desestabilizar a Polonia y otros países de la UE.
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