El Ministerio de Defensa de China vuelve a estar en el ojo de la tormenta por escándalos de corrupción. Dong Jun, el actual titular de la cartera, aún no cumplió un año en el cargo y ya ha sido puesto bajo investigación por presuntos actos de corrupción.
PURGAS
Corrupción arrasa con Defensa en China: 3er ministro investigado
El ministro de defensa chino, Dong Jun, investigado por corrupción, es el sucesor del desaparecido Li Shang Fu, expulsado del Partido Comunista y del gobierno.
27 de noviembre de 2024 - 08:27
Dong Jun, otro ministro que podría caer por corrupción.
De confirmarse, Dong, excomandante de la Marina de 63 años y con buena popularidad en las redes sociales chinas, sería la tercera caída consecutiva de un ministro de defensa por el mismo motivo.
El diario británico Financial Times dio la noticia citando autoridades estadounidenses familiarizadas con el caso, según las cuales la investigación sobre Dong es parte de una revisión más amplia sobre la corrupción en las Fuerzas Armadas.
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El Ministerio de Relaciones Exteriores chino ni su embajada en Washington se han pronunciado sobre la investigación en torno a Dong que forma parte de la campaña anticorrupción de la cúpula militar impulsada por el presidente Xi Jinping, que ya ordenó al Ejército erradicar la corrupción y fortalecer su preparación para la guerra.
Antes de ascender a comandante de la Armada en agosto de 2021, Dong Jun fue vicecomandante de la Flota del Mar del Este, la columna vertebral de lo que ahora es el Comando del Teatro del Este, la principal fuerza responsable de la lucha por Taiwán, un país autónomo e isla que China considera suya.
La elección de Dong Jun con amplia experiencia marítima y trasfondo militar tal vez respondió a un intento de China de profundizar la diplomacia con Estados Unidos para evitar otra guerra mundial con el máximo proveedor armamentístico de Taipéi, USA.
Li Shangfu
El patrón de escándalos y destituciones en la cartera de Defensa ha comenzado a perfilar el cargo como un “ministerio maldito”. Li Shangfu, predecesor de Dong, apenas duró 7 meses y fue expulsado del gobierno y Partido Comunista por delitos tales como el soborno. Desde entonces, no ha vuelto a ser visto en público.
Su antecesor, Wei Fenghe (2018-2022), también fue expulsado del partido y procesado por cargos de corrupción por enriquecimiento ilícito, mientras que su predecesor, Chan Wanquan, enfrentó cargos similares luego de su retiro.
Dado que la corrupción ha permeado durante mucho tiempo las instituciones militares y estatales de China, algunos analistas creen que las medidas enérgicas contra la corrupción de Xi marcan purgas políticas en todo el Partido Comunista.
La misteriosa desaparición de la faz de la tierra de Shanfu previo a su destitución recordó inmediatamente a la del exministro de exteriores Qin Gang, no menos misteriosa, que se desvaneció de modo repentino de los registros oficiales en junio y fue oficialmente reemplazado por su predecesor Wang Yi un mes después. Ambos paraderos aún se desconocen.
Se trata de 2 hombres íntimos de Xi Jinping en cargos vitales del régimen Chino que además sirvieron entre los cinco consejeros de estado de China. Una conclusión a la que se puede llegar es que la proximidad no equivale a patrocinio en el mundo de Xi.
En junio de este año el mandatario chino ordenó una campaña redoblada para erradicar la corrupción y hacer cumplir la lealtad en el ejército, sugiriendo que no habrá fin a la extendida y amplia purga en el sistema de defensa del país que ha planteado dudas sobre la capacidad de Beijing para hacer la guerra.
Una fuerza corrupta es menos eficaz que una limpia. Véase la purga masiva del Kremlin en la cúpula del Ejército. El año pasado las autoridades destituyeron a más de una docena de principios generales de alto rango del EPL, las fuerzas armadas de la República Popular China.
En la ciudad norteña de Yan'an, una base revolucionaria de las décadas de 1930 y 1940 que el Partido Comunista celebra como terreno sagrado, Xi advirtió ante altos funcionarios militares contra los peligros de la corrupción y el deslizamiento ideológico en el Ejército Popular de Liberación (ELP), alertando que la decadencia de la disciplina podría frustrar los esfuerzos por desplegar una fuerza de combate capaz de enfrentarse a poderosos ejércitos occidentales y prometiendo más purgas.
Aunque presuntamente efectiva, la campaña anticorrupción ha sido criticado por su opacidad y por ser usada como una herramienta para consolidar el control político de Xi Jinping. El misterio sobre las desapariciones y el secretismo dañan la imagen internacional del país, en medio de sus deseos aspiracionales a la gobernanza global.
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