Jocelyn Bell Burnell: La astrónoma ignorada por el Nobel que revolucionó la ciencia

Jocelyn Bell Burnell y el descubrimiento que sacudió la física

En 1967, a sus 24 años y cuando todavía era una estudiante de doctorado en Cambridge, Jocelyn Bell Burnell estaba analizando los datos de un radiotelescopio que ella había ayudado a construir. En esos registros, identificó algo inesperado: pulsos de radio extremadamente regulares y provenientes de un punto fijo del cielo. Ese hallazgo marcó un antes y un después en la astronomía, ya que confirmaba la existencia de los púlsares, objetos que hasta entonces eran solo teóricos para la ciencia.

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Con tan solo 24 años, Jocelyn Bell Burnell hizo un descubrimiento revolucionario para la ciencia: los púlsares, unas estrellas de neutrones cuya existencia, hasta entonces, era teórica.

Su descubrimiento de los púlsares, estrellas de neutrones que emiten radiación electromagnética desde sus polos magnéticos al tiempo que giran a altas velocidades, permitió también que se estudiara el espacio-tiempo y se validen teorías como la relatividad general. En un principio, Bell Burnell y su equipo jugaron con la posibilidad de que estas señales fueran extraterrestres, pero después entendieron que estaban ante un fenómeno astrofísico único.

Sin embargo, cuando se entregó el Premio Nobel de Física en 1974, sólo reconocieron a su supervisor Antony Hewish y Martin Ryle por este descubrimiento, dejando afuera a Bell Burnell. Esto desató décadas de debate sobre si le era merecido el premio a ella también (al fin y al cabo, el hallazgo no hubiera sido posible sin ella); lo cierto es que Bell Burnell, desde su humilde postura, consideró justo que fueran sus superiores los reconocidos.

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A pesar de ser quien hizo el descubrimiento, sus superiores Antony Hewish y Martin Ryle fueron acreditados por tal y fueron galardonados con el Nobel de Física en 1974.

Más allá del Nobel: igualdad en la ciencia

Lejos de aceptar la derrota, Jocelyn Bell Burnell siguió adelante con su exitosa carrera, luchando en paralelo por el acceso de las mujeres en la ciencia y de las minorías subrepresentadas en carreras científicas. Además, en 2018, fue reconocida con el Premio Especial Breakthrough en Física Fundamental y tres millones de dólares, los cuales destinó a financiar becas para promover la diversidad en física.

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Burnell siguió aportando sus conocimientos a la ciencia a lo largo de su carrera, ocupando cargos importantes y luchando por la inclusión y la diversidad en la esfera científica.

Y por si fuera poco, ocupó cargos importantes como la presidencia de la Royal Astronomical Society y la Royal Society of Edinburgh, lo cual la dejó como una de las principales líderes de su campo. En sus décadas de trabajo, hizo su aporte en estudios sobre astronomía de alta energía y colaboró con investigaciones pioneras en varios países. No cabe duda de que Jocelyn Bell Burnell illuminó el camino hacia un futuro más justo e inclusivo, así como hizo con el cosmos.

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