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Efecto pandemia: Sostienen que se agravaron los cuadros psiquiátricos en niños y adolescentes

"Se medica mucho más desde que empezó la pandemia", explicó Mónica Batkis, psiquiatra infantojuvenil, en diálogo con Urgente24. "Los psicólogos no dan a basto y me piden que medique a sus pacientes, que no pueden más, los sobrepasa la situación."

Durante la pandemia, a la psiquiatra infantojuvenil Mónica Batkis le tocó ver cómo los cuadros de sus pacientes se agravaban severamente, al tiempo que se quiebran las redes de contención y desaparece la escuela como lugar que habilita la exogamia.

Chicos encerrados en sus casas con sus padres, que ya acarreaban algún cuadro psiquiátrico anterior, se vieron seriamente afectados. 

"Jamás tuve tanta demanda de medicar a la gente a este nivel", dijo Batkis, entrevistada por Urgente24.

60% de los pacientes psiquiátricos juveniles tuvieron regresiones en la pandemia

"El año pasado presenté un paper en el Congreso de Psiquiatría Infantojuvenil de la Asociación de Psiquiatras Argentinos, junto a todos los psiquiatras que formamos parte de la conferencia, planteando que observamos que por lo menos un 60%, 70% de pacientes infantojuveniles regresaron a etapas primarias del desarrollo, hicieron regresiones con esta pandemia.

Hay chicos que se comportaban como de 7 u 8 años que empezaron a comportarse como si fueran de 4. Adolescentes que tienen 17 empezaron a comportarse como chicos de 11. Vimos un gran retroceso sintomático emocional evolutivo en el desarrollo de los niños y adolescentes. Empezaron a comportarse como más chiquitos y a tener síntomas más floridos y graves."

Se agravaron los cuadros, aumentó la medicación y la internación

Batkis explica que varios de sus pacientes se agravaron, lo que hizo que tuviera que recurrir al aumento de la medicación en algunos casos, a un hospital de día en otros y hasta a la internación psiquiátrica en otros.

"Gravedades al punto de que tuve que llamar múltiples veces a la ambulancia para que haga una evaluación de un chico que estaba rompiendo la casa, tirando las cortinas, pegando a los hermanos, lastimándose a sí y a otros, para decidir si ese chico se podía manejar con farmacología, con aumento de medicación o recurrir a un hospital de día, que es una posibilidad intermedia, o llegar al límite que tuve que hacerlo en varias oportunidades, de internar a chicos en salas psiquiátricas. Los cuadros se intensificaron."

No ir a la escuela impide la exogamia

"En este contexto de pandemia y de encierro endogámico, donde estás todo el día con tu mamá y tu papá, no te podés ver con tus amigos, no podés hacer deporte, la escuela está muy limitada, no te reís y divertís con tus amigos socialmente, como debe ser un proceso de exogamia, estás encapsulado en temas familiares o de los medios de comunicación masivos, los cuadros de base de algunos chicos, con rasgos un poco depresivos o ansiosos o persecutorios, se transformaron en síntomas que se desbordaron."

Hay chicos que en todo el año no quisieron salir ni al pasillo del edificio

"A los chicos con rasgos más autistas o antisociales, esto de las clases por zoom, el no ir a la escuela, les ha gustado. También los ha aislado más y ha confirmado todas las conductas evitativas que tienen, que no son sanas. Pero en ellos, esto los defiende y los protege. Se aislaron más y funcionan con el zoom, están contentos. Miran internet, aprenden así. Pero muchos de ellos llegaron a agravarse al punto de no querer salir más a la calle. Hay chicos encerrados en las casas, que no salieron nunca más. Que se quedaron adentro todo este año y no salieron ni al pasillo del edificio. Algunos no se imaginan volver a la escuela, tengo varios pacientes que hasta dejaron la escolaridad y entraron con fobias graves. Todas las conductas fóbicas se incrementaron en los pacientes con ansiedades previas, se han exacerbado."

¿Cómo están funcionando las clases por zoom?

"Hay chicos que que lo llevan bárbaro, se sientan delante de la computadora. Chicos de un nivel intelectual muy alto y muy tranquilos, con buenas conductas sociales. Se han adaptado bien. Pero otros chicos con bajo nivel intelectual o con discapacidades, chicos que tienen problemas de atención, sin hiperkinéticos, chicos con retrasos madurativos previos como un poco de retraso mental, con dislexia o problemas de aprendizaje o concentración, han sufrido un montón porque les cuesta. Esos chicos han perdido un año y están casi perdiendo el segundo año de escolaridad."

¿Cómo impacta el no tener la experiencia del contacto físico con otros, en adolescentes?

"Algunos es como que se meten en un cascarón, se vuelven más niños y postergan esa etapa del desarrollo para más adelante. Algunos se meten como una tortuguita para adentro, esperan a que esto pase y se van a normalizar. Pero hay otros que entran en cuadros depresivos. Empiezan a mirarse, estoy gorda, estoy fea, tengo panza, tengo rollos. Piensan, mi vida es un plomo, no tengo motivación, ¿para qué me voy a levantar a la mañana? Me quedo en piyama, con las chancletas todo el día, no me baño. Empiezan a perder la chispa de la vida algunos que han hecho cuadros depresivos, con ideación suicida en casos y otros sin."

La escuela previene la violencia familiar

"Deberían tomarse todos los recaudos y las medidas necesarias para que los chicos estén en la escuela, con las burbujas, el barbijo, porque yo lo que veo es el daño evolutivo", plantea Batkis. "Hay chicos que quedan con traumas para siempre. Va a llevar una generación reponerse a este estrés psicológico, social, académico y físico."

"Para mí, la escuela protege. Les da un ámbito controlado, supervisado y aparte hay un testigo que es la maestra o el personal escolar, que puede ver cosas que los padres no ven. Puede ver violencia familiar, moretones en los chicos, puede ver desnutrición, puede ver cosas que pueden quedar muy escondidas con la pandemia."

"La gente me pide pastillas para dormir, para la depresión, para que los chicos atiendan en las clases, estimulantes"

"Los jóvenes tienen expectativas de poder trabajar de lo que han estudiado, de poder tener un sueldo digno y separarse de los padres para poder vivir solos o en conjunto", explica Batkis. "Pero las expectativas no se llenan. Yo trabajo con muchos jóvenes que no tienen esa posibilidad.  Estos jóvenes y estos adultos -muchos- comenzaron a consumir grandes cantidades de alcohol y sustancias tóxicas, drogas, pastillas. Mismo la psicofarmacología. Yo jamás tuve tanta demanda de medicar a la gente a este nivel. Yo trato de no medicar tanto pero la gente me pide por favor que los medique. Y se trata de químicos, que tienen sus efectos positivos pero también negativos, porque algunos psicofármacos producen daños renales, hepáticos. Hay que ser muy cauto pero mucha gente me pide pastillas para dormir, pastillas para la depresión, pastillas para que los chicos atiendan en la escuela, estimulantes. Las maestras, los padres, los chicos. Se medica mucho más desde que empezó la pandemia. Los psicólogos no dan a basto y me piden que medique a sus pacientes, que no pueden más, los sobrepasa la situación."

60% de los chicos están bajo el nivel de pobreza y la escuela los protegía

"Las estadísticas son alarmantes: 60% de los chicos están bajo el nivel de pobreza. Es decir, no tienen para morfar. Hay desnutrición infantil. La escuela los protege porque por lo menos van a un lugar donde comen y alguien los mira. Sino estos chicos están deambulando mientras los padres trabajan, solos, sin supervisión, en la vía pública. En los parques, en las calles, y es muy peligroso."

"Se quebraron las redes de contención y solo quedan las del consumismo"

"No hay contención colectiva, de abuelos o tíos que puedan cuidarlos, porque es un riesgo y está prohibido juntarse con la gente, visitar a los parientes", explica Batkis"La gente está muy sola y las instituciones colectivas no están funcionando: las sinagogas cerraron, uno no puede ir a la Iglesia, el teatro está cerrado, los conciertos públicos, no hay... Lo colectivo está muy limitado. Por tomar clases de karate en la plaza, un grupo de chicos puede recibir una amenaza de que los van a llevar a la cárcel o les van a poner una multa. Se están quebrando las redes sociales así. Se están fomentando redes sociales comerciales y de consumismo pero las redes sociales de contención no están funcionando."

La salvación

"La salvación es ayudarse entre todos, compartir emociones, palabras, dolores, preguntas, conocimiento. Dar una mano", concluye Batkis"Tenemos todos un buen corazón que podemos compartir. Esa es la salvación en este momento. El hablar y el comunicar cura."
 

* Mónica Batkis es médica psiquiatra infantojuvenil (MN 65980) y especialista en psiquiatría infantojuvenil. Actualmente trabaja como psiquiatra infantojuvenil en una obra social y atiende pacientes de manera privada. Es miembro de la Sociedad Argentina de Psiquiatría (APSA) y miembro de un foro de psiquiatras del Hospital de Niños. Adicionalmente tiene otras participaciones académicas. Ha trabajado en el hospital John Hopkins, en Estados Unidos, entre otros.

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