GEMSA y CTR: 2 nuevos impagos, un mismo silencio

En efecto, lejos de encender nuevas alarmas, estos episodios empiezan a naturalizarse dentro del universo Albanesi, pero su reiteración no deja de reflejar el deterioro financiero y operativo que atraviesan las firmas del holding.

ON Clase XXIII: con plazo de gracia en marcha

Según se detalla en el hecho relevante enviada por el responsable de Relaciones con el Mercado, Guillermo Brun, las compañías no efectuarán el pago de intereses correspondiente a las ON Clase XXIII. El contrato prevé un plazo de gracia de 10 días hábiles, tras el cual podría configurarse un Evento de Incumplimiento formal.

ON Clase XXIV: Impago completo

En simultáneo, también se notificó la falta de pago del capital e intereses de las ON Clase XXIV. En este caso, el plazo de gracia es de 5 días hábiles para el capital y 10 días para los intereses, según lo establecido en los términos de emisión.

La coemisión de ambas series por parte de GEMSA y CTR implica responsabilidad solidaria, lo que agrava la perspectiva sobre la salud financiera de ambas firmas. La coemisión de ambas series por parte de GEMSA y CTR implica responsabilidad solidaria, lo que agrava la perspectiva sobre la salud financiera de ambas firmas.

Silencio estructural

Ambos comunicados repiten el mismo guion: las sociedades aseguran estar “analizando alternativas” para resolver la situación, priorizando la continuidad operativa y el resguardo de los acreedores. Pero lo cierto es que no hay avances concretos ni plazos definidos, lo que prolonga la incertidumbre.

A esta altura, los impagos dejaron de ser hechos aislados y se volvieron parte del paisaje. Sin embargo, cada incumplimiento nuevo consolida una imagen de desorden financiero que puede complicar aún más cualquier intento futuro de reestructuración o refinanciación.

Un deterioro que ya no sorprende

La acumulación de defaults por parte del grupo Albanesi en distintas emisiones refleja una fragilidad estructural que no ha sido abordada de manera efectiva, ni desde lo operativo ni desde lo financiero. Si bien el contexto macroeconómico es hostil, con restricciones cambiarias y tensión sobre los ingresos regulados, la reiteración de eventos de impago debilita la credibilidad del holding y amplía el margen de castigo del mercado.

Hoy, más que una señal de alerta, estas comunicaciones se convirtieron en parte de la rutina de los inversores que ya descontaron un escenario de stress prolongado. Hoy, más que una señal de alerta, estas comunicaciones se convirtieron en parte de la rutina de los inversores que ya descontaron un escenario de stress prolongado.

Entonces

La decisión de no pagar ni el capital ni los intereses de las ONs Clase XXIII y XXIV no hace más que confirmar la tendencia de como el deterioro financiero del grupo se profundiza. Aunque el mercado ya no reacciona con sobresaltos, la falta de resolución concreta sigue acumulando tensión para el futuro.

En un mercado donde la confianza vale más que los balances, la pasividad frente a los compromisos vencidos puede volverse una trampa de difícil salida.

Aunque las alarmas ya no suenan tan fuerte, la situación sigue siendo crítica y merece atención. Aunque las alarmas ya no suenan tan fuerte, la situación sigue siendo crítica y merece atención.

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