En la misma semana en la que Cristina Kirchner quedó detenida en su departamento el Riesgo País se instaló bien por encima de los 700 puntos. El indicador del JP Morgan respecto de qué tan cerca está un país de defaultear su deuda soberana alcanzó el viernes de feriado en la Argentina su valor más alto desde principios de mayo. El hecho viene a confirmar la derrota del Gobierno y del propio Javier Milei en intentar instalar que si el Riesgo País no perfora el piso de los 650 puntos básicos (550 fue el mínimo requerido por el Presidente para volver al crédito voluntario) se debe a la posibilidad de un regreso a políticas populistas y anti-mercado asociadas al kirchnerismo. “Riesgo Kuka” lo llamaron los libertarios. Pero desde que la Corte Suprema confirmó la condena de la exPresidente y el tribunal que la juzgó por corrupción dictó su arresto domiciliario con tobillera de monitoreo electrónico, elementos que tienden a condicionar la competitividad del peronismo toda vez que CFK es su figura más taquillera, el Riesgo País sólo mostró tendencia al alza.
PANORAMA
Derrotas de un Milei 'albertizado'
Sube el Riesgo País y el Gobierno busca nuevos culpables. Intento de disimular el crecimiento del desempleo. Milei, en segundísimo plano por protagonismo de CFK.
El fracaso de la narrativa oficialista demandó un giro en la estrategia para que no se responsabilice a la política económica por aquel número clave: si con el kirchnerismo electoralmente disminuido el Riesgo País no encuentra techo, hay que buscar otro responsable. Según contó el periodista Claudio Zlotnik, ese peso recayó sobre los economistas liberales que advierten sobre la insostenibilidad del plan Milei (“hay que comprar dólares” imploran desde Domingo Cavallo hasta Carlos Melconian, pasando por Ricardo Arriazu), por lo que el ministro de Economía, Luis Caputo, dispuso salir a contrarrestar esas críticas con road shows ante inversores de Wall Street para insistir en que “esta vez será diferente”.
El equilibrio fiscal y la desinflación siguen siendo la principal vidriera. Al 1,5% del IPC de mayo se le sumó otro superávit financiero. Milei además celebró la deflación de precio mayoristas. La baja generalizada de precios asoma como un interés del Presidente. Melconian advirtió que la deflación es sinónimo de enfriamiento de la economía, lo que puede implicar cierre de empresas y pérdida de puestos de trabajo. El telón de fondo no es el mejor: el desempleo creció en el primer trimestre, tanto en términos interanuales como desestacionalizados, publicó el INdEC.
Según un análisis que el economista Federico Pastrana posteó en redes sociales, el 7,9% al cierre del primer trimestre de 2025 (1,5 puntos porcentuales más que en el último trimestre de 2024), es el resultado más alto registrado en lo que va del gobierno libertario. Apuntó además como claves que el empleo registrado no crece mientras los puestos informales que se crean no logran compensar ese déficit. Por otro lado, destacó que el desempleo afecta más a los jóvenes de lo que lo hacía un año atrás. Pastrana remarca también que el resultado que publicó el INdEC es incluso peor que el del primer trimestre de 2024, cuando impactó de llenó el fogonazo inflacionario tras la devaluación del inicio del gobierno mileista, y que se produce "a pesar de la fuerte recuperación de la actividad económica".
La suba del desempleo es un dato que la Casa Rosada preferiría no mostrar. De hecho, el jefe del INdEC, Marco Lavagna, salió a hacer una aclaración para atenuar el impacto del resultado cuando pidió no mirar sólo la cifra de desempleo u ocupación. En cambio, el Gobierno quiere que se festeje la desinflación, cuando el IPC de mayo, el más bajo en 5 años y que logró perforar el 2%, quedó sepultado en la agenda pública por la irrupción de la confirmación de la pena a CFK y su consecuente detención.
Tampoco llamaron la atención otros intentos del Ejecutivo por ganar agenda como la detección de una supuesta red de espías rusos en el país, el lanzamiento de una suerte de FBI vernácula -más bien despertó preocupación la ampliación por decreto de la discrecionalidad de la Policía Federal para actuar- o la convocatoria al Consejo de Mayo. Para salir de un estado que algunos llamaron “albertización”, en el que quedaba reducido a un segundísimo plano por la agenda monotemática que planteó la situación de CFK, Milei buscó recuperar la iniciativa con una entrevista que se hizo hacer por uno de sus periodistas amigos, pero tampoco logró congregar el interés de la audiencia: ni siquiera fue lo más visto en esa franja horaria.
Durante el reportaje con Esteban Trebucq Milei no pudo eludir la cuestión Cristina y anticipó que no le otorgaría un indulto, algo que nadie esperaría de él. Pero tal vez más importante hayan resultado las críticas al PRO, o sea, a Mauricio Macri, al que acusó de haber intervenido en el funcionamiento de la justicia, algo de lo que el Presidente se jacta de no hacer en ningún caso. También se recorta su definición de Irán como un “enemigo de la Argentina” justo cuando recrudece el clima bélico con los ataques mutuos entre la nación islámica e Israel, a lo que se sumó USA, con bombardeos sobre objetivos nucleares. Milei estuvo en Israel justo antes de que lanzara el ataque que terminó con la vida de altos mandos iraníes.
La agenda local, sin embargo, fue copada por Cristina Kirchner. La exPresidente ya había logrado dominar la conversación cuando lanzó su candidatura a diputada provincial por la 3ra sección electoral. Pero el fallo de la Corte Suprema que confirmó su condena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por ser penalmente responsable del delito de defraudación al Estado la ubicó en el centro del debate público con un protagonismo excluyente. CFK quedó detenida en su departamento del barrio porteño de Constitución luego de que el Tribunal Oral que la juzgó y encontró culpable le concediera el arresto domiciliario. Esto no le impidió hacer política. Una multitudinaria manifestación en su apoyo tuvo lugar en la Plaza de Mayo, a la que dirigió un mensaje grabado.
La concentración, no obstante, dejó más preguntas que respuestas. CFK le habló a la militancia con un discurso que no buscó ampliar sino fidelizar el núcleo duro. Presentó su detención como contracara del modelo económico de Milei que, vaticinó, “se cae”. “Vamos a volver”, prometió en otro tramo, desempolvando aquella consigna tras la salida del poder en 2015. Hay que recordar que “volvieron” y el resultado fue 200% de inflación. Pero al margen de eso, ese retorno no podrá ser encarnado con Cristina, sobre quien pesa la prohibición de competir en elecciones de por vida. Aunque dice que no es lo que más le gustaría en el marco de una "procripción", Máximo Kirchner no descartó tomar el lugar de su madre en la elección bonaerense. Esto puede acrecentar las tensiones hacia adentro del peronismo, que la detención de la presidente del PJ no pausó. La CGT pegó el faltazo a la plaza y fueron más los gobernadores ausentes que los presentes. Por otro lado, la única solidaridad partidaria que recogió la “proscripción” fue la de la Izquierda. Y Axel Kicillof mantiene sin cambios el desdoblamiento electoral. El 09/07 deben cerrarse las listas y no falta quien ponga en duda la tan mentada “unidad”.
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