CÓRDOBA. La historia del kirchnerismo en Córdoba es una de lucha política desde la desventaja constante. En una provincia donde el modelo K es rechazado desde mediados de la década de los 00’, para los dirigentes de ese espacio, la construcción se ha hecho cuesta arriba a tal punto que, en el 2021, la retirada era una posibilidad.
PJ
Kirchnerismo en rojo le quiere pasar factura a Schiaretti
Lo que resta del kirchnerismo en Córdoba se reorganiza de cara a lo que viene. Van con lista propia y buscan recortar votos peronistas a Llaryora.
Sin embargo, con todas las vicisitudes, los líderes kirchneristas en Córdoba siguen presentes, aunque la potencia del espacio sea casi nula en términos electorales. Claro, el derrotero del actual Gobierno nacional echó por tierra la discusión política que antes si le podían sostener a los espacios opositores, dejando pocos argumentos a favor.
Bajo esas circunstancias, el kirchnerismo cordobés está buscando cómo salir adelante en un momento de crisis profunda. Y el panorama no es para nada alentador.
Con el antecedente electoral inmediato presente (legislativas 2021), el objetivo de lo que queda de apoyo al Gobierno nacional en Córdoba es reagruparse. En ese sentido, parece contar con la ventaja de tener un líder bastante claro: Carlos Caserio.
El vicepresidente del Banco Nación y hombre cercano a Alberto Fernández es quien comanda los movimientos del kirchnerismo en Córdoba. Hace pocas semanas, fue el propio funcionario quien dispuso una reunión de fuerzas para poder definir el rumbo a seguir.
Allí se dispuso que el camino será el de presentar una lista propia, con un marcado discurso de crítica al Gobierno provincial. Todo ello en el marco de una disputa interna del peronismo.
Como es sabido, el gobierno de Juan Schiaretti se declara lejos de los ideales kirchneristas, a pesar de compartir el escudo peronista. Para el gobernador y sus seguidores, el kirchnerismo es una “deformación” del peronismo que se dedica exclusivamente al AMBA.
Por ello, el tono del discurso de la lista que presentará el oficialismo en Córdoba será directamente dirigido en contra de Juan Schiaretti, con daños colaterales dirigidos a Martín Llaryora (candidato). “Hay que quitarle la cuestión de probabilidad: el Frente de Todos tendrá lista propia en los comicios provinciales. No hay ninguna posibilidad de acordar con Schiaretti y Llaryora, porque está demostrado que ellos están más cerca de Juntos por el Cambio que del peronismo”, aseguró el ex senador según La Voz.
Con esto, Caserio habría sentenciado la competencia contra Schiaretti, aún a sabiendas de que las chances de ganar son bajas. En la práctica, el kirchnerismo podría restarle votos del peronismo más duro que, sin otra opción, caerían en la boleta de Llaryora.
En las últimas elecciones, el Frente de Todos no pudo superar el 10% de los votos en Córdoba. Sin embargo, esa cifra podría mejorar un poco y hacer el daño más notorio para el Gobierno provincial.
Para crecer, el kirchnerismo cordobés entiende que debe despegarse de las internas entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández, sin sacarle el apoyo a ninguno de los dos. La apariencia de unidad es clave para que los votos cordobeses que aún van a las urnas del Frente de Todos sigan su camino, y no terminen en la canasta de otro.
En ese sentido, la línea marcada por Sergio Massa parece ser la indicada a seguir, aunque no sin antes hacerle saber a Juan Schiaretti que todavía siguen allí.
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