CÓRDOBA. La Justicia federal de Córdoba le dio fin a la discusión sobre las acciones que el ex magistrado Ricardo Bustos Fierro había tenido en sus últimos días al frente del Juzgado N°1 de esa provincia. Tras una investigación abierta en su contra, el fiscal federal Maximiliano Hairabedian y el juez federal N°2 Alejandro Sánchez Freytes determinaron que el histórico funcionario judicial no incurrió en delito alguno a pesar de haber firmado expedientes cuando ya se había vencido su poder en el cargo en febrero pasado.
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Córdoba: Histórico juez perdonado por atornillarse a juzgado
En Córdoba, un retirado juez federal fue eximido por la Justicia tras haber ejercido el cargo una vez caída su firma por retiro. No hay cargos en su contra.
Según la Justicia, el accionar de Bustos Fierro se basó en “una convicción” jurídica sobre una doctrina que ya no se practica, por lo que no se constituyó en delito alguno. Cabe recordar que el magistrado se tenía que retirar del juzgado en los primeros días de febrero, tras vencerse la prórroga de su cargo, el que ejercía a pesar de haber pasado largamente los 87 años.
Esa prórroga, que lo mantuvo por más de 30 años como el protagonista judicial de Córdoba, había sido otorgada por el presidente Mauricio Macri en 2018. La fecha señalada en el decreto era el 25 de enero de 2023, algo que en la práctica no se cumplió ya que Bustos Fierro extendió de hecho su magistratura hasta un par de días después, ya entrado febrero.
Su permanencia se produjo a pesar de que la Cámara Federal de Córdoba y la Cámara Nacional Electoral ya habían nombrado subrogantes incluso antes de la fecha límite. Al parecer, el magistrado entendía que el plazo de vencimiento de su cargo se había extendido ya que semanas antes había presentado su renuncia.
Dicha renuncia, para hacerse efectiva, debía ser aceptada por la misma persona que había extendido la prórroga: el Presidente de la Nación. En este caso, Alberto Fernández nunca atendió a la renuncia de Bustos Fierro.
Por ello, el juez consideraba que, hasta en tanto no se diera resolución a su presentación, debía permanecer en el cargo, sin importar la fecha de vencimiento de la prórroga. Con eso, el juez podía asegurarse al menos un año más en el cargo, y seguir teniendo injerencia en los asuntos electorales, competencia propia del juzgado N°1.
Sin embargo, la movida fue bloqueada y la Justicia resolvió dar de baja su firma. En el ínterin, el magistrado había seguido firmando causas aún cuando ya no tenía efecto sobre las mismas.
Hace pocos días, se determinó que su accionar no había sido intencional y también se designó al subrogante definitivo: el propio Alejandro Sánchez Freytes, que ahora está al frente del Juzgado N°1 y N°2. La designación de este último se produjo a partir de un sorteo entre él y el juez federal N°3, Hugo Vaca Narvaja.
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