¿Alguna pensaste que Marte podría albergar vida? Mejor: prepárate. La NASA acaba de detectar fluctuaciones misteriosas de metano en el cráter Gale del Planeta Rojo. Aunque aún no se descubrió vida marciana, estos hallazgos intrigantes de la ciencia abren una puerta a nuevas posibilidades emocionantes.
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El descubrimiento en Marte hace repensar la ciencia
Este gas, comúnmente asociado con la digestión animal en la Tierra, aparece y desaparece de manera errática en distintos momentos del día marciano y fluctúa con las estaciones. En ciertos casos, sus niveles fueron nada menos que 40 veces mayores de lo normal. ¿Te imaginas? ¡Es como si el planeta estuviera exhalando! O algo así.
Pese a que su origen permanece incierto, los expertos tienen una teoría fascinante. Sugieren que este misterioso metano podría estar atrapado en sales solidificadas bajo la superficie marciana. Después, cuando las temperaturas aumentan o el poderoso rover Curiosity rueda sobre la corteza y la rompe, el gas se libera en chorros esporádicos.
Ahora bien, ¿cómo llegaron a esta hipótesis? Los científicos recrearon en el laboratorio las condiciones similares al suelo marciano. A lo largo de un extenso periodo, observaron cómo una sustancia llamada "regolito", compuesta por sales tóxicas conocidas como percloratos, burbujea desde las profundidades hacia la superficie rocosa y polvorienta.
El gas podría ser de origen microbiológico
Al evaporarse gradualmente el hielo atrapado bajo la corteza marciana, el vapor salado se filtra a través del regolito, dejando parte de sí mismo. Con el tiempo, se acumula tanta sal que termina formando una especie de caparazón o concha protectora. Este proceso natural podría ocurrir en las regiones de permafrost poco profundo durante largos períodos.
Pero aquí viene lo más intrigante: a medida que asciende el vapor salado, también emergen burbujas de metano desde el subsuelo marciano. ¿De dónde proviene este gas? Podría ser un indicio de algún tipo de vida microbiana... ¡o quizás se deba a procesos geológicos todavía desconocidos!
Para desentrañar este misterio, los expertos sugieren medir los niveles de metano cuando el rover llegue a zonas con alto contenido de sales. Otra opción sería intentar tomar muestras de aire mientras se perfora la superficie. ¿No te morís de curiosidad por conocer los hallazgos?
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