A raíz de las polémicas declaraciones sobre Paul Pogba que habría contratado a un conjurador para embrujar a Mbappé, desde los medios surgen cada vez más noticias sobre personajes famosos que recurren al esoterismo como sinónimo de un determinado arte oculto o sortilegio por cualquier circunstancia, y por supuesto, surgen los cuestionamientos por la espectacularidad de los hechos, que muchas veces rozan lo inverosímil.
VUDÚ Y BRUJERÍA
Esoterismo VIP: Celebridades que coquetean con lo místico
De un tiempo a esta parte, los reveses de los famosos con el esoterismo se tornaron una tópica muy interesante, pero es una discusión que viene desde antes
Sin embargo, esto no es nuevo. Como todo en la vida es cíclico y se repite eventualmente, a lo largo de la cultura pop existen una múltiple cantidad de rostros conocidos que tienen fugaces (o no tanto) romances con cuestiones mágicas, pero éstas se encuentran relacionadas intrínsecamente con diversas vertientes de creencias religiosas, que no son todas iguales. Pertenecen a contextos, orígenes y ritualísticas diferentes, pero que en la discusión de la opinión pública se ponen todas en la misma bolsa.
Durante el inicio del siglo XX, un pionero contracultural fue John Gardner, fundador de la religión neopagana Wicca, una corriente de fe que rescata panteones de dioses previos a la globalización cristiana. Ésta condensa sus creencias en el cuidado de los ciclos de la naturaleza y la preservación de los semejantes en igual valor que la persona misma.
Si bien la Wicca cree en el equilibrio entre un dios masculino y femenino en igual proporción y sin un nombre etiquetado en particular, el practicante puede honrar a otras deidades paganas si así lo desea, independientemente de profesar la Wicca y el culto a la Diosa y al Dios.
En este apartado, los personajes a mencionar experimentaron con prácticas que pertenecen a lugares distintos, como la Kabalá, el Vudú o el Chamanismo, pero que sorprenden a la opinión pública por ser celebridades, como el futbolista del Juventus.
Esoterismo en la cultura popular: de Jim Morrison a Nicki Minaj
Elementos del paganismo (cuya definición fue demonizada por los tiempos de la inquisición católica pero que en realidad hace referencia a las religiones familiares de los pagos, ya que los paganos eran los habitantes de las áreas rurales) se pueden ver en múltiples contenidos de la cultura popular, en títulos de Netflix como The chilling adventures of Sabrina que reflota prácticas Wicca o en el apartado gráfico, como en los trabajos del historietista Alan Moore.
Moore fue el creador de personajes como el demonólogo John Constantine, que utiliza eclécticamente distintos conocimientos mágicos para combatir a las fuerzas del mal. Aunque el propio Moore asegura que Constantine es real y se ha cruzado con él en la vida real en varias oportunidades de su vida, una de sus más peculiares excentricidades es que también ha admitido abiertamente considerarse a sí mismo un mago.
En el documental Alan Moore on Magic, el historietista argumenta que todo tipo de arte (escultura, canciones, pero más que nada la escritura) tiene la capacidad de transformar la realidad y que todos los individuos tienen una capacidad intrínseca de lograrlo, pero no todos aceptan responsabilidad.
El tipo de magia practicado por Moore está arraigado de manera profunda a la Kabbalah, un sistema esotérico originado desde la rama del judaísmo jasídico, que interpreta una visión particular del universo que rodea al ser humano.
Otra practicante muy conocida de este tipo de enseñanzas también fue la milenaria reina del pop Madonna, quien nunca ocultó su participación en este tipo de creencias. Éstas intentan explicar una relación de convergencia simbiótica entre Dios (no en la concepción de Dios de las religiones abrahámicas, sino como un ser inmutable, infinito, eterno y misterioso) y el universo (mutable y perecedero), que asimismo fue creado por Dios.
Viajando un poco más hacia el pasado tenemos a personalidades como Jim Morrison, la icónica figura vocalista de The Doors que compartía una profunda conexión con el chamanismo yaqui (y las sustancias sagradas que usan estos pueblos originarios para entrar en contacto místico).
El consumo de peyote y las experiencias que tienen los chamanes norteamericanos se detallan en las investigaciones antropológicas de Carlos Castaneda, en libros como Las enseñanzas de Don Juan o Relatos de Poder, dos libros que introducen al lector apropiadamente si no se ha tenido contacto anterior con este tipo de conocimientos.
Regresando al presente, el más reciente escándalo de la farándula internacional involucra a las raperas Nicki Minaj, Cardi B y Azealia Banks. En uno de los episodios del podcast Queen Radio, Minaj alegó que una famosa rapera intentó echarle una maldición vudú en varias oportunidades.
Si bien Nicki no nombró a la celebridad en particular, Banks entró en escena refutando esta declaración a través de Instagram, donde confirmaba que esto era mentira, y que la abuela de Cardi B no le había hecho “brujerías vudú”. No obstante, la polémica continuó, porque tras estos dichos Azealia posteó un video donde se responsabilizaba tácitamente del hecho, alegando que:
Por supuesto, al encontrarnos con este tipo de ejemplos históricos y no tanto, la respuesta natural del espectador es el descreimiento, avalado por reduccionismos culturales; porque las brujas no existen… Pero que las hay, las hay.
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