El gobierno de la premiere Giorgia Meloni aprobó este lunes (10/04/23) el estado de emergencia-excepción nacional para la gestión del arribo de inmigración ilegal con una duración de seis meses, condescendiente con su política migratoria férrea y en respuesta al desembarco de 3000 personas en las costas de Italia tan sólo en los últimos días.
El tráfico humano, el óbice de Giorgia Meloni
La premiere italiana de ultraderecha, Giorgia Meloni, vapuleada por el ala progresista de la Unión Europea (UE) por su férreo combate contra el ingreso ilegal de inmigrantes, se defendió con una majestuosa oratoria trasmitida por la televisión local. “La gente que organiza la salida de los inmigrantes ilegales hacia Italia, va armada, y yo no quiero ayudar a esta gente, porque a las mafias las combato todas”, sentenció.
Emmanuel Macron y el gobierno alemán colocan en el banquillo de acusados a la nueva Administración de Italia bajo el liderazgo de Giorgia Meloni (22/10/22), tildándola de xenófoba e inhumana por la inadmisión de las embarcaciones de asistencia humanitaria. Pero, la líder de Fratelli d'Italia no tiene escozor alguno ante tanto barullo que no respeta la autodeterminación jurisdiccional en torno a la inmigración, pese al pacto europeo de redistribución de inmigrantes acordado por 19 países de la UE –incluido Italia- en un escenario de 37 millones de inmigrantes extranjeros que residen en Europa, según cifras de la ONU.
Una gran oleada de migrantes africanos entró a Italia durante este 2022: unos 88.100 extranjeros, más que en el 2021. En su mayoría son egipcios, tunecinos, bangladeshíes, sirios y afganos. Unos 1.300 inmigrantes han fallecido en el periplo del autoexilio africano detrás de la supervivencia, según lo reveló el diario La Reppublica.
El nuevo gobierno italiano está hasta la coronilla con el tráfico ilegal de seres humanos. Sobre todo, en esta última década, con la instalación local de organizaciones delictivas del exterior que vienen garantizando la entrada ilegal de sujetos. Así, una decena de casos policiales con detenciones y tiroteos contra traficantes de nacionalidades árabes-africanas, es extremadamente corriente en la coyuntura itálica actual.
“El gobierno no pretende cambiar su posición de inmigración. Nuestra posición se mantiene igual: en Italia se entra legalmente, queremos combatir el tráfico de seres humanos, los ingresos ilegales y las muertes en el mar”, concluyó Meloni vía cadena nacional.
Crimen organizado ‘for import’
El caso policial más mediatizado que salpicó a la comunidad afro de Italia, fue la detención de cuatro inmigrantes (21/01/22) de la mafia nigeriana conocida como Black Axe, enquistada en Palermo, Italia, siendo una red de trata de personas, esclavitud, secuestro y explotación con fines sexuales.
Una mujer privada de su libertad, quien había sido secuestrada en su estado natal, Nigeria, y traída a la península italiana para ejercer la prostitución junto a otras mujeres, logró escapar y acudir a las autoridades policiales locales. "La víctima había sido secuestrada en su país de origen por un grupo de hombres pertenecientes a la secta secreta denominada Black Axe, de los que logró liberarse gracias a la intercesión de un compatriota y tras comprometerse a ir a Italia como 'esclava' de ese grupo. Por eso fue sometida al rito vudú durante el cual prometió devolver los 15.000 euros necesarios para llegar ilegalmente al territorio nacional", explicó la Dirección Antimafia en un comunicado oficial.
En tanto, la mandataria Giorgia Meloni, elegida con el apoyo del 42% del pueblo, no pretende brindar asilo político a los inmigrantes y refugiados, estigmatizados por el prontuario delictivo de sus compatriotas, en una atmósfera inflacionaria local del 11, 8 % (noviembre del 2022) y con 5, 5 millones de desempleados. Claro que la salud y la educación son de carácter público y gratuito tanto para los locales como los extranjeros, pero no se puede ser hospitalario si no se tienen acaudaladas reservas para financiarlas, con un PBI mucho menor (473.234 millones de euros en el tercer trimestre del 2022) al de Alemania con sus 966.800 millones de euros: abran sus puertas celestiales, ustedes.