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Brasil se prepara para elegir alcaldes en medio de la extrema polarización
El próximo 6 de octubre tendrán lugar las elecciones municipales que servirán como termómetro para medir el grado de polarización y popularidad para las presidenciales.
Brasil vota el próximo 6 de octubre.
Con los resultados, el gobierno del Partido de los Trabalhadores (PT) podría ratificar el rumbo o pegaría un volantazo para no perder en las presidenciales. Las campañas electorales que arrancaron el 16 de agosto se celebran exactamente dos años después de la última elección presidencial, en que Lula da Silva consiguió su tercer mandato ante Jair Bolsonaro.
Violencia y grieta
Los comicios se desarrollaron no solo en un clima preocupante por la sequía y por los incendios forestales en Amazonas sino de alta tensión y polarización política.
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La violencia y la grieta exhibidas en el asalto a la sede de los 3 poderes por simpatizantes de Bolsonaro que exigían una intervención militar para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a una semana de su asunción, sigue manifiestas en toda Brasil. De hecho Lula da Silva ya autorizó el despliegue militar para garantizar el proceso electoral del 6 de octubre,.
Semas atrás, José Luiz Datena del Partido Socialista Demócrata (PSDB), le arrojó una silla por la cabeza al ultraderechista Pablo Marçal del Partido Renovador Laborista (PRTB) tras acusarlo de una supuesta agresión sexual en un debate de TV Cultura en vivo.
Las elecciones municipales servirán como termómetro para medir el grado de polarización y popularidad para las presidenciales. Otro signo de la polarización es que cerca de 300 candidatos han adoptado en sus campañas nombres vinculados a Lula o Bolsonaro como "Lula de la Cachaca" o Querido Bolsonaro”.
Un estudio de Datafolha mostró que más de la mitad de los votantes en Sao Paulo estarían dispuestos a cambiar su voto si el candidato al que apoyan recibe el respaldo de un político al que rechazan.
Esta ciudad más rica y populosa de Brasil sería un importante escenario en que se batirán el actual Ricardo Nunes, apoyado por Bolsonaro contra Guilherme Boulos, respaldado por Lula. Una figura que cobra relevancia es el mencionado ultraderechista y “antisistema” Pablo Marçal ,quién cosecha 13 millones de seguidores y goza del 21 del favoritismo le electorados, según últimos sondeos.
Otra preocupación en estas elecciones es la infiltración del crimen organizado. El jefe del Centro de Inteligencia de la Policía Militar de São Paulo reconoció que varios indicios palpables de alguna actividad importante del narcotráfico financiando la campaña electoral.
En Río de Janeiro, la ciudad más turística del país, la presencia del crimen organizado es aún más expresiva, debido a la presencia de al menos dos facciones de los narcos (Comando Vermelho y Tercer Comando Puro) y de las milicias, grupos criminales liderados por expolicías y exmilitares. En las elecciones locales de 2020, cerca de 30 candidatos fueron asesinados durante la campaña, según medios locales.
Por lo que la violencia también es otro desafío. El 27 de agosto, Marcelo Oliveira, el alcalde de João Dias, una pequeña ciudad del Estado de Río Grande do Norte, en el noroeste del país, fue asesinado a tiros.
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