Longobardi explotó en Radio Rivadavia vs. Oro/Feinmann/Majul

Todo surgió cuando en la mesa sacaron a colación el despido de Longobardi de la radio, hoy por hoy propiedad del Grupo Indalo, de modo que el periodista se refirió al "ruidoso silencio" ante el hecho de figuras tales como Oscar González Oro, Eduardo Feinmann y Luis Majul, hoy por hoy devenidos en "antikirchneristas" radicalizados.

Todo comenzó cuando Ariel Tarico estaba imitando a González Oro, Maite Peñoñori le preguntó con malicia cómo estaba la relación entre ellos. Si bien el personaje del humorista primero esquivó la consulta, luego se refirió al pase que compartía con el ex Radio Mitre en Radio 10 y sostuvo: "Nos separamos de común acuerdo".

No separamos no, nos separaron a la fuerza. A mí me echaron y cuando me echaron nadie dijo una palabra (...) Cuando me echaron festejaron. 'Las mañanas son nuestras', decían No separamos no, nos separaron a la fuerza. A mí me echaron y cuando me echaron nadie dijo una palabra (...) Cuando me echaron festejaron. 'Las mañanas son nuestras', decían

Ante la insistencia del resto de la mesa, Logobardi detalló: "Historia vieja, pasaron quince años. Esto no tiene nada de novedad pero es la verdad. Cuando a mí me echaron fue un hecho de persecución periodística, no fue por razones competitivas, por razones editoriales, por programación. Fue por razones políticas. Es más, esa radio fue comprada para echarme".

"El entonces dueño de la radio (Daniel Hadad) había presentado durante muchos años, aproximadamente diez, una enorme resistencia a echarme (...) Todos los que se han vuelto después antikirchneristas fanáticos y radicales en ese momento todos se callaron la boca. Cuando digo todos es todos, Oro, (Eduardo) Feinmann y tantos otros", reveló.

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Longobardi y González Oro compartieron en Radio 10 durante varios años.

"Esa echada -que fue una de las más vistosas de mi carrera-, con ese excepción de los medios de comunicación tradicionales (los diarios Perfil, La Nación, Clarín, etcétera), generó un ruidoso silencio de muchas de las personas que luego se convirtieron en antikirchneristas radicalizados y por supuesto tardíos", manifestó el conductor de Esta mañana.

"Así fue la historia, silencio de radio. Festejo. Todos se volvieron acomodados a las circunstancias", espetó.

"Yo no pretendo que haya amigos, pero pretendía de que exista algún principio. Alguna convicción tenés que tener con independencia de la amistad o no amistad", afirmó, y en línea con eso agregó: "La resistencia, la perspectiva crítica hacia el kirchnerismo que tenía mucho valor no fue con Alberto Fernández. En el 2004 había que ser antikirchnerista, eh".

La figura de Néstor Kirchner embobó hasta a Luis Majul, ¿o no? La figura de Néstor Kirchner embobó hasta a Luis Majul, ¿o no?

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Longobardi también cargó contra Feinmann y Majul.

Acto seguido, Longobardi compartió una de sus experiencias entrevistando al fallecido ex mandatario con su por entonces compañero González Oro y recordó la oportunidad en la que uno de los reportajes que le hizo finalizó con un él pegando un portazo.

Kirchner te daba un reportaje y te obligaba a ir a la Casa Rosada. Te sentaba en una mesa y sentaba delante de la mesa a 25 tipos que se reían de las preguntas. (...) El tipo en vez de contestarte, miraba a los ministros y decía: 'Mirá la pelotudez que pregunta este tipo'. Te humillaba Kirchner te daba un reportaje y te obligaba a ir a la Casa Rosada. Te sentaba en una mesa y sentaba delante de la mesa a 25 tipos que se reían de las preguntas. (...) El tipo en vez de contestarte, miraba a los ministros y decía: 'Mirá la pelotudez que pregunta este tipo'. Te humillaba

"En el segundo reportaje dije: 'A ver, ¿cómo hago para expresar mi malestar?' (...) Entonces me levanté, dije: 'Señores, hasta luego', agarré la puerta y le di un portazo. A la tarde me llama Alberto Fernández: 'El presidente Kirchner te pide disculpas (...) Fue una cosa incómoda y entiende se pasó. Porque a vos te respeta, no como a (Jorge) Lanata que lo odia'", lanzó.

En este marco, Longobardi cerró la anécdota recordando que González Oro no se fue con él tras su salida explosiva, sino que se quedó en la oficina junto a Kirchner y sus funcionarios. De este modo, aprovechó para concluir muy picante: "Oscar González Oro debería contar sobre su relación con Julio De Vido".

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