El intento del Gobierno de Javier Milei por forzar la salida del país del estratega político catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, actual asesor del jefe de Gobierno porteño Jorge Macri, terminó en un revés burocrático. La jugada salió mal y se suma un nuevo papelón mileista a la lista.
MIGRACIONES
Papelón libertario: Milei quiso expulsar del país al estratega del PRO, pero su "jugada" fracasó
El gobierno de Milei quiso expulsar al estratega político el PRO por inconsistencias en sus documentos, pero el hombre demostró que está legal en el país.
23 de abril de 2025 - 15:01
Antoni Gutiérrez-Rubí, el funcionario que Milei quiso echar del país.
Hace unas semanas, la Dirección Nacional de Migraciones había notificado al consultor político que debía abandonar la Argentina en un plazo de 15 días por una supuesta situación migratoria “irregular”. Sin embargo, Gutiérrez-Rubí presentó la documentación correspondiente y demostró que su estatus es completamente legal; incluso, cuenta con DNI argentino.
Operativo fallido de Milei
El episodio puso en evidencia una operación fallida, motorizada desde el entorno presidencial y amplificada por el propio Milei en redes sociales.
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El trasfondo político no es menor: Gutiérrez-Rubí asesoró a Sergio Massa durante la campaña presidencial de 2023 y el presidente aún lo responsabiliza -sin pruebas- de haberle tendido una trampa durante el debate electoral, aludiendo a los ya célebres “tosedores” que, según la versión del propio Milei, lo desconcentraron.
El asesor del PRO se quedará en Argentina
La ofensiva oficial en contra del actual asesor político del PRO se topó con serias falencias administrativas.
La notificación de Migraciones omitió información clave que ya obraba en los expedientes, malinterpretó el estatus migratorio del consultor y dejó al descubierto una deficiente actuación institucional. El resultado fue un nuevo traspié en la gestión libertaria, esta vez con visibilidad internacional.
No solo la medida fue revertida, sino que Gutiérrez-Rubí continuará trabajando con normalidad en el Gobierno porteño, alimentando la tensión ya existente entre el PRO y La Libertad Avanza.
El fallido intento de expulsión terminó generando más ruido dentro de la interna oficialista que en el propio entorno del asesor catalán.
Torpeza administrativa
El caso también pone en discusión el uso político de las herramientas del Estado. Resulta llamativo que, mientras el presidente insiste públicamente con la idea de “dinamitar el Estado desde adentro”, su gobierno recurra a ese mismo aparato institucional para intentar desplazar a un adversario del tablero político. Esta vez, la jugada le salió mal.
Antoni Gutiérrez-Rubí permanece en el país con todos los papeles en regla y sin intenciones de retirarse. En paralelo, refuerza su vínculo con la gestión de Jorge Macri, consolidando su espacio en la política local.
El intento de expulsarlo terminó siendo, más que una estrategia de poder, una demostración de torpeza administrativa y una nueva muestra de cómo las disputas personales pueden interferir en la gestión pública.
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