CÓRDOBA. Gustavo Santos y Mario Negri finalmente tuvieron una ansiada reunión para hablar sobre la realidad de Juntos por el Cambio en Córdoba, distrito que tiene todo para ganar de cara a las elecciones legislativas de noviembre, pero que aún no alcanza un acuerdo de unidad que le ahorre las PASO. Ello porque hay dos planes a seguir impulsados dentro de la misma coalición.
JXC
Gustavo Santos y Mario Negri se reúnen a discutir la unidad
Gustavo Santos y Mario Negri se encontraron personalmente para aclarar las reglas de juego en Juntos por el Cambio. La coalición no tiene acuerdo completo.
El primero, y de alguna manera el más oficial por consenso, es que la fórmula que lidere la lista sea encabezada por Luis Juez para el Senado, y Gustavo Santos para Diputados. De esta manera, y luego de un trabajado acuerdo, el ahijado político de Mauricio Macri lograría el lugar ansiado, postergando la competencia por la gobernación con el propio Luis Juez.
Con esta fórmula está de acuerdo también Gregorio Hernández Maqueda, representando a la Coalición Cívica-ARI en Córdoba. Así, la unidad parecería alinearse tras Luis Juez y Gustavo Santos, entendida como la mejor combinación.
Pero no es así ya que una fuerza, sino la más pesada, no está de acuerdo con ello.: la Unión Cívica Radical. Desde este espacio surge el segundo plan.
Para la UCR y sus integrantes, es el propio radicalismo el que debe encabezar las boletas de Juntos por el Cambio. Por eso, el espacio de manera oficial impulsa al diputado Mario Negri para el Senado y a Ramón Mestre para Diputados.
Entendiendo esto, son claras las diferencias en nombres entre lo que piensan tres de los cuatro espacios que conforman a Juntos por el Cambio en la provincia y el radicalismo. Para el propio Mario Negri es muy difícil de aceptar el sacrificio de las pretensiones partidarias y personales por las cuales busca enfrentar cara a cara a Cristina Kirchner en el Senado.
Y el diputado radical no sólo encuentra diferencias con sus socios exteriores, sino también dentro del partido. El opositor interno Rodrigo De Loredo amenaza constantemente con jugar con una lista propia en caso de que no se alcancen los consensos correspondientes.
Para dominar ese asunto, Mario Negri ha incluido en sus planes al espacio de De Loredo, con la promesa de tener en cuenta al dirigente que hasta hace poco disputó la dirigencia del partido en Córdoba. Sin embargo, sobre esto el legislador tampoco tiene certezas.
Quién también encuentra dificultades es Gustavo Santos, para quien ceder más de lo que cedió al declinar su candidatura al Senado para poder ser incluido en una lista resulta inconcebible. Para el PRO, los candidatos radicales de Córdoba no tienen capacidad ejecutiva, por lo que pretenden que sus socios se mantengan en la tarea legislativa.
De la reunión entre ambos no trascendieron mayores precisiones, aunque todo apunta a que se trató la temática de la unidad. El mero hecho de que Gustavo Santos haya visitado a Mario Negri puede resultar positivo desde el espacio, ya que calma un poco las especulaciones de ruptura que trajo el paso de Macri por Córdoba.
Para Juntos por el Cambio es importante la concreción de la unidad lo antes posible, ya que es momento de amasar votos y así asegurarse una amplia ventaja contra sus competidores. En Córdoba, todos dan por ganador a la coalición opositora, la discusión es por cuánto será esa victoria.
Las posturas son firmes desde ambos lados, y el tiempo se agota para comenzar a diagramar las listas. La posibilidad de unas PASO le quita potencia a una casi segura victoria de Juntos por el Cambio en Córdoba, aunque por la coyuntura actual, todo parece indicar que terminarán en esa definición.
Para el 24 de julio, el espacio opositor debería tener resueltas las diferencias en caso de no querer pasar por las urnas. Por ello, en tan solo diez días, el juego de las presiones deberá resolverse por uno o por otro plan, o dejar a elección de la gente las candidaturas.
La realidad indica que los cuatro espacios son imprescindibles en Juntos por el Cambio Córdoba, que se presenta a la compulsa luego de las derrotas de 2019. Así se verá el nivel de daño electoral que generó ese traspié.