CÓRDOBA. El lanzamiento de campaña de Martín Llaryora estuvo fríamente calculado. Desde el momento y el lugar (fue casi en simultáneo con Juntos por el Cambio), hasta cada uno de los asistentes que estuvieron presentes en el Hotel Quorum de la Capital.
ELECCIONES
Córdoba: PJ lanzó y desnudó grieta Schiaretti-De la Sota
En Córdoba, el oficialismo hizo el lanzamiento de campaña de Martín Llaryora. Y una ausencia quedó en evidencia.
Y en ese cálculo, permanente desde que se conoció que el intendente cordobés era el elegido para suceder a Juan Schiaretti, faltó un nombre de peso considerable que hasta ahora siempre había estado presente: Natalia de la Sota. La hija del ex gobernador, muy nombrado y elogiado en el acto, no estuvo en el acto al que casi todos los dirigentes del oficialismo asistieron.
Desde su sector explicaron que su ausencia se debió a que la diputada se encontraba en Buenos Aires bajo tareas legislativas. Sin embargo, por detrás habría algo más.
La ex docente estuvo muy cerca de convertirse en candidata a vicegobernadora. De hecho, en los números, era la única opción peronista que empujaba en algún aspecto electoral gracias a reconocido apellido.
En su lugar fue elegida otra mujer: Myrian Prunotto. La intendente de Estación Juárez Celman fue seleccionada desde el radicalismo, cuestión que habría causado aún más disgusto en la diputada De la Sota.
El apellido y la gestión en el Congreso no bastaron para convencer al candidato Llaryora ni al ex socio de su padre y gobernador, Juan Schiaretti. Precisamente con este último habría diferencias.
Dicha distancia con el actual mandatario provincial tendría origen en la cercanía que Natalia de la Sota supo mostrar con el kirchnerismo. La diputada, que responde al gobernador cordobés, estuvo cerca de formarse en línea con el albertismo antes de 2019.
Desde entonces, la conexión de Natalia de la Sota con el oficialismo nacional se enfrió, pero nunca dejó de estar presente el sabor de ese acercamiento. De hecho, la propia dirigente dijo ser “el factor peronista” para una eventual fórmula suya con Llaryora.
Eso, naturalmente, no cayó bien en el schiarettismo, sector que muchas veces fue acusado de estar lejos de los ideales de Perón a pesar de formar parte central del PJ en Córdoba. Esa era la principal diferencia entre dos socios (Schiaretti y el difunto De la Sota) de un tándem que arrasó electoral y políticamente en Córdoba.
No obstante, esa diferencia siempre coexistió y ahora, reversionada por la diputada De la Sota, seguirá estando. Al parecer, la dirigente deberá remar de atrás a pesar de su apellido para lograr protagonismo en el recambio del movimiento que su padre alguna vez fundó.
Más contenido en Urgente24
Curiosa acordada anticajoneo de la Corte Suprema