Luego de dos semanas inestables y ardiente en JxC, por las duras acusaciones de Elisa Carrió a sus socios de JXC por supuestos negociados políticos con Sergio Massa y la fuerte réplica de los acusados mediante filtración de explosivos chats que sugirieron una inminente fractura del espacio, la Mesa Nacional de la Coalición Cívica (CC) se reunió el viernes pasado (19/8) sin su fundadora y básicamente se comprometió a mantener la “unidad”.
SIGUE EL ESCÁNDALO
Con la sugerente ausencia de Elisa Carrió, CC pidió unidad
Tras las duras acusaciones de Elisa Carrió contra sus socios de JxC, la Coalición Cívica se reunió para pedir "unidad" sin la presencia de su fundadora.
“Desde la Coalición Cívica ARI, socios fundadores de la alianza Juntos por el Cambio, reafirmamos nuestro compromiso para mantener a este espacio unido”, sentenciaron desde el Instituto Hannah Arendt.
Y advirtieron: “Esta misión no es incompatible con la consolidación de un Juntos por el Cambio que abrace los más altos valores de la sociedad argentina, que son la República, la verdad, la transparencia, la austeridad y la lucha contra la corrupción y la impunidad”.
El comunicado estuvo firmado por el presidente del partido Maximiliano Ferraro, los diputados nacionales Juan Manuel López; Mariana Zuvic; Rubén Manzi y Marcela Campagnoli, entre otros.
Es que dentro de JxC existe un choque de las diversas concepciones sobre la Unidad. Para el PRO y el radicalismo (que no se soportan) ese término significa mantener o fingir la unión del partido a toda costa, es decir a pesar de todo y ocultar a luz pública todo ambición, pelas por las candidaturas y grietas internas. Para la CC, mantener la unidad significa purificarla de los dirigentes “desviados” respecto a la ética “republicana, transparente y verdadera” de la alianza JxC y exponer todo secretismo y negociados políticos de los referentes.
“Todavía tenemos tiempo de tener una unidad en serio con gente decente en serio. Yo la quiero mucho a Patricia, los quiero mucho a todos, pero esto no se trata de una cuestión de cariño, se trata de una cuestión de purificación, de limpieza. ¿Vamos a hacer lo que decimos y a ser lo que decimos que somos o vamos a estar engañando a la sociedad?”, manifestó Carrió el día que reavivó la interna del partido.
Sin embargo, una mirada más minuciosa podría delatar la desesperación de la CC por tener más presencia en la lista electoral de JXC de cara al 2023, lo mismo que con más disimulo busca la UCR. Un síntoma de las acusaciones de Carrió puede sugerir la divergencia en la pelea por el liderazgo y candidaturas. Tal como contó Urgente24, en la ciudad de Marcos Juárez, donde se dará la primera elección de consideración política de cara al 2023, Juntos por el Cambio atraviesa un duro momento. Cuando todo parecía encaminarse para la renovación amarilla en la Municipalidad local, el intendente Pedro Dellarossa perdió a su candidata estrella, Verónica Crescente, en manos del PJ cordobés
Y, como si fuera poco, ahora el espacio de Elisa Carrió le quitó el apoyo a la lista del intendente de Marcos Juárez porque no se habrían incluido nombres de la coalición Cívica en la lista de Juntos por el Cambio.
Por eso la ausencia de Elisa Carrió luego de sus duras acusaciones es sugerente. Es una señal desde la CC que su fundadora no acuerda con sus socios políticos y que continuará con su firme postura, una advertencia de que no permanecerá callada.
¿Cómo confiar en la unidad y futuro de un espacio, que supuestamente presume tener programas de gobierno, si los máximos referentes no solo se entretienen criticándose en duros términos el uno al otro sino que no participan en las mesas nacionales de su partido?
Mauricio Macri, a lo largo del año se ausentó en varias reuniones y aprovechó, solo, cada oportunidad para codearse con vecinos de diversas localidades y presumir legitimación ciudadana. Ahora, Elisa Carrió no participó de la reciente mesa de su partido tan particular luego de sus duras declaraciones. Por otro lado, el líder de la UCR, Gerardo Morales participó en varias, pero cada vez que puede resalta y presume los posibles candidatos de su partido en detrimento de los del PRO y CC.
“En consecuencia, es imprescindible construir una legitimidad propia para evitar toda tentación de alquilarle la gobernabilidad al PJ, una gobernabilidad cada vez más ineficaz y asentada sobre estructuras de poder anquilosadas y sostenidas por la corrupción, la mentira, el corporativismo y el uso de los pobres. Queremos debatir de igual a igual y siempre de cara a la sociedad, origen y destinataria del poder público en una República democrática como la que soñamos ser”, añadieron desde la CC.
Difícil mantener la unidad si existe un fuerte destrato entre los principales líderes de la alianza política. Si existen denuncias, quejas y nada de propuestas. ¿Por qué en lugar de agraviar y querer “purificar” JXC con sus declaraciones, la CC no propone políticas que mejoren la calidad de vida de la sociedad? Propuestas coherentes que atraerían a cierto sector de la sociedad y encaminarían su triunfo electoral o protagonismo político.
Las declaraciones de Carrió evidencian una vez más que la naturaleza de JxC es meramente electoral y no de gobierno. Lo mismo rige para el FdT. Ambas son coaliciones oportunistas, temporales y circunstanciales. Una vez que cada uno recibe o no lo que arregló con el otro, la alianza política cesa y empiezan las peleas por el liderazgo, por las candidaturas y el griterío interno.
En dialogo con Infobae, Carrió se expresó sobre los duros mensajes de morales: “Si algo no soy es Cristina Kirchner, porque yo no quiero romper JxC, quiero la unidad, pero tiene que ser sobre la base del panrepublicanismo, no del panperonismo”, insistió la líder de la Coalición Cívica. Vuelve la misma pregunta, ¿se puede pedir unidad en un partido político cuando los máximos referentes poseen distintas concepciones de ese término?
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