ARGENTINA

CHILE COMPRAS

El Estado nos cobra con tecnología del Siglo XXI pero se regula con la ley de 1947

Un contrasentido que explica mucho de los problemas de la Argentina: una presión tributaria agobiante en la que el Estado invierte en tecnología avanzada mientras se autocontrola con una ley de 1947 que permite inequidades y corrupción. Antes de apelar a los ejemplos europeos, en Chile se desarrolló un sistema que terminó con la discrecionalidad en las compras estatales y los sobornos bajo el cual se rige todo el país. Se trata de una plataforma de comercio electrónico que es la más grande del país, a través de la cual más de 850 organismos estatales realizan de manera autónoma sus compras y contrataciones a más de 117 mil empresas.

La ley de compras de la Argentina es de 1947, es decir, de la época de Juan D. Perón. Tiene más de 70 años. Y con esa normativa se autorregula el Estado argentino.

Mientras tanto, el mismo Estado usa tecnología del Siglo XXI a la hora de cobrarle impuestos a los ciudadanos. Por ejemplo: usan satélites y drones para detectar edificaciones y obras menores en las viviendas, rayos láser para las patentes de los autos o videocámaras con sensores para controles de velocidad.

Pero a la hora de autocontrolarse, el Estado usa una ley de 1947 que permite la discrecionalidad y la corrupción.

En Chile, el sistema Chile Compras terminó con todo el atraso y los sobornos. Hay 100 mil oferentes del Sur al Norte del país que deciden cuánto debe pagar el Estado en todos sus estamentos: desde el regional al municipal y nacional. Están todos obligados a usar ese sistema salvo los carabineros y fuerzas armadas por cuestiones de seguridad.

Otro dato: el 60 por ciento de los ganadores en las licitaciones del Chile Compras son Pymes, mientras que en Argentina las pymes ganan sólo en el 14% de las oportunidades.

En Argentina hay una plataforma similar que es Mercado Libre, la empresa más cara del país y es el sitio más exitoso de todo el subcontinente. Sin embargo, ese modelo no se aplicó al Estado.

Según la Organización Mundial de Comercio, dos de cada tres sobornos se producen en el momento de la compra de bienes y servicios por parte del Estado.  Esto se podría resolver fácilmente sin apelar a los ejemplos de Finlandia, Alemania o Suecia. Hay que ir a Santiago de Chile, a dos horas de avión.

Allí, la Dirección ChileCompra explica que administra la plataforma de compras públicas que funciona con un marco regulatorio único, basado en la transparencia, la eficiencia, la universalidad, la accesibilidad y la no discriminación.

Es un servicio público descentralizado, dependiente del Ministerio de Hacienda, y sometido a la supervigilancia del Presidente de la República. Fue creado con la Ley de Compras Públicas N° 19.886 y comenzó a operar formalmente el 29 de agosto de 2003.

La Dirección administra la plataforma de licitaciones del Estado, www.mercadopublico.cl, que es la plataforma de comercio electrónico más grande del país, a través de la cual más de 850 organismos del Estado realizan de manera autónoma sus compras y contrataciones a más de 117 mil empresas.

A través de www.mercadopublico.cl se transan más US$ 13.104 millones (8,4 millones de millones de pesos)  por la adquisición de productos y servicios que permiten el buen funcionamiento de los organismos del Estado, gestión que va en beneficio directo de la ciudadanía, dicen desde su página web oficial.

Estas compras incluyen desde material de oficina, medicamentos y alimentos hasta servicios de transporte o consultorías.

El sistema de compras públicas ofrece miles de oportunidades de negocio a empresas de todos los tamaños, especialmente la micro y pequeñas que duplican su participación en este mercado en comparación con la economía nacional, adjudicándose el 50% de los montos transados y ganando el 96% de los procesos licitatorios.

En 2007 ChileCompra recibió el Premio a la Excelencia en el Servicio Público de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En 2009 fue reconocida por el Banco Interamericano de Desarrollo.

Y en 2015 fue premiada por la Innovación en Compras Gubernamentales por la Red Internacional de Compras Gubernamentales.

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