CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) La impresión de billetes, el contrato que el Banco Central firmó con la Casa de Moneda, que a su vez subcontrata las instalaciones de la entonces nueva Ciccone, sin hacer público el monto preciso y los detalles de la operación, es otra arista de los problemas que hoy el vicepresidente Amado Boudou afronta en la Justicia.
CASO CICCONE
Los billetes y las 'maniobras' de la Casa de Moneda, que no explica Boudou
Las explicaciones que dio Amado Boudou ante la Justicia son apenas un paso de lo que vendrá. El panorama es complejo, tiene varios caminos por recorrer, y varios personajes por comprometer. En efecto, si la causa avanza hacia la impresión de billetes en 2012, luego del contrato que el Banco Central firmó con la Casa de Moneda, que a su vez subcontrató las instalaciones de la entonces nueva Ciccone, y lo que ello implica, en pleno escándalo, investigación penal y pedidos para que se suspenda la operatoria, sin respaldo legal como denunciaron, Katya Daura, otra polémica funcionaria y muy amiga del vicepresidente quedaría aún más comprometida. Hay mucha tela para cortar, y poco margen para Boudou...
10 de junio de 2014 - 00:00
Ya en el programa televisivo '6, 7, 8', adonde la mandataria Cristina Fernández lo mandó a defenderse hace unos días ya, Boudou dijo que durante su gestión en el Ministerio de Economía no se había frenado la modernización de la Casa de Moneda para impulsar después la contratación de Ciccone Calcográfica. Un ex titular de ese organismo estatal, Ariel Rebello, había declarado en la Justicia en contrario. Así argumentó el vice: "Cuando vino otra presidente de la Casa de Moneda (Katya Daura, su amiga), hizo las compras a mejor precio y sin ningún aval".
Hay pruebas que muestran que las cosas pasaron de modo contrario a como dijo Boudou.
Ya en el año 2007 la Casa de Moneda alertó al Banco Central que si no modernizaba su maquinaria bajaría su producción.
En ese momento se presentó un plan de inversión llamado 'Equipamiento línea de billetes de banco', que no solo preveía comprar nuevas impresoras, sino también agrandar arquitectónicamente el organismo para mejorar su servicio. Ese documento explicaba que la tecnología de entonces "limita la posibilidad de alcanzar niveles de producción mayores"; y que también, entre otras cosas, se incrementaba "el costo de mantenimiento" y se impedía "producir ahorros importantes de insumos".
Ese plan de inversión primario quedó en la nada. En 2009, el entonces titular de la Casa de Moneda, Ariel Rebello, le propuso al entonces ministro de Economía, Boudou, que el organismo compre nuevos equipos por un costo de alrededor de 500 millones de pesos.
Rebello declaró bajo juramento en la Justicia que el hoy vicepresidente le frenó la propuesta 'verbalmente'.
En febrero del 2011, ya cuando la sociedad The Old Fund controlaba Ciccone Calcográfica, Boudou desplazó a Rebello y designó en su cargo a una amiga suya, con la que ya había trabajado en la ANSeS, Katya Daura.
Fue ella, dice hoy Boudou, la que "hizo las compras" de las máquinas de impresión que necesitaba la Casa de Moneda.
Según el matutino 'Clarín', es una versión que desmiente la propia Daura, no verbalmente, pero sí a través de sus propios escritos que corresponden a los estados contables de la Casa de Moneda del 2010, realizados en el 2011.
En esos documentos, que fueron analizados por la Auditoría General de la Nación y por diputados de la oposición, como Graciela Ocaña, Daura admite que la licitación para adquirir maquinaria gráfica que había lanzado Rebello se había suspendido por "falta de financiamiento". Y en otro párrafo promete que ella compraría dos máquinas de fabricar dinero: "Una impresora calcográfica Super Orlof Intaglio (2 unidades)" y una "impresora offset Super Simultan IV".
La Casa de Moneda nunca compró esas máquinas. Y por eso, entre otros motivos que están bajo estudio judicial, en abril del 2012 el Estado contrató a Ciccone Calcográfica para confeccionar 410 millones de billetes de cien a un precio de $160 millones.
Corría el mes de mayo de 2012, cuando Hugo Alconada Mon escribía en el diario 'La Nación':
"Ya está todo a punto. Pese al escándalo, a la investigación penal y al pedido opositor para que se suspenda toda la operatoria, la nueva Ciccone Calcográfica comenzará esta semana a imprimir hasta 500 millones de billetes de 100 pesos, confirmaron a LA NACION funcionarios y empleados del Banco Central (BCRA), de la Casa de Moneda y de la propia imprenta gráfica.
La orden de impresión -a un costo de 510 pesos cada mil billetes, por un total cercano a los US$ 55 millones- llegó después de completar dos pasos previos. El primero, las pruebas de impresión en "papel rosa" para verificar que todo marchara bien; el segundo, la entrega a la nueva Ciccone de las primeras cajas con el "papel moneda" de alta seguridad, necesario para imprimir billetes.
La entrega de ese papel, importado desde Alemania, se inició a fines de abril, detallaron fuentes del BCRA. Se enviaron a la Casa de Moneda entre 40 y 50 cajas con unas 6000 láminas cada una para imprimir 50 billetes en cada hoja. Es decir, entre 250.000 y 300.000 láminas. Para imprimir los primeros $ 1500 millones, de las que serían, al parecer, las series de billetes X, Y y Z, después de las series S y T, que se imprimieron en Brasil.
Con esas cajas bajo su control, la Casa de Moneda comenzó a remitirlas a la imprenta que preside el abogado Alejandro Vandenbroele, señalado por su esposa como testaferro del vicepresidente Amado Boudou. LA NACION consultó a la Casa de Moneda y a la ex Ciccone, rebautizada Compañía de Valores Sudamericana SA (CVS), pero no respondieron ninguna de las llamadas.
Para completar el traslado del material, la Casa de Moneda y la ex Ciccone afrontan un complejo operativo de seguridad que incluyó contratar camiones blindados de la firma Brinks, con acoplados de hasta 20 pies. Y que luego deberá repetirse para devolver los billetes a la Casa de Moneda para su numeración, paso previo a ponerlos en circulación.
La logística tampoco quedó exenta de pujas entre los organismos estatales. "La Casa de Moneda quiso que el Banco Central se sumara a la supervisión del material y de la impresión dentro de Ciccone, que enviara personal a Tortuguitas [por la sede de la planta impresora], pero la entidad se negó", detalló una fuente oficial.
(...)
Dentro del BCRA, la irrupción de la nueva Ciccone cayó mal entre algunos funcionarios de "la línea".
En particular, entre los que recuerdan cómo a fines de 2010 una estrecha colaboradora de la presidenta Mercedes Marcó del Pont, Silvia Traverso, abogó con llamativa insistencia por contratar a la firma rival Boldt para imprimir los billetes. Y que luego se convirtió en una monolítica impulsora de la firma de Vandenbroele, según relataron tres funcionarios del BCRA por separado a LA NACION.
Pero ya con el contrato entre el Central y la Casa de Moneda rubricado, el 11 de abril pasado, Daura avanzó con la subcontratación de Ciccone para la impresión de hasta $ 50.000 millones, a pesar de la causa penal abierta en los tribunales de Comodoro Py y el pedido de frenar la operación presentado ante la unidad antilavado(UIF). Y mientras nadie acepta aclarar quiénes son los verdaderos dueños de la imprenta, después de la quiebra dispuesta y luego levantada en 2010.
Aquel pedido lo presentó el jefe del bloque de diputados nacionales de la Unión Cívica Radical, Ricardo Gil Lavedra, el 23 de abril. Requirió que la UIF aplicara la nueva ley antilavado para pedirle a la Justicia "la suspensión por un plazo prudencial de la ejecución de las operaciones encomendadas". Pero la UIF jamás tomó esa decisión; más aún, ni siquiera le contestó al legislador(...)."
En otra nota publicada por el mismo matutino se explicaba que: "(...) la Casa de Moneda había firmado el contrato marco de impresión con el Banco Central por el que de inmediato cobró $ 143,3 millones como "adelanto" y se dejó constancia expresa de que se subcontrataría a la ex Ciccone.
Pero la fecha del convenio arrastra un cuestionamiento de fondo. Cinco días antes, el 11, había vencido el certificado fiscal de la ex Ciccone para contratar con organismos del Estado.
Así consta en el "Anexo IV" del propio contrato, al que se incorporó también su "requerimiento de renovación" de ese certificado ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), pero que desde entonces no se concretó, aunque transcurrieron más de 50 días, según verificó LA NACION."
El 11 de mayo de ese año la ex Ciccone había terminado de imprimir la primera tanda. Sin embargo, según el diario 'Clarín', para fines de ese mes se supo que no podía terminar los billetes y que se los pasaría a la Casa de la Moneda. "Solo se encargará de una parte de la confección", publicaba el matutino, luego de sumar diferentes problemas técnicos.
"'Daura habría permitido la extracción —desde la entidad que preside— de insumos claves y estratégicos, tinta ópticamente variable (OVI, Optically Variable Ink) y cargamento de papel específico —elementos clave para garantizar la seguridad de la emisión monetaria de billetes de $100— a la ex Ciccone Calcográfica, durante la última semana de diciembre', según la denuncia de marras, la cual lleva el número 2823/12 con intervención del Juzgado Federal Nro. 3, cuyo titular es Daniel Rafecas." En marzo de 2012, Alejandro Sánchez Kalbermatten, abogado de 'Tribuna de Periodistas', formuló una denuncia penal contra la funcionaria —junto a otros funcionarios de Casa de la Moneda— por defraudación a la administración pública y violación de los deberes de funcionario público.
No es la única mancha de Daura. Según publicó la revista 'Noticias' ese junio, la funcionaria "metió en el organismo, según fuentes de la entidad, a más de un centenar de empleados fieles, entre ellos cuatro parientes cercanos con sueldos abultados".
Cuando asumió al frente del enorme edificio ubicado en el porteño barrio de Retiro, Daura blanqueó su relación con Boudou: "Somos muy amigos, a veces hasta me ha llamado a las 2 de la mañana para contarme sus problemas de trabajo", fue su carta de presentación ante los empleados de mayor antigüedad.
A la misionera, en su tierra, la llaman: "la mujer de los billetes".