Batalla de contratistas por Yacyretá, donde pierden los argentinos

Sobre el caso que atañe a Techint, días atrás se realizó la apertura de sobres económicos de la licitación internacional de la obra civil para el aprovechamiento hidroeléctrico en el margen izquierdo del brazo Aña Cuá, en la represa de Yacyretá.

Cinco consorcios precalificados presentaron sus propuestas que sorprendieron por su baja estimación.

Mientras que la obra se calculó por parte del EBY en US$ 360 millones, el oferente 7, ATE Aña Cua ART, integrado por la constructora multinacional italiana Astaldi, la brasileña Rovela y la paraguaya Tecnoedil propuso el presupuesto menor de sólo US$ 193,2 millones

Muy lejos quedó el consorcio de las argentinas Techint, Roggio y Panedile, que ofrecieron US$ 318,9 millones.

También perdieron las otras argentinas asociadas a otras firmas extranjeras: la italiana Salini Impregilo y las argentinas Cheddiak y Iatasa que ofertaron US$ 240,3 millones); Cartellone que iba con la brasileña Malucelli y la paraguaya Talavera Ortellado con US$  225,1 millones; Power China con SACDE por US$ 274,9 millones, la constructora que el empresario Marcelo Mindlin le compró a Ángelo Calcaterra, el primo del presidente Mauricio Macri.

Ahora se analizará el cumplimiento y la consistencia de los requisitos exigidos a los cinco consorcios en sus ofertas económicas y se prevé que la adjudicación se realice en los próximos 90 días.

En estos meses se evaluarán los cómputos y cotizaciones de las ofertas, el programa de inversiones y de certificaciones y la estructura de costos de los ítems cotizados.

Esta obra es la principal obra pública que se desarrollará en Argentina durante 2019 y permitirá a Yacyretá entregar un 9% más de energía que en la actualidad (o el consumo promedio de alrededor de 700.000 viviendas).

Pero la verdadera batalla empresarial alrededor de Yacyretá ocurre en la obra de equipamiento electromecánico. Allí la argentina IMPSA y sus socios perdieron contra la oferta de la alemana Voith Hydro por casi un 17%.

En declaraciones al diario El Cronista, Juan Carlos Fernández Morici, CEO de IMPSA, pidió que la EBY valore que su propuesta tiene un 70% de contenido local y dará más trabajo a argentinos y paraguayos, además del pago de impuestos en estos territorios.

Fernández dijo en febrero pasado que los números de las ofertas "son fríos, de abril de 2018", previos a la devaluación del peso argentino. "Si eso se trajera a precios de hoy, como nuestra oferta está en un 63% en moneda nacional (pesos argentinos y guaraníes -moneda oficial de Paraguay-), el precio en dólares sería mucho más bajo y, por lejos, el más conveniente", aseguró.

"Esto puede dar mano de obra a argentinos y paraguayos. Trabajan más de 100 pymes con nosotros. ¿O la EBY preferirá darle trabajo a chinos y alemanes?", se preguntó el CEO de IMPSA.

Fernández desmintió que el Gobierno argentino tuviera favoritismo con su empresa y cuestionó la versión de Voith Hydro Brasil, que señaló que IMPSA carece de solvencia.

El pliego de la licitación prevé que las empresas que tienen más de un 60% de contenido local tengan una ventaja de un 10% en la comparación de ofertas económicas.

Tras las declaraciones de Fernández, fuentes de Hydro Brasil dieron a El Cronista que IMPSA no tiene solvencia económica para construir las turbinas y sus socios, la paraguaya CIE y Power China, no presentaron una carta de solidaridad.

A su vez, cuestionaron la oferta 17% más cara que la de Voith Hydro, que es constante en dólares pese a su alto contenido nacional, y avisaron que ellos también darán trabajo a argentinos y paraguayos.

La compañía alemana no ganó por ahora la licitación ya que, si bien IMPSA no fue elegida desde lo económico sí quedó primera en la evaluación técnica. Eso se debe a que las máquinas utilizadas generarían más energías e ingresos.